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El ‘código Mercedes’

El equipo alemán da normas de conducta a Rosberg y Hamilton

Oriol Puigdemont
Nico Rosberg, en el circuito de Sepang.
Nico Rosberg, en el circuito de Sepang.DIEGO AZUBEL (EFE)

El GP de Malasia del pasado año figura en los libros de historia de F-1 como la carrera del Multi 21, aquel código interno de Red Bull que Sebastian Vettel se saltó a la torera cuando a pocas vueltas del final saltó a la yugular de Mark Webber, su compañero, le adelantó sin miramientos y sumó su primera victoria del curso. El rifirrafe entre el alemán y el australiano camufló un episodio similar que se vivió en Mercedes. Rosberg, que circulaba cuarto por detrás de Lewis Hamilton, recién llegado a la estructura de Stuttgart, recibió la instrucción de no atacar. Obedeció, y luego recordó a sus superiores: “No olvidéis lo que acabo de hacer”.

En su primer Mundial juntos en Mercedes, la cohabitación entre Hamilton y Rosberg fue más que buena. No han dejado de verse las caras desde que a los 13 años compartieron escudería en el karting, y desde hace un par de años viven en el mismo edificio en Montecarlo. Sin embargo, todo ese compadreo se ha ido enfriando en la misma proporción que con el nuevo coche las opciones de coronarse de ambos se han multiplicado. Cuando lo que hay en juego en un título de campeón y uno posee un monoplaza de garantías, ganar a tu compañero es el principal objetivo. “En la pista habrá batallas entre Lewis y yo y eso es bueno para la televisión, para el espectáculo. De esto van las carreras”, concede Rosberg.

La escudería planteó dos docenas de situaciones de carrera y cómo comportarse

Anticipándose a posibles conatos de incendio como el que se vivió en este mismo escenario hace un año, y sabiendo que el W05 es el prototipo del momento, Mercedes reunió a sus dos pilotos en Australia alrededor de una mesa y les presentó dos docenas de hipotéticas situaciones de carrera para que cada uno de ellos tenga bien claro cómo debe reaccionar, y así tratar de evitar en la medida de lo posible tomar decisiones de forma precipitada. Por más que la sede de la división de F-1 esté en Brackley, Gran Bretaña, está claro que la casa madre es alemana. En aquel encuentro, que duró varias horas, se encontraron Toto Wolf, director ejecutivo, y Paddy Lowe, el director técnico, además de los pilotos.

“Hay que tener muy claros los límites y hemos trabajado en ello minuciosamente, así que sabemos qué podemos esperar del otro”, anuncia Nico. “La conversación que tuvimos fue muy bien. Cada uno mostró su opinión acerca de cómo se debe proceder en según qué circunstancias, y todos coincidimos en que nuestros principales rivales son los demás equipos”, matiza Wolf. “Primero tenemos que asegurarnos de que como equipo somos fuertes, y luego decidiremos en base a cada caso. Puede que en un caso lo hagamos en una dirección y a la siguiente, en otra”, añade el ejecutivo. El abandono de Hamilton en Australia a las primeras de cambio hizo imposible que se cruzara con Rosberg. En Sepang, el británico fue el más rápido en la primera sesión de entrenamientos y el germano, en la segunda.

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