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Actas de una rendición impecable

Los 11 folios de la resolución que absuelve a Marta Domínguez muestran una sumisión absoluta a la “brillante” defensa

Carlos Arribas
Marta Domínguez durante la rueda de prensa.
Marta Domínguez durante la rueda de prensa. Cristobal Manuel (EL PAÍS)

Al comienzo del cuarto folio de los 11 que la componen, a finales del quinto, a principios y a finales del séptimo y en el segundo párrafo del octavo están las claves, no más de seis palabras, hipérboles absolutamente inhabituales en sentencias y laudos de todo tipo, que permiten considerar que la resolución por la que el Comité de Disciplina de la Federación Española de Atletismo que absuelve a Marta Domínguez de vulneración de las normas antidopaje más que un acto de justicia es un acta de rendición.

La primera palabra es “brillante”, adjetivo adjudicado al informe médico presentado por los expertos de la defensa por la redactora de la resolución, la presidenta del comité que la firma, Esther Pascual, al lado del secretario, José Luis de Carlos, mano derecha del presidente de la federación, José María Odriozola. La segunda palabra es de nuevo “brillante”, aplicado en este caso al “rigor, claridad y fundamentación, y cualificación profesional de la autora”, Rosa Vidal, del informe pericial solicitado por el propio comité. La tercera y la cuarta son un adverbio y un adjetivo, “totalmente imparcial”, con que se califica al informe pericial de Vidal, quien es sencillamente la responsable del Departamento Antidopaje de la federación española de atletismo, precisamente el mismo organismo que juzgaba la inocencia o culpabilidad de la considerada mejor atleta española de la historia y para la que la federación internacional (IAAF) solicitaba una sanción de cuatro años por considerar que los datos de su pasaporte biológico (el estudio longitudinal de varios parámetros sanguíneos sometidos a una criba informática y posteriormente al análisis de tres expertos) indicaban la probabilidad de dopaje sanguíneo mediante manipulación (extracción y transfusión de sangre) o toma de EPO, un medicamento que aumenta el número de glóbulos rojos y por tanto la capacidad de consumo de oxígeno y, así, la capacidad de resistencia de los deportistas.

En la resolución se reproducen íntegramente, dándoles carácter sagrado prácticamente, los 13 argumentos con que se cerraban los 146 folios del informe de la defensa de la atleta

La quinta es de nuevo un adjetivo sin mancha, rotundo: “Impecable”, que así es cómo proclama la “imparcial” Rosa Vidal el “brillante” informe pericial de la defensa de la atleta. La sexta es sencillamente un nombre propio “Marta”, así, con familiaridad, sin apellidos detrás ni tratamiento delante, que es como cita a la atleta la resolución en un interesante párrafo: “Una vez cerrado el debate médico en torno a la validez del pasaporte biológico, que en ningún caso evidencia la conducta antideportiva de Marta…”

Lo que no dice la resolución es que el 26 de febrero pasado, durante más de cuatro horas los expertos de la defensa de Marta Domínguez estuvieron explicando brillantemente, “una lección magistral”, según algunas fuentes, punto por punto su informe tanto a las tres abogadas que forman el comité de disciplina, como a su secretario, como a la propia experta “imparcial”, Rosa Vidal.

En la resolución se reproducen íntegramente, dándoles carácter sagrado prácticamente, los 13 argumentos con que se cerraban los 146 folios del informe de la defensa de la atleta, en los que se concluye que por un lado una enfermedad que la propia atleta padecía sin saberlo (hipotiroidismo subclínico: Marta Domínguez consumía levothroid, que es uno de los medicamentos que Eufemiano Fuentes, que fue médico de la atleta durante años según diversos documentos hallados en la Operación Puerto, recetaba a sus deportistas para aumentar su rendimiento, y es un medicamento indicado para el hipotiroidismo), por otro errores de base y groseros en el cálculo de la fórmula del off score (uno más de los parámetros sospechosos en el pasaporte biológico de la atleta y senadora), y por otro contradicciones sonoras en los textos publicados por los tres expertos que señalaron con rojo los datos de Domínguez, permiten concluir que no hay pruebas de que pudiera usar EPO para aumentar su rendimiento. Posteriormente, las conclusiones muy similares de la médica Rosa Vidal, concluyen exactamente lo mismo, que no se puede afirmar que tomara EPO Domínguez. Sin embargo, en ninguno de los informes favorables a la inocencia de la campeona mundial de 3.000m obstáculos en Berlín 2009 se estudia la posibilidad de que las variaciones en la hemoglobina y los reticulocitos de Domínguez se deban a posibles extracciones y autotransfusiones en fechas cercanas a sus grandes éxitos.

Para el comité, “analizados en conciencia, ofrecen mayor garantía”, los de la defensa y los de la propia federación juzgadora que los de los expertos contratados por la IAAF. Por eso, el comité aplica la presunción de inocencia a la atleta y la absuelve.

Mientras el presidente de la federación española, Odriozola, escribió a la directora general de Deportes, Ana Muñoz, quejándose de la nota crítica con la que el Consejo Superior de Deportes (CSD) recibió la exculpación e hizo en su carta acto de fe en el pasaporte biológico (que no se ha demostrado fiable con la atleta española, señala), la federación publicó posteriormente una nota de prensa en los mismos términos, reafirmando su confianza tanto en el pasaporte como recalcando su compromiso de 30 años luchando contra el dopaje.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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