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De Wenger a los brazos de Ferguson

Piqué rememora que se reunió con el técnico del Arsenal antes de que sir Alex le llevara a cenar

Piqué bromea durante el entrenamiento en Manchester.Foto: atlas | Vídeo: N. R.

Gerardo Martino conocía sobradamente las facultades deportivas de Gerard Piqué antes de fichar por el Barcelona, pero ayer explicó que al vivir a su lado estos últimos meses ha descubierto “una persona muy inteligente, capaz y comprometida con la institución”. Todo lo que no adivinó Sandro Rosell el día que, siendo Gerard un cadete, un crío, le buscó para llenarse de razones y no abandonar el Barça. “Si no te gusta, te vas”, le contestó Sandro Rosell, ejerciendo de vicepresidente deportivo del Barcelona. Y Gerard Piqué se largó al Manchester United.

Pudo vivir en Londres porque antes de hablar con Alex Ferguson se reunió con Arsène Wenger, pero terminó en la calle Alderley Edge. “Vino primero el Arsenal, pero el año anterior se había ido Cesc y las formas no gustaron en Can Barça, así que el tema se enrocó”, explicó ayer, en las entrañas de Etihad Stadium, donde el Barça se medirá con el City en los octavos de final de la Champions. “Entonces, apareció sir Alex Ferguson, me abrió los brazos, me llevo a cenar y, literalmente, me convenció. Históricamente, el Manchester United siempre fue el más grande de Inglaterra”, se justificó, el día que Manuel Pellegrini señaló al Manchester City como el equipo más importante de la ciudad.

Será por eso que ayer, cuando aterrizó a orillas del Mersey, sintió que volvía a casa. “Manchester fue muy especial para mí. Era un niño que venía a intentar vivir de esto. Me hubiera gustado jugar más y ser más importante, pero viví tres años magníficos aquí, aprendí muchísimo y después del Barça, el United siempre será mi segundo equipo”, dijo ayer. Piqué, es cierto, no jugó mucho vestido de rojo: debutó con el United en octubre de 2004 sustituyendo a O’Shea ante el Crewe Alexandra, en tercera ronda de la Carling Cup; el 26 de marzo de 2006 lo hizo en un partido de la Premier League ante el West Ham; y el 7 de noviembre de 2007, frente al Dinamo de Kiev, consiguió su primer gol, el año que el United hizo doblete, ganando la Premier y Champions. Aunque no jugó la final —ya había fichado por el Barcelona— en la liguilla firmó dos goles. De uno de ellos, en el que se elevó frente a Mexès (entonces central en el Roma, ahora en el Milan), guarda una foto enorme que tiene colgada en el despacho de su estrenada empresa de videojuegos.

Para Gerard enfrentarse al City no tiene un componente de excesiva rivalidad. “Siempre tuve la sensación de que ambas aficiones se respetaban mucho. Soy del United y lo llevo en el corazón, pero no tengo ningún deseo de que les vaya mal a los del City y, además, son un equipazo”, aseguró. Recordó que tradicionalmente al Barça le ha costado mucho superar los octavos de final de la Champions y sabe que los citizens serán un rival “muy difícil, la dificultad es máxima. Nosotros llegamos en el mejor momento, pero ellos tienen muy buen equipo, muy solvente. No creo que el estado anímico influya porque los dos llegamos con la misma confianza”. Reconoció que en el juego aéreo la exigencia es tremenda, “así que hay que evitar las faltas laterales. Y si las hay, aunque seamos bajos, hemos de ser muy intensos”. Lo resumió fácil: “Hay que hablar en el campo, y mostrar al mundo que seguimos siendo uno de los mejores equipos del mundo”.

Gerard se hizo mayor en Manchester deportiva y humanamente, primero en una familia de acogida del club y después en un apartamento en el que vivía solo, pero rodeado de los jugadores del equipo, como Van der Sar y Anderson. “Llegué siendo un chaval que quería dedicarse a esto”, dijo ayer. Y, además de curtirse en soledad, lejos del cobijo de su familia, entre mucho balón y fútbol, descubrió al tiempo el sonido Manchester, que sigue acompañándole. “Cuando llegue no sabía nada. Nací en el 87, pero tres años viviendo en Manchester, quieras o no, también te marcan musicalmente. Soy más de Happy Mondays, de los New Order y de los Charlatans que de Oasis, la verdad”, aseguró ayer. “¿Y Shakira que piensa de eso?” se le repreguntó. “A Shaki le encantan”, desveló. Como a él volver a Manchester, sin ir mas lejos.

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