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Tomic se luce ante la mirada de Odom

El Barcelona gana al Baskonia con una exhibición del pívot croata (68-80) y con su flamante fichaje en el banco de los ausentes

San Emeterio, ante Tomic.
San Emeterio, ante Tomic. RAFA RIVAS (AFP)

El día de Lamar Odom, aunque estuviera en el banquillo de los ausentes, escoltado por los lesionados, Hamilton (a quien sustituye) y Poeta, fue en realidad el día de Ante Tomic. El jugador croata, que acabó con 24 puntos en su haber mientras iba minando a los dos pívots del Baskonia, Pleiss y Diop, mantuvo el pulso del Barcelona, que fue jugando a tirones, siempre por delante pero sin acabar de echar el cerrojazo al partido hasta muy entrada la noche. El 68-80 estableció al final la diferencia estándar que se mantuvo en un encuentro en el que el Baskonia mejoró su aspecto, adelgazó sus ojeras, aunque sigue colista en la Euroliga, y se prepara para abrir los ojos con su nuevo fichaje estrella.

LABORAL KUTXA, 68; BARCELONA, 80

Laboral Kutxa: Heurtel (6), Causeur (2), San Emeterio (22), Nocioni (6), Pleiss (15) –equipo inicial-; Mainoldi (1), Hanga (9), Diop (4), Hodge (3) y Jelinek (0).

Barcelona: Marcelinho (16), Navarro (15), Papanikolaou (2), Lorbek (12), Tomic (24) –equipo inicial-; Pullen (0), Dorsey (2), Sada (0), Abrines (2), Hezonja (0), Oleson (5) y Nachbar (2).

Parciales: 17-27, 14-6, 18-26 y 19-21.

Árbitros: Belosevic (Serbia), Radovic (Croacia) y Koromilas (Grecia).

Fernando Buesa. 10.186 espectadores. Séptima jornada del Top 16 de la Euroliga. El Barcelona es primero en el Grupo E con siete triunfos y el Laboral Kutxa, octavo y último con una victoria.

Salvo el 2-0 inicial y un casi subsiguiente 4-3, el equipo de Scariolo fue siempre por detrás en el marcador aunque con el cogote en el aliento del Barcelona, que estableció la diferencia ideal 17-27 en el primer cuarto) para gobernar el partido obligando al Baskonia a acelerar su paso. Fue un primer cuarto trepidante, jugado quizás con un ritmo excesivo para ambos y un intercambio de canastas hasta que al Laboral Kutxa le empezó a temblar la muñeca. Se estableció ahí una lucha de pívots, es decir de Tomic frente a Pleiss y Diop alternativamente, mientras Marcelinho Huertas y San Emeterio hacían su trabajo desde las esquinas o por el centro. La lucha la acabó ganando Ante Tomic que fue minando la moral del alemán y del senegalés con un juego interior lleno de poderío.

Sin embargo, el segundo cuarto fue un caso de relajación extrema del Barcelona, que retornó al partido con un adormecimiento tal que le llevó a anotar solo seis puntos frente a los 14 del Baskonia. El relajamiento defensivo de los azulgrana permitió la explosión de Hanga y la dirección de un inteligente Hodge, más eficaz que Heurtel, confuso, que volvía de una lesión. En los primeros seis minutos del cuarto, el Barça solo había anotado dos puntos, un dato que desmerecía su potencial y que permitió un interesante 31-33 al descanso. El Baskonia, fuera por el efecto Odom o porque su rabia se traducía en juego, creyó en sí mismo.

Odom, en el pabellón.
Odom, en el pabellón.David Aguilar (EFE)

Pero el descanso estimuló a los de Xavi Pascual que no solo siguieron encontrando el faro de Tomic, sino que además asistieron a los fogonazos intensos de Navarro, ineficiente hasta entonces por el severo marcaje de Causeur y sus propias imprecisiones, pero que como una hormiga fue destruyendo el aro del Baskonia hasta acabar firmando, al término del partido, 15 honrosos puntos, especialmente cuando ya el partido cogió al cuesta abajo para su equipo.

San Emeterio, muy ensombrecido esta temporada, asumió su rol y fue respondiendo en la medida de lo posible a las canastas del Barcelona hasta mantener de nuevo la desventaja en diez puntos (49-59) al término del tercer cuarto, esa frontera que mide la moral de la tropa. Pero el Barcelona mantuvo a raya a su rival, sin permitir acercamientos peligrosos y resolviendo al final con más calma de la que el partido en su desarrollo había anunciado.

Odom en el banquillo de los ausentes, vibraba con su equipo que le espera como agua de mayo para remontar un gris temporada. En tanto eso llega (debutará esta semana frente al Valladolid), Tomic cogió la antorcha y no la apagó hasta el final.

El Laboral Kutxa recibirá mañana al Baloncesto Valladolid en la Liga Endesa (20.15) en una semana marcada por el terremoto del fichaje de Lamar Odom, aunque la exestrella de la NBA no debutará ante los pucelanos.

El técnico baskonista Sergio Scariolo desveló ayer que para ver a Odom a un nivel "óptimo y aceptable" habrá que esperar un mes y que ha sido el propio jugador el que ha solicitado "algún día más" antes de volver a la competición.

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