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No dieron pie con bola

El técnico del Barça se equivocó de principio a fin y el equipo no tuvo personalidad en Anoeta

Messi y Neymar, cabizbajos durante el partido ante la Real
Messi y Neymar, cabizbajos durante el partido ante la Real David Ramos (Getty )

El Barça se deformó en Anoeta y Martino admitió su culpa: en la elección de jugadores, en la apuesta por el estilo, al administrar los cambios y tampoco se quejó por ser expulsado. Si Clos Gómez mandó al vestuario a Guardiola y Muñiz Fernández a Vilanova en Pamplona, ayer Fernández Borbalán le mandó a la grada en el descanso del partido por llamarle “pelotudo” a Txema Lumbreras, el segundo entrenador de la Real Sociedad, a instancias del asistente. “Ya la liaste el otro día y la vas a liar hoy”, dice el acta que dijo el Tata.

“Me equivoqué al leer el partido”, dijo el rosarino. Y su error le costó al Barça perder el liderato y quién sabe si la terminará pagando mucho más cara. El Barcelona hace cinco partidos que no gana en Anoeta. Y ayer se pegó un tiro en el pie desde la pizarra.

En el inicio, Martino impuso seis cambios con respecto a la alineación del martes en Manchester, donde el Barça juntó a los pequeños y se armó a través del pase. Entonces, buscó tener paciencia y pausa —igual que en la Copa contra la propia Real—; ayer, ser directo. Apostó por un partido roto y quiso jugarlo con doble pivote para contener las contras. En esa ruleta rusa le suele salir cruz. Organizado mal desde la pizarra, los jugadores aún lo interpretaron peor, atacaron mala y defendieron de manera mucho más lamentable. Lo de cambiar seis jugadores en la alineación —la baja de Alba era obligada, por lesión— puede que tuviera menos trascendencia que el cambio de idea en la manera de jugarlo.

El Tata armó una defensa nueva, con Montoya por Alves, dio minutos a Bartra en lugar de Mascherano, y alineó a Adriano porque la baja de Alba. En esas circunstancias, si se vencieron Piqué y Valdés no fue solo por culpa de los defensas; el equipo defendió mal porque posicionalmente estaba fuera de cacho y hasta concedió más faltas que su rival; chutó menos; perdió más veces la pelota y la recuperó menos . Y cuando se corre más que el balón, se sufre y se paga. Gran parte del error del Tata estriba en la posición de Busquets. Su idea fue formar un doble pivote con el de Badia por delante de Song —“como hacen en España”, dijo— para que el camerunés se incrustara entre Bartra y Piqué y le diera profundidad a los laterales, con Iniesta por la derecha.

Los azulgrana chutaron menos, cometieron más faltas y perdieron más veces la pelota

Fàbregas y Xavi se quedaron en el banco, porque dispuesto a ser profundo y estirar el campo, a ser más vertical, prefirió usar tres puntas: Pedro, Neymar y Messi. A Xavi, paradigma de una idea, solo se le vio correr por la banda, para calentar, y con cara de circunstancias vio morir el partido sentado en el banco, resignado, sustituido cuando se pierde y ayer inutilizado en el banquillo con el marcador en contra. Se vació el equipo de pases y siempre fue a remolque de la posición de Canales, que formó un rombo con Vela y Griezmann y le pilló la espalda al centro del campo azulgrana.

Lució más el cántabro que Messi, tan poco operativo que tocó la mitad de balones que en el partido contra el City, siempre incómodo y en medio de un bosque de jugadores donostiarras, perfectamente sincronizados en defensa y en ataque, mejor puestos en el campo desde la pizarra. Por vez primera este curso, el Barcelona recibió tres goles a domicilio.

Reconoció Martino que el marcador le engañó en el descanso y por eso no hizo cambios antes de que la Real decidiera el encuentro a poco de reanudarse el partido, en un arranque de segunda parte donde el Barça cometió punto por punto los mismos errores de disposición que en el primer tiempo. Martino tardó en menear al equipo, otro error que asumió como mala visualización de lo que podía esperar en el segundo periodo y se decidió por no hacer cambios; cuando lo hizo, cuando dio el paso, era tarde: el Barça había perdido el partido, porque si él lo jugó mal, sus futbolistas estuvieron, en su mayoría, aún peor, en especial Neymar, que no dio una a derechas. El equipo volverá a trabajar el próximo martes por la tarde. Martino les ha dado tiempo para que tomen resuello. No hay partido entre semana.

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