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Al Sevilla le basta con medio Rakitic

Una buena segunda parte del croata termina con un Rayo voluntarioso pero acartonado (0-1)

Gorka R. Pérez
Carriço, del Sevilla, intenta superar al meta Rubén Martínez.
Carriço, del Sevilla, intenta superar al meta Rubén Martínez.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

La presencia de un jugador como Rakitic es para el Sevilla más de medio envite en cualquier partido que se le presente por delante. En ocasiones, como la de hoy ante el Rayo, no es necesario siquiera que el croata aparezca más allá de 45 minutos, pues de él se esperan siempre varias píldoras. Ante el conjunto de Paco Jémez, le bastó con colocar el balón en la cabeza de un compañero para decidir un partido tieso, de esos a los que solo un meneo inesperado saca del acartonamiento. Un estado en el que se movió el Rayo, que tras ser anulado en ataque pagó cara su fragilidad defensiva.

Se observaban ambos equipos como buscando un ángulo muerto por el que asomarse. El Rayo, menos amarrado de lo habitual al balón, veía cómo la posesión era en este partido un arma menos afilada que en otras ocasiones. Al Sevilla, que parece darle lo mismo tener el balón que no tenerlo, no le pesaba contemplar como su rival iba de un lado hacia el otro, siempre en horizontal. Fazio y Pareja no parecían muy molestos con el baile constante de los delanteros del Rayo. Viera, Falqué y Lass cambiaban de banda con frecuencia, como si buscasen el lado de la ola por el que romper la defensa. Apenas un centro envenenado, por no decir fortuito, de Tito hizo que Beto se inquietase.

RAYO, 0 - SEVILLA, 1

Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Zé Castro, Saúl, Rat (Longo, m. 66); Baena (Adrián, m. 55), Trashorras; Lass, Iago Falqué, Viera; Bueno (Larrivey, m. 55). No utilizados: Cobeño, Embarba, Rochina, Arbilla.

Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Pareja, Navarro; Carriço, Iborra; Jairo (Diogo, m. 71), Rakitic (Trochowski, m. 92), Moreno; Bacca (Gameiro, m. 75). No utilizados: Javi Varas, Cristóforo, Marin, Reyes.

Gol: 0-1. M. 55. Coke cabecea a la red un saque de falta de Rakitic.

Árbitro: Delgado Ferreiro. Expulsó a Iborra por doble tarjeta amarilla (m. 82). Amonestó a Fazio, Falqué, Saúl.

Estadio de Vallecas, 11.950 espectadores.

La habitual falta de intensidad del Sevilla también se hizo evidente. Con Rakitic inicialmente desaparecido, Jairo ausente, la banda derecha le aisló de cualquier tejemaneje interesante en campo abierto, y Bacca fuera de plano, no había mucho que esperar. Emery situó a Alberto Moreno esta vez como extremo izquierdo, por delante de Navarro, en una maniobra que se interpreta como un mecanismo de seguridad para defender esa banda, más que por una apuesta ofensiva directa. Fue curioso el hecho de que Moreno, 171 centímetros de altura, fuera el receptor de todos los balones en largo que golpeaban tanto Beto, como Fazio o Iborra. Tuvo que acercarse Bacca por esa zona para intentar aprovechar alguno de ellos. Ese fue el escaso papel que interpretó el colombiano en el partido.

Si Rakitic apenas tuvo contacto con el balón en la primera parte, tampoco Trashorras pareció disfrutar de su compañía. Elemento obligatorio para la elaboración de cualquier jugada, es tambien el primer lanzador de cualquier jugada a balón parado. ¿Pero qué hacer cuando tu mejor arma no se encuentra del todo engrasada? Pues por lo visto en Vallecas, esperar a que ella misma se corrija.

Sin demasiadas intrigas terminó una primera parte en la que apenas hubo marcas que anotar. No ocurrió lo mismo tras el descanso. Aunque no con demasiada frecuencia, la figura de Rakitic adquirió más representatividad en el partido. Primero con un remate dentro del área de Rubén que el portero del Rayo despejó con el cuerpo y después para colocar un balón de oro en la cabeza de Coke en un saque de falta. Segundos antes del gol Paco Jémez había afilado algo su equipo dando entrada a Adrián y a Larrivey, maniobra que tras el gol acentuó de nuevo modificando el esquema de su equipo a un 3-4-3. La respuesta al otro lado del banquillo fue la de introducir a un lateral por un extremo, y doblar así la presencia defensiva en ambas bandas. Cuatro laterales sobre el campo dejan poco margen a la interpretación.

Pudo terminar de sepultar el partido de nuevo Rakitic, esta vez gracias a un centro desde la banda derecha de Diogo, pero su remate no cogió portería. Atado el Rayo por las bandas, solo acertaba a disparar fuera del área. Alguna internada de Lass por la derecha dio ocasión a los locales de pisar enfilar la portería de Beto, pero el portugués apenas tuvo que emplearse en un par de ocasiones. Dos remates de Viera y Larrivey fueron lo más cerca que estuvo el Rayo de conseguir el empate. Pero entonces, una expulsión surrealista, la de Iborra, que vio la segunda tarjeta amarilla por caminar en paralelo a la línea de fondo cuando iba a recibir asistencia médica, dio vida al partido. Aun así, el Rayo no fue capaz de aprovechar su superioridad. El Sevilla, con medio Rakitic, le supuso demasiada dificultad.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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