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El Milan desarbola a un errático Barça

El equipo azulgrana sufre un varapalo, su primera derrota en el Top 16 de la Euroliga (91-63)

Robert Álvarez
Marcelinho trata de frenar a Hackett.
Marcelinho trata de frenar a Hackett.OLIVIER MORIN (AFP)

Milán vuelve a soñar. Fue un grande del baloncesto europeo pero hacía tanto tiempo que no ganaba títulos, hacía tanto desde que conquistó su último doblete en Italia, que por entonces, en 1996, una de las figuras del equipo, junto a Bodiroga, era Nando Gentile, el padre de Alessandro, el mismo que ofició la paliza que le propinó el equipo romano al Barcelona.

La intensidad y el acierto de los milaneses cogieron con el pie totalmente cambiado al equipo de Xavi Pascual, que se desplomó a partir del segundo cuarto. Invicto en las 12 primeras jornadas y con el primer puesto ya asegurado en el Top 16 de la Euroliga, el Barcelona apenas dio señales de vida. Defendió mal, se desangró con las pérdidas de balón y estuvo tan errático en los triples como en los tiros libres. Su actuación fue tibia en todos los aspectos del juego, irreconocible, destensado, sin apenas ningún jugador a la altura de un partido que el Milán se tomó como una prueba de fuego.

ARMANI MILÁN, 91; BARCELONA, 63

Armani Milán: Hackett (11), Gentile (24), Moss (0), Melli (5), Samuels (16) –equipo inicial-; Cerella (7), Wallace (5), Lawal (9) y Jerrells (14).

Barcelona: Marcelinho (4), Abrines (12), Papanikolaou (4), Lorbek (6), Tomic (8) –equipo inicial-; Pullen (2), Dorsey (4), Sada (4), Todorovic (6), Hezonja (2), Oleson (3) y Lampe (8).

Parciales: 21-20, 22-14, 26-6 y 22-23.

Árbitros: Radovic (Croacia), Boltauzer (Eslovenia) y Latisevs (Letonia)

Mediolanum Forum de Milán. 13ª jornada del Top 16 de la Euroliga.

Muy bien pertrechado, con Hackett a la manija y Gentile como líder, el equipo italiano hizo muchos más que consolidar su segunda plaza en el grupo E. Se demostró a sí mismo que sus opciones a estar presente en la final four que se disputará en su cancha, el Mediolanum Four, llena hasta la bandera para presenciar el duelo, son más que razonables. Luca Banchi, su técnico, ha conseguido redondear un equipo que juega con fluidez, que posee varios jugadores desequilibrantes, y al menos ocho de un excelente nivel. Y eso que no puede contar con Langford, lesionado.

El Barcelona tampoco pudo disponer de Navarro, igualmente con molestias. La defensa azulgrana concedió demasiado las circulaciones de balón del ataque del Milan, no defendió bien en la línea exterior, recibió 11 triples y no pudo echarles el lazo ni a Gentile ni a Hackett. Su ataque fue igualmente deficiente. No marcaron la línea bajo tableros.

Tomic acumuló cuatro faltas y solo jugó 15 minutos, Lorbek estuvo tibio y Dorsey sufrió un escarnio. La defensa italiana fue cruel. Lo llevó hasta 10 veces al cadalso de la línea de tiros libres y solo anotó dos. El juego exterior del Barcelona resultó igualmente pobre, especialmente desacertados Marcelinho y Pullen.

El desenlace del encuentro supuso una advertencia del Milan, que se dio una fiesta en el Mediolanum Forum, donde espera estar de nuevo en mayo aspirando al que sería su cuarto título en la máxima competición continental. Los dos últimos títulos los obtuvo en 1987 y 1988 con un equipo en el que estaban Meneghin, Bob McAdoo y Mike D’Antoni, el actual entrenador de los Lakers.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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