_
_
_
_
_

Simulacro de clásico

El Real Madrid aborda el duelo con el Schalke como preparación para medirse al Barça

Diego Torres
Ancelotti observa a Jesé en la rueda de prensa.
Ancelotti observa a Jesé en la rueda de prensa. Emilio Naranjo (EFE)

Jesé Rodríguez se presentó en la sala de conferencias con su corte de pelo marcial y su acento tropical. Impasible y erguido como un marine. Su declaración, lacónica, fue una manifestación de entrega. “Mi papel es secundario”, dijo, mientras su entrenador, Carlo Ancelotti, lo examinaba a medio metro de distancia, abriendo bien el ojo y elevando la ceja izquierda para no perder detalle. Ambos presentaron el partido de vuelta de los octavos de la Champions, que el Real Madrid jugará hoy contra el Schalke. Un encuentro irrelevante después del 1-6 de la ida, cuyo único interés radica en su carácter de estación intermedia antes del clásico del domingo. En este clima de tensión contenida lo que de verdad resultó asombroso fue la apariencia de sometimiento total de Jesé a la autoridad armónica que gobierna el Madrid.

Jesé se labró una fama. Fue el canterano díscolo por antonomasia, el único jugador del Madrid que se atrevió a dar una entrevista para cargar contra José Mourinho, el exmánager, en una época en que el portugués gozaba de un poder omnímodo. El asunto generó tanto revuelo en el club que, meses después, llegó a oídos de Ancelotti. El técnico andaba inquieto hace días, indagando. “¿Es cierto que Jesé hizo unas declaraciones públicas contra Mourinho?”, preguntaba a los empleados del club. El italiano se mostraba alerta ante la presencia desafiante del chico, que se siente un genio del fútbol y se reprime mientras espera su turno en el banquillo. Zidane colabora en este autocontrol, haciendo para Ancelotti el trabajo de erosión psicológica, repitiéndole a Jesé que solo tiene 21 años y que debe tener paciencia.

Jesé: “Soy secundario”; Ancelotti: “Di mi primera rueda de prensa con 30 años, él tiene 21”

“Jesé tiene suerte”, dijo Ancelotti ayer, haciendo un guiño al chaval. “Cuando yo di mi primera rueda de prensa en Champions tenía 30 años. Él tiene 21”.

Así están las cosas en el Madrid, donde Ancelotti y su colaborador Zidane han demostrado en ocho meses que las intimidaciones no son la forma más eficaz de disciplinar a un grupo de jugadores de talento. El caso de Jesé es sintomático. Del medio motín del año pasado la plantilla ha transitado hacia el orden y la competencia. Reina un optimismo de triplete.

Le preguntaron a Ancelotti si esta era la mejor plantilla que había tenido y su respuesta sirvió de testimonio del estado de felicidad que se extiende por Valdebebas. “No sé si es la mejor porque he tenido plantillas con mucha calidad”, rememoró. “Pero tiene un poquito de todo. Experiencia, juventud, carácter, personalidad… En eso, es la plantilla más completa”.

El entrenador anunció que el partido contra el Schalke será la mejor forma de entrenamiento posible para el clásico. También avisó de que hará modificaciones. “Vamos a hacer algunos cambios porque hemos tenido un partido con mucho desgaste físico con el viaje a Málaga del sábado por la noche”, dijo. No jugará Benzema, que espera que se recupere de su lesión muscular para el fin de semana. Su lugar en el eje del ataque lo ocupará Morata, acompañado de Jesé y de Cristiano en las bandas.

Para el Schalke poco más que la honra hay en juego. Jens Keller, su técnico, sostuvo que su equipo será “valiente” y subrayó: “Actualmente el Real Madrid y el Bayern son los equipos más fuertes del mundo”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_