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Como en el Tour, pero en invierno

Purito vuelve a dominar y derrota en los últimos metros a Contador, Nairo Quintana y Froome

Carlos Arribas
Contador seguido por Purito en la tercera etapa de la Volta.
Contador seguido por Purito en la tercera etapa de la Volta.T.Albir (EFE)

En las laderas de las montañas, mirando hacia arriba desde la meta, el paisaje es invernal, una estación de esquí, pistas blancas preparadas para locos del snowboard que sudan felices pese a que la temperatura es heladora, pero más abajo, al final de la corta subida a La Molina, en el corazón de la Cerdanya, donde los Pirineos se acercan imparables ya hacia el Mediterráneo, un par de curvas con pendiente y no muchos más, aquello es julio. Julio sin sol, sin luz deslumbrante, pero julio. Aquello es el Tour. O así lo parece. O así, quizás, lo cree Chris Froome, quien ataca inconsciente antes que ninguno, y sin molinete mágico; y así lo pueden creer también Contador y Purito y Quintana, que intentan seguir, y le superan, al hombre imbatible. Son, exactamente, los cuatro primeros clasificados del último Tour. "Y no solo eso", remacha Contador, que intenta sonreír nada más cruzar la meta aunque le ponga difícil la tarea una flema rebelde, hija del cansancio, del sprint final en el que Purito, el escalador volcánico, atómico, logró superarle. "Estamos los cuatro mejores del Tour y los cuatro queremos ganar".

Clasificaciones

ETAPA

1. Joaquim Rodriguez (Spain / Katusha) 4:50:55"

2. Alberto Contador (Spain / Tinkoff - Saxo) +5"

3. Nairo Quintana (Colombia / Movistar) +9"

4. Tejay van Garderen (U.S. / BMC Racing) +11"

5. Chris Froome (Britain / Team Sky) +13"

GENERAL

1. Joaquim Rodriguez (Spain / Katusha) 12:58:00"

2. Alberto Contador (Spain / Tinkoff - Saxo) +5"

3. Nairo Quintana (Colombia / Movistar) +9"

4. Tejay van Garderen (U.S. / BMC Racing) +11"

5. Chris Froome (Britain / Team Sky) +13"

Y los cuatro llegaron en un orden diferente al que ocuparon el pasado verano en los Campos Elíseos (recuerden: Froome, Nairo, Purito, Contador), pues en La Molina ganó Purito, y después, unos segundos más tarde, llegó Contador, y luego Quintana y finalmente, y ni siquiera cuarto porque al final le superó Van Garderen, Froome. "Pero estoy contento", dijo el inglés sudoroso mientras hacía rodillo a la sombra heladora de su autobús después de terminar la etapa. "Dadas las circunstancias, mi lesión en la espalda, el tiempo que he estado parado, las cosas no me han ido mal. He cometido quizás un error táctico atacando el primero, pero necesitaba probarme, y los otros han esperado muy bien su momento. Todos queremos ganar, pero el camino hasta el Tour es largo, y hoy, con un puerto que no era muy duro, el final estaba a la medida de Purito...". Y eso repitió Contador: "Tiene Purito una chispa increíble".

Pero no es el Tour. Es marzo, una primavera que recién estrenada ha decidido refugiarse en el invierno, y aunque el pelotón está en los Pirineos no está en Francia, sino en Cataluña, en la Volta, la primera carrera en ocho meses en la que los mejores hombres Tour vuelven a verse las caras, y con ganas. Así están los campeones en 2014: todos quieren marcar territorio, sea simbólica o psicológicamente. Todos quieren convertirse en la pesadilla del rival ya tan pronto, aunque falten aún tres meses y medio, y mucho calor, para que llegue el Tour, aunque un par de los protagonistas del 13, Purito y Nairo, adelanten, de entrada, su duelo un par de meses, desde el 9 de mayo en el Giro. "Es increíble", dijo Purito a los periodistas en la carpa heladora de su conferencia de prensa, recién aterrizado, como quien dice, de varias semanas de duro y caluroso entrenamiento en las laderas de magma del Teide. "Mirad cómo va el año: ningún grande se esconde. En Omán ganó Froome; en San Luis, Nairo; en la Tirreno, Alberto; aquí estoy ganando yo...".

En la etapa de hoy, jueves, que será más dura aún, pues termina en lo alto de Vallter 2000, a 2.200 metros de altitud (11 kilómetros al 8%), Purito, el explosivo de los últimos metros, espera que no le ataquen de lejos, pero Froome, Contador y Nairo, otro tipo de escaladores, seguramente piensen diferente. Y todos saben, cómo se vio hace una semana en los Abruzos, donde Contador recuperó el gusto por el ataque sorpresa, que cuando se trata de disputas entre campeones, la audacia casi nunca es locura, sino obligación. Y Quintana, el colombiano que ayer acabó no tan feliz y tiritando, también recuerda que fue en Vallter 2000 donde hace un año justo, cuando ganó, donde todo el mundo empezó a conocerlo de verdad. Y los rivales a temerle.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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