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El ‘Superman’ del Almería

El central Trujillo, que ha disputado todos los minutos de la Liga, aprende a defender y a realizar las entradas con vídeos de Puyol

Jordi Quixano
Trujillo disputa un balón aéreo con Barral, del Levante.
Trujillo disputa un balón aéreo con Barral, del Levante.juan carlos cárdenas (efe)

Fue un partido duro, de contacto, con caricias por todos los lados, exigente porque enfrente tenía a Diego Costa, delantero del Atlético. Acabado el duelo, sin embargo, se abrazaron e intercambiaron las camisetas. Y, acto seguido, la fotografió para enviársela a todos sus amigos por WhatsApp. “Para fardar un poquito, para que me tengan envidia sana. Y porque me hace ilusión; llevo mucho tiempo trabajando para esto, para disfrutar de mi primer año en la élite”, explica Ángel Trujillo (Madrid; 1987), central del Almería. Un curso redondo porque no se ha perdido minuto alguno de competición; es el único jugador de campo con ese registro además de Mario Gaspar, del Villarreal. Pero ganarse un sitio en Primera lo suyo le ha costado.

Curtido en todas las categorías del fútbol español, desde Tercera a Segunda B y Segunda, Trujillo recaló hace siete años en el filial del Almería. Su oportunidad nunca llegaba, por lo que se planteó seriamente hacer las oposiciones de bombero, como le aconsejaba su cuñado. “Me daba un poco de cague el fuego, pero el club siempre fichaba a gente de fuera y veía que no tenía sitio. Tenía que pensar en el futuro y en los bomberos podía aprovechar mi físico”.

Un cuerpo privilegiado, hasta el punto de que no se ha lesionado ni cogido un resfriado desde que llegara al Almería. “No me he perdido ni un solo entrenamiento”, asegura orgulloso; “soy de constitución fuerte, pero también me cuido mucho, con ejercicios, dieta y sin alcohol ni bebidas con gas”. Y mucho gimnasio. Por eso el técnico Francisco le ha apodado Camión. “No soy gran cosa técnicamente”, admite; “por lo que tengo que exprimir mis virtudes”. Como la de tirarse al suelo en plancha cuando se le escapa un rival, acción que también la ha valido el apelativo de Superman por parte de la grada. La segada, en cualquier caso, no es un ejercicio fortuito, toda vez que se pasa horas revisando vídeos de Puyol, su referente. “Sí, ahora tengo uno de YouTube en el iPad que me pongo antes de los partidos para motivarme”, desvela.

Su oportunidad nunca llegaba, por lo que se planteó seriamente hacer las oposiciones de bombero

Días de vino y rosas para Trujillo, que las ha visto de todos los colores para ser titular en el Almería. Incluso se temió lo peor tras su debut, ahora hace dos años, cuando cometió un penalti ingenuo ante el Valladolid. “Era mi oportunidad y la lie gorda”, cuenta. Sobre todo porque empezó como quinto central del equipo y entró de rebote, después de una expulsión a Tellerano y un problema posterior con sus papeles. “Pero no lloré. Soy un luchador”, remarca.

Ahora le toca el Barça, le toca Messi. “No me preocupa”, reflexiona; “es un jugador muy superior a mí, el mejor del mundo con Cristiano, por lo que tengo mucho más que ganar, no que perder. Como el equipo. Lo normal es que perdamos, pero habrá que intentarlo”. Trujillo, como de costumbre, se vestirá primero por el lado derecho, no se sentará en el vestuario después de enfundarse la camiseta ni saldrá al campo hasta que sea la hora. Tampoco se callará — “termino todos los partidos afónico”, cuenta— y, sobre todo, intentará cambiar la camiseta con Puyol. Para fardar y, por supuesto, para él.

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