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Valverde está como nunca

Con un calendario primaveral de clásicas, el murciano consigue a la sombra del coliseo de Roma el primer triunfo de su carrera en Italia

Carlos Arribas
Valverde celebra la victoria en Roma
Valverde celebra la victoria en RomaCordon Press

Para Alejandro Valverde, que ya está cerca de cumplir 34 años, hablar de Italia era hablar de frustración y de malos recuerdos. Italia era, en la historia del ciclista murciano, el país del CONI y el inicio de su sanción de dos años por la Operación Puerto; era también Italia el país de su error en el último Mundial (el que Rui Costa le levantó a Purito en Florencia) y el de su segundo puesto en Lombardía tras Purito; y era también, o así lo fue el sábado, el país de la carrera de los caminos alrededor de Siena en la que Sagan y Kwiatkowski se le fueron delante de sus narices.

Nunca en su carrera había logrado el conocido como el imbatido ganar en tierras italianas, un maleficio que terminó justamente en el corazón de la bota, en la Vía de los Foros Imperiales a la sombra del coliseo de Roma, donde terminaba la Roma Máxima, una clásica nueva con sabor antiguo y que se decidió con un ataque combinado de Valverde y su compañero Nairo Quintana en la última colina, los Campos de Aníbal, nada menos, a 40 kilómetros de la llegada.

Por fuerza y no por sutilezas tácticas, que se le escapan, Valverde consiguió llegando solo, con 1s sobre el pelotón desencadenado, su sexto triunfo (cuatro antes en la Vuelta a Andalucía, uno en Murcia) de una temporada que le muestra más en forma que nunca y en la que preparará su asalto al podio del Tour con un calendario extraño en primavera, más de clásicas (las Ardenas de siempre a finales de abril, Amstel, Flecha y Lieja, y el GP Miguel Indurain y Amorebieta, pero también el GP Grifos Nobili también en Italia el 20 de marzo, y una semana después el pavés belga de Harelbeke, donde aprovechará para entrenarse después en los tramos de la Roubaix por los que pasará este año el Tour) que de pruebas de una semana, su especialidad: solo el País Vasco, del 7 al 11 de abril.

No se cruzará apenas, pues, Valverde, con sus futuros rivales en el Tour, ocupados este día todos, salvo Chris Froome precisamente, con dolores de espalda, en las habituales París-Niza, que comenzó ayer con victoria al sprint en la primera etapa del exboxeador Nacer Bouhanni, y en la Tirreno-Adriático, que empieza el miércoles.

En la carrera francesa, con un recorrido apropiado más para todoterrenos que para hombres de general de las grandes (hombres de montaña o contrarreloj), está el italiano Vincenzo Nibali. En la carrera de los dos mares italiana, con un recorrido bastante más montañoso e insidioso, y con una contrarreloj por equipos y otra individual, estará Alberto Contador.

Borrado Froome por sus dolores sacroiliacos, frente al chico de Pinto, tercero el año pasado tras Nibali y Froome, pelearán en Italia los principales favoritos para ganar el Giro dentro de dos meses, salvo Purito, que se reserva para la Volta, de aquí a dos semanas. Serán el colombiano Nairo Quintana, que comienza su curso intensivo de italiano, y el australiano Richie Porte, que tienen una cuenta pendiente del año pasado en la París-Niza. Y serán también Michele Scarponi y Cadel Evans.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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