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“Estoy extremadamente feliz”

Alonso celebra arrancar cuarto tras resarcirse de un toque con Kvyat en la Q2 y que dejó su Ferrari tocado

O. PUIGDEMONT
Alonso rueda en Malasia.
Alonso rueda en Malasia. Paul Gilham (Getty Images)

Nada más bajarse de su Ferrari al terminar la segunda cronometrada de la temporada, Fernando Alonso dio una vuelta por detrás de su monoplaza y se dirigió a la barrera que cercaba el parque cerrado. Allí, chocó sus manos con las de los mecánicos que le esperaban, antes de dirigirse a la zona de pesaje. El asturiano parecía contento y después aseguró estarlo, y mucho, considerando lo apurada que fue la segunda criba (Q2). Nada más salir a la pista, con el asfalto empapado y lloviendo, Alonso afrontó una horquilla a la izquierda sin ver que el Toro Rosso de Daniil Kvyat había iniciado una maniobra para adelantarle por el interior. Al ir a buscar el vértice de la curva, ambos monoplazas se tocaron y uno de los tirantes de la dirección del Ferrari se rompió. El español pudo regresar al box, donde sus mecánicos trataron de arreglar la avería. Mientras uno recurría a la cinta americana, indispensable en cualquier taller que se precie, otros dos trataban de impedir que las cámaras registraran lo que se hacía con ella, no fuera a ser que los clientes de Ferrari pensaran que esa es la forma habitual de arreglar sus coches.

La clave fue poner las únicas ruedas por estrenar que nos quedaban en el momento justo

Al cabo de unos minutos, Alonso pudo volver a la pista y se clasificó para la tercera eliminatoria. Una vez en ella, lo fio todo al único set de neumáticos extremos nuevos que le quedaba y la jugada le salió de perlas porque colocó su F14T en la tercera plaza, aunque Nico Rosberg le desplazara un poco más tarde a la cuarta.

“Estoy tremendamente feliz. Esta cuarta plaza es lo mejor que podíamos esperar. La clave fue poner las únicas ruedas por estrenar que nos quedaban en el momento justo. Eso nos permitió situarnos donde no pudimos en todos los entrenamientos”, concedió el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006). Inmediatamente después de atender a los periodistas, el ovetense fue reclamado por los comisarios de la FIA junto con Kvyat, para que cada uno diera su versión del encontronazo que protagonizaron en la Q2, y del que salieron sin sanción. “Fue una situación desafortunada. No lo vi, esa es la verdad, no sabía de dónde había salido. Lo que me sorprendió es un ataque de esa intensidad en la vuelta de lanzamiento”, quiso puntualizar Alonso, que a partir del roce comprobó como su bólido no iba igual: “Hacia un lado podía girar con total suavidad, y hacia el otro apenas podía con la fuerza de las dos manos”.

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