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El otro Javi

Raya, el otro patinador español, vive su estreno olímpico rodeado de su familia y eclipsado por Fernández

Javier Raya, durante su programa.
Javier Raya, durante su programa. A. DEMIANCHUK (REUTERS)

Todos los ojos miran a Javier Fernández, pero en la pista de hielo de Sochi hay otro español: Javier Raya. Para él son sus primeros Juegos. Y para su familia también. Aquí están sus padres, su hermano Alberto, sus tíos, una prima y… su primera profesora de patinaje. Es la canadiense Jocelyn Flanagan. Ataviada con un gorro rojo y amarillo y una bandera de España con el toro de Osborne y acompañada por su hermana y una amiga, a las que ha convertido a la religión de Javi, espera con emoción el estreno de Raya: “Le conocí cuando tenía seis años, en la pista de Chamartín, en Madrid. Le ponía música y patinaba y cuando paraba la música se caía”.

Han pasado muchos años desde entonces. Flanagan volvió a Canadá. Raya siguió entrenándose en Madrid, aunque en la pista de Majadahonda, donde coincidió con Javier Fernández, y donde continúa. Ambos tienen 22 años y dicen los que saben que, de pequeños, el que destacaba era Raya.

Me he sentido muy bien en la pista. He disfrutado y siento que he trabajado bien" Javier Raya

Su familia ha viajado hasta Sochi costeándose todo de su bolsillo: el viaje, el hotel y hasta las entradas, explica Alberto, hermano del patinador. Ni siquiera pueden ver su primera competición olímpica juntos pues tiene entradas en tres sitios diferentes del Iceberg Palace de Sochi, donde también han colgado una pancarta: “Javi, ya has ganado”. Están nerviosos y emocionados. “Nos ponemos nosotros más nerviosos que él”, dice Alberto, vestido con la chaqueta de chándal de España antes de la competición.

Cuando su hermano salió a la pista no parecía nervioso. Pero tuvo un problema en el primer salto, en el que acabó poniendo una mano en el hielo, y, sobre todo, en el último, donde se precipitó y en lugar del triple esperado ejecutó un doble. Su nota, 59,76 puntos le dejó a las puertas del programa largo, que solo hacen hoy los 24 mejores. Acabó el 25, el primero de los que se quedaban fuera.

“Estoy muy contento a pesar de ese fallo tonto. Me he sentido muy bien en la pista. He disfrutado y siento que he trabajado bien”, decía luego el madrileño, cuando aún no sabía si estaría en la final. Cuando le dijeron que podían acabar 25º añadió: “Eso sí que sería mala suerte”.

Fernández se fue a Canadá y Raya continúa en Majadahonda, donde le entrena Iván Sáez, aunque hace la pretemporada en Toronto desde hace años. Aunque su progresión no ha sido como la de Fernández ha logrado meterse entre los mejores del mundo. “Hace muchos años le dije: `Si vas a los Juegos, voy a verte”, afirma Jocelyn; “Y aquí estoy”.

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Sobre la firma

A. IRIBAR
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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