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El jugador que vio cambiar al City

Zabaleta, campeón del mundo juvenil y oro en Pekín con Messi y Mascherano, es el líder del vestuario celeste

Pablo Zabaleta, en en campo de entrenamiento del City.
Pablo Zabaleta, en en campo de entrenamiento del City.Alejandro Ruesga

Mike Summerbee es algo más que un exfutbolista del City; es el City hecho memoria. Reverenciado y respetado, a los 72 años, no duda cuando señala al futbolista que mejor representa el espíritu del equipo celeste: “Sabaleta”, responde señalando a Pablo Zabaleta (Buenos Aires, 1985), lateral derecho del conjunto inglés desde hace siete temporadas. “Mike es una persona muy cariñosa conmigo, un referente histórico de este club y me llena de orgullo que me tenga tanta consideración. Mi compromiso con el City es inequívoco, será por eso”.

Vestido de blue desde un lateral, a veces corriendo la banda, a veces en el banquillo, ha vivido la evolución de un club que ya no se parece en nada a ese por el que fichó el verano de 2008 procedente del Espanyol. “Queda el color de la camiseta y, si me apuras, la celeste porque jugábamos con una suplente de color naranja, de Le Coq Sportif”, dice entre risas. “Hubo un cambio gigante, tremendo”, admite. “Y no es solo es por el dinero”, avisa. “Por mucho que se gaste, es necesario tener una mentalidad y eso lo fuimos ganando. Ya no somos un equipo menor mentalmente, ahora han cambiado los objetivos y peleamos por cada competición, por cada partido”.

“Más allá del dinero, lo importante es tener una idea como club y nosotros la tenemos”

Zabaleta ha tenido a tres entrenadores en siete años; estaba Mark Hughes cuando llegó: “Un técnico muy del estilo británico, de fútbol directo, de velocidad, de ida y vuelta; pero nos hacían demasiados goles”. Con Mancini ganó la Premier League: “reforzó el sistema defensivo, jugábamos con cinco centrocampistas muchas veces”. Y ahora, con Pellegrini, anda en camino de reafirmar una idea y un estilo de juego: “Es un técnico muy capaz, inteligente”. Del mismo modo, Zabaleta también ha visto mutar el vestuario. “Creo que solo quedan Kompany y Hart de los que estábamos el año en que llegué”. Pero insiste en que el cambio tiene más que ver con el alma que con las caras. “Más allá de comprar grandes jugadores, lo más importante es tener una mentalidad ganadora y una idea de trabajo definida, una personalidad. Y el City la tiene”.

Disciplinado y honrado, dicen los veteranos del Espanyol que pocos futbolistas han visto tan profesionales pasar por ese vestuario. “No se lesiona nunca porque se cuida mucho, lleva una vida tremendamente ordenada”, admiten en el cuerpo técnico del City. Y dice la leyenda que nunca le han visto dándose un masaje porque no le gustan. Hay que verle entrenar para entender que vive por y para la profesión.

Tipo honesto, hay que verle entrenarse para entender que vive por y para la profesión

“Son los brazos abiertos del vestuario. Me trató de fábula al llegar. Es un referente, querido y respetado en el grupo como nadie”, le señala Negredo. “Me ayuda fuera y dentro del campo. Sin él todo hubiera sido diferente para mí en el City”, admite Navas. Huérfano desde muy niño —lleva la cara de su vieja [madre] tatuada sobre el pecho—, sus orígenes familiares remiten a Leitza, un pueblo del Valle de Leizarán, en Navarra, de donde emigró el bisabuelo. Apodado El Vasquito, solía visitar en su infancia el Euskaldunak Denak Bat [la casa vasca de la localidad] vestido de dantzari. Eso motivó que en su día, cuando jugaba en el Espanyol, el Athletic se planteara su fichaje. “En el Camp Nou creo que empaté una vez, la del gol de Tamudo”, recuerda el íntimo de Messi y de Mascherano, con los que ganó el Mundial juvenil de 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín. Quizás por eso asume lo complicado que es enfrentarse a Leo, pero asegura que pararle no es imposible: “Le tiras un placaje estilo rugby y por ahí... le frenas. El problema es que entonces aparecen Xavi, Alexis, Pedro, Neymar, Iniesta… el problema es el Barcelona. Hay faena”.

Es consciente de la misión de su equipo mañana: “Subir la intensidad y robar espacios porque contra jugadores de esa calidad, un metro y estás muerto”. Asegura que nunca imaginó a su amigo Mascherano de central: “Pep fue muy listo, reúne las necesidades perfectas para jugar ahí porque es inteligente tácticamente, es rápido, valiente al cruce, tiene buen pase”. Mientras, sueña con jugar su primer Mundial, algo que tras 44 partidos con Argentina se le resiste.

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