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Nadal asalta la frontera

El español, que cede metros para restar, y Djokovic, que los gana para mandar, luchan hoy por el título de Miami desde la línea de fondo Será el 40º enfrentamiento entre ambos

Juan José Mateo
Nadal celebra un punto durante el torneo.
Nadal celebra un punto durante el torneo.Geoff Burke (USA Today Sports)

“Si juego cuatro metros detrás de la línea, estaré muerto”. La profecía corresponde a Rafael Nadal, ve la luz antes de que la retirada de Tomas Berdych en semifinales le cite hoy con Novak Djokovic en la final del Master 1.000 de Miami (20.30, Digital+ y Tdp) y se pronuncia sobre el altar del sufrimiento.

Para remontar 4-6, 6-2 y 6-4 a Milos Raonic en cuartos, el número uno tuvo que apretar los dientes e irse hasta la valla a restar los servicios del gigante canadiense (1,96m). Allí, alejado de la línea de fondo para comprar tiempo y espacio con los que ver la bola y esperar a que baje su trayectoria, el mallorquín suele ganar la opción de restar y se arriesga a perder la posibilidad de mandar. Esos cuatro metros que separan la vida y la muerte serán incluso más decisivos ante Nole. La última vez que los dos mejores tenistas del planeta se enfrentaron al aire libre y sobre cemento (final de Pekín 2013, 3-6 y 4-6), el español acabó desesperado. No tuvo ni una bola de break. No ganó más de seis puntos sobre el saque del serbio. No pudo recuperar con restos largos y profundos el espacio que había cedido para ir a la caza del saque. Abandonó la línea de fondo, entregó el bastón de mando y se despidió sin remedio, en desventaja desde el primer tiro contra un devorador de pelotas cortas.

“Pero eso no me preocupa en absoluto. Aunque ante Raonic no acabó de presionar lo que debía presionar, Rafa acabó jugando más dentro. Está preparado”, explica por teléfono Francis Roig, el técnico que acompañó a Nadal en aquella cita asiática. “Rafa va según las exigencias del guion. Sabe que con Raonic le puede valer jugar atrás, que ir para adelante le cuesta, que para él es tomar más riesgos... y también que contra Djokovic no le queda otra porque es demasiado bueno, que si no lo hace, si no es agresivo, no es solo perder, es irte con mala sensación”, describe. “Por eso seguro que juega más dentro. No tiene más remedio. Se verá obligado por el otro”, añade. “Lo que pasó en Pekín es que la bola no cogía efecto. Era casi jugar en pista cubierta y los palos planos cogían mucha velocidad”.

Nole solo ha caído dos veces contra el mallorquín en cemento desde 2011

Desde que profesionales y amateurs empezaron a competir juntos (1968), nadie se ha enfrentado tantas veces como estos dos tenistas, que hoy vivirán el capítulo 40 de su rivalidad. Nadal domina 22-17 el cara a cara. Sobre cemento lo pierde 7-13. Desde 2011, cuando explotó su contrario con una temporada memorable, solo le ha tumbado dos veces de ocho posibles en esa superficie.

“Novak es más favorito que yo en este tipo de pistas”, reconoció el número uno en Miami, una cita que no ha ganado nunca y en la que la superficie ayudará al prodigioso restador que es Nole a devolver su saque. “Esta es la realidad. Él viene de ganar un torneo muy importante como es Indian Wells y viene lleno de confianza”, añadió, coincidiendo con Roig, que también le da un gran valor al torneo ganado por el serbio. “Yo he competido mejor este torneo [que en Indian Wells, donde perdió en tercera ronda] y he jugado bien y eso es muy importante de cara a la final, a competir por ella y a lo que me viene luego”, admitió. “Queda el último esfuerzo para estar preparado para pelear hasta el último momento”.

Esta es una guerra territorial. Cuando Nadal cede metros para restar, Djokovic los gana para mandar. Solo hay una excepción a esa regla, pero es una excepción temible: con frecuencia, los poderosos brazos de Nadal son capaces de producir una pelota larga, alta e incomodísima desde posiciones en las que otros tenistas son incapaces de pasar la red. Cuando el español consigue hacer eso —cosa que no ocurrió ante Raonic— recupera pista. Manda. Ve el horizonte abierto. Y dispara.

Es la receta con la que derrotó a Djokovic en la final de Montreal y en la del Abierto de EEUU 2013. El guion para disputar un partido que es algo más que la lucha por un título, algo más que el cruce entre los dos mejores tenistas del momento.

El circuito busca identificar al macho alfa de 2014. Al jefe. Como Roger Federer todavía es solo chispazos, Andy Murray sigue buscándose tras operarse de la espalda, David Ferrer duda tras cambiar de técnico y Juan Martín del Potro está de baja por una operación en la muñeca, no hay por ahora candidatos que amenacen la lucha a brazo partido entre los dos mejores. Lo que pase en Miami no servirá solo para el ahora. Mañana, en la exigente gira europea de arcilla, que decide muchas cosas sobre el número uno, Roland Garros e incluso Wimbledon, Nadal podrá ganar jugando desde lejos, pero se desgastará mucho menos corrigiendo esa propuesta, como en sus mejores días. Desde hoy, el número uno lucha por reconquistar la frontera de la línea de fondo.

MARIANO ZAFRA / EL PAÍS

Séptimo título para Serena

La tenista estadounidense Serena Williams agrandó su leyenda en el torneo de Miami, de categoría Premier para el circuito de la WTA, conquistando este sábado su séptimo título en Crandon Park, donde batió en dos sets (7-5, 6-1) a la número dos del mundo, la china Na Li.

En su novena final en Florida, la menor de las Williams impuso su poderío y presencia sobre la pista para remontar un 2-5 en contra en el primer set. La ganadora del pasado Abierto de Australia puso contra las cuerdas a la yanqui, pero se desinfló ante la reacción de la número uno y reina de Miami.

Y es que Serena dio la vuelta a los dos 'breaks' en contra con los que empezó la final con cinco juego consecutivos que le dieron el primer parcial. En el segundo, poco tardó la número uno de la WTA en apretar a la número dos, y en el cuarto juego logró una rotura decisiva (3-1).

Con otro 'break' más, Serena Williams se hizo más grande en Miami, su torneo fetiche con un récord de nueve finales y siete títulos, además de alargar su supremacía sobre Li a un severo 11-1 en enfrentamientos entre ambas.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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