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FÚTBOL | FC BARCELONA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un ejercicio de responsabilidad

Los socios del Barça votan la construcción de un nuevo Camp Nou Hay dudas sobre la financiación, las condiciones y hasta sobre la oportunidad pues la media de asistencia al estadio disminuyó en 7.000 espectadores

Ramon Besa

Hay mucho ruido últimamente alrededor del Barça, puede que incluso demasiado para tomar una decisión serena sobre el futuro Camp Nou. La reforma se ha convertido incluso en sospechosa por el empeño y despliegue institucional y publicitario que ha puesto la directiva en la defensa de un proyecto tan millonario que da grima convertir en pesetas los 600 millones de euros presupuestados para una obra prevista a partir de 2017. Hay dudas sobre la financiación, las condiciones y hasta sobre la oportunidad puesto que la media de asistencia de espectadores al estadio disminuyó en 7.000 respecto al ejercicio 2013-2014.

La actual propuesta no estaba ni en el programa electoral de la junta que presidió Rosell. Ha habido muchos cambios de plan, la obra ha sido calificada de faraónica, no se sabe muy bien hasta qué punto será viable y asumida, se teme por el futuro endeudamiento de la institución e incluso se discute sobre la legitimidad del actual consejo y la posibilidad de que el referéndum de hoy se convierta en un plebiscito y suponga un cheque en blanco para el equipo de Bartomeu. La junta se ha explicado reiteradamente y a gusto sobre los motivos del al mismo tiempo que ha permitido también a los partidarios del no poder exponer su punto de vista desde el Auditorio 1899.

Los argumentos de socios como Xavier Sáez, Gabriel Rex y Aniol Colillas, así como la documentación que periódicamente ha ido facilitando Albert Alabedra, expresan la inquietud social sobre el futuro del Barça después de la experiencia vivida con Les Corts. La riqueza de muchas aportaciones ha contrastado con el silencio de los opositores que no quieren hipotecar sus aspiraciones, a excepción del siempre presente Benedito. El problema es que la mayoría de barcelonistas entiende que se impone la reforma y, por tanto, las discrepancias están en el día, el dinero y la forma, sobre todo después de que ni Núñez ni Laporta consiguieran capitalizar al club a partir de un nuevo Camp Nou.

La propuesta genera inquietud social sobre el futuro del Barça después de la experiencia vivida con Les Corts

A juicio de algunos hay por tanto varios factores que cuestionan la oferta de la misma manera que se cuentan también diferentes argumentos para defenderla sin reservas. Una vez llegados a tal punto habrá que coincidir en que pocos clubes en el mundo tienen la posibilidad de pronunciarse al respecto en las urnas. Así que hoy se impone un ejercicio de responsabilidad en el barcelonismo. Los socios podrán votar afirmativa o negativamente en un espacio común y de denominación colectiva, a gusto de todos: el Camp Nou suena igual de bien que el Miniestadi o el Palau Blaugrana.

Que la jornada sea igual de democrática para el Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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