Nadal arranca de nuevo

Rafael Nadal tumbó 6-3 y 7-5 a Daniel Gimeno en la primera ronda del torneo de Río, en Brasil. Más de tres semanas después de perder la final del Abierto de Australia, el número uno mundial acudió a la cita de su reaparición en el circuito poniendo el cuerpo muy por encima del resultado. Afectado en el partido decisivo de Melbourne por dolores en la espalda, lleva desde entonces dándole vueltas al temor de que la dolencia no sea una simple visitante, sino una inquilina continua. El número 84 del mundo, que gozó de bola de break en el primer juego y se adelantó con rotura en el arranque del segundo parcial, no apretó lo suficiente al mallorquín como para que despejara dudas y sacara conclusiones, aunque hubo señales positivas en un final de partido en el que ambos subieron el nivel.

Nadal no dudó en la aplicación de su estrategia. Al contrario que otros competidores, que sin apenas darse cuenta van amoldando su propuesta táctica a los dolores del cuerpo, él mantuvo su plan de toda la vida, y lo ejecutó con el convencimiento de quien sabe que o toma ese camino o se pierde en el viaje. Gimeno Traver golpeó uno y mil reveses. Acogotado por el drive alto del ganador de 13 grandes, cedió pista hasta dejar que su contrario rematara cómodamente el punto en el lado contrario. Nadal pudo masticar el peloteo tranquilamente, de pelota alta en pelota alta, acunado por su primer partido en arcilla dentro del circuito ATP desde que ganó Roland Garros en 2013. El encuentro no le obligó a tomar decisiones arriesgadas. No requirió de heroicidades. Así, el ogro de la arcilla optó por las seguridades. Solo la falta de tino en el servicio (50% de primeros en la primera manga) hizo sospechar que el aguijonazo que sufrió en la espada permanece aún en su memoria.

Fue el partido número 800 del número uno mundial como profesional. Fuera de ritmo tras un parón tan prolongado, sin chispa en las piernas ni gran velocidad de reacción, le bastó con el peso de la fama para imponerse en el partido. Nadal, que empapó una camiseta tras otra, sudando de lo lindo, y que desaprovechó tres bolas de break en el 4-4 de la segunda manga, se enfrentará ahora a Albert Montañes. El título brasileño, en cualquier caso, es lo de menos. El mallorquín mide a cada partido su musculatura y busca el justo punto para asaltar la gira estadounidense de cemento, en donde defiende el título de Indian Wells desde la primera semana de marzo.