_
_
_
_
_

Sergio García: “Lo malo me ha hecho fuerte”

El golfista castellonense celebra la madurez en su juego a las puertas del Masters de Augusta: "Ahora sé disfrutar"

Juan Morenilla
Sergio García, en la última jornada del Houston Open.
Sergio García, en la última jornada del Houston Open.AFP

Sergio García (Borriol, Castellón; 1980) es otro. Al Niño el alma se le refleja en la cara y en las palabras. Y estas hablan de un golfista y un hombre en su madurez, encarrilado, como él dice. El pasional Sergio se siente feliz al lado de Katarina Boehm, su pareja, también golfista y su caddie ocasional. El Niño rezuma confianza y su juego está afilado a las puertas del Masters, del jueves al domingo. Este domingo dejó su tarjeta de candidato con un tercer puesto en el Shell Houston Open, a dos golpes de Matt Jones y Matt Kuchar (ganó el primero en un desempate). Es su cuarta clasificación este año entre los 10 primeros en el circuito estadounidense. Augusta siempre le ha dado urticaria, pero hoy se siente capaz de todo, y por qué no de celebrar los 20 años de la primera chaqueta verde de Olazábal con otro traje español.

Pregunta. Dice que está feliz. ¿El golf es un estado de ánimo?

Respuesta. Sin ninguna duda. El golf y todo, el trabajo en sí. Si vas a la oficina bien de ánimo, trabajas con otras ganas. Se nota en todo y en el deporte más todavía. Ayuda mucho ser feliz para jugar. Son cosas de la vida. Hay altibajos, da igual quién seas, y hay que aprovechar los buenos momentos y aprender de los malos.

P. ¿Qué ha cambiado?

R. Fuera del deporte mi vida está bien encarrilada. He aprendido de los momentos flojos, y ahora que estoy bien lo tengo que aprovechar al máximo. De lo malo he aprendido mucho, me ha hecho fuerte como persona y me he dado cuenta de la fortuna que tengo cuando las cosas van bien. He aprendido a disfrutar.

Sirve mucho ser feliz para jugar. Ahora soy más paciente

P. ¿En qué se nota eso en el campo de golf?

R. Sobre todo soy más paciente. Cuando estaba más alterado, si tenía un error me autopresionaba, me venía abajo. Intentaba hacer cosas que no debía. Ahora que estoy con confianza, si hago un bogey lo asumo de otra manera. Sé que voy a ser capaz de recuperarlo y le doy menos importancia. Soy más optimista. Me digo: “No pasa nada, lo recupero enseguida”. Cuando estaba de bajón, veía las cosas complicadas.

P. ¿La personalidad influye a la hora de jugar?

R. Creo que no. Hay jugadores más abiertos, que exteriorizan más sus sentimientos, como yo, y otros mucho más calmados, más introvertidos. Lo importante es encontrar lo que a ti te hace feliz. Yo soy pasional, dentro y fuera del campo. Soy español, con eso se dice todo. Siempre hemos sido de sangre caliente, en todos los deportes. Nos encendemos enseguida. Es nuestra pasión. Yo siempre he intentado ser fiel a mí mismo, lo más sincero posible. Está claro que a la gente no siempre le gusta oír lo que digo. Eso no quiere decir que no sea verdad. Cada uno es como es. Yo intento que la gente me conozca como soy y no dar una imagen y luego ser diferente.

P. ¿Qué imagen cree que la gente tiene de usted?

R. Eso pregúnteselo a ellos. Yo intento ser lo mejor posible, representarme a mí, a mi país y a mis patrocinadores de la mejor manera. Intento ser sincero. Cada uno te ve como quiere. Yo soy como soy. Busco divertirme y que la gente se lo pase bien cuando me ve.

P. ¿Decir lo que piensa le ha traído más cosas buenas o malas?

R. Más cosas buenas, sin ninguna duda. Hay veces que he dicho algo que en ese momento sentía, y luego lo pienso y… me tenía que haber callado o haberlo hecho de diferente manera. Pero cuando uno es sincero y abierto, como soy yo, que me gusta hacer amigos, a la larga tienes más posibilidades de estar rodeado de buena gente.

P. Ha vuelto a Twitter. ¿Ha aprendido a vivir con las críticas?

R. Sí, intento bloquear más ese tipo de cosas. Me gusta estar conectado con mis fans, mis patrocinadores requieren este tipo de redes sociales, así que intento fijarme en los fans reales. Desafortunadamente siempre hay quienes quieren meterme puyitas.

P. Con 34 años, ¿siente que está en su madurez?

Soy fiel a mí mismo, sincero. A la gente no siempre le gusta oír lo que digo

R. Sí, noto esa madurez. Si fuera futbolista o tenista, estaría preocupado, pero si el físico va bien me quedan buenos años de golf. Llevo 16 temporadas en el circuito y he ido madurando. Noto que no soy el niño de 19 años que empezó, aunque sigo teniendo cosas de ese niño, la ilusión.

P. ¿Es agotador estar tantos años bajo la lupa?

R. No. Cuando haces algo que adoras, no es agotador.

P. ¿Su juego ha merecido más?

R. Es complicado de decir. Si miro atrás sí que hay varios torneos que probablemente debería haber ganado, pero también hay semanas que ganas sin jugar bien. Siempre me hubiera gustado hacer alguna cosa más.

P. ¿Lo de “no soy capaz de ganar un grande” fue un calentón?

R. Sí, un calentón. En ese momento lo sentía así. Si ese día en el Masters [de 2012] hacía una buena vuelta, tenía opciones el domingo. No fue así, y lo que tenía que haber dicho es que no tenía opciones de ganar. En ese momento pensé diferente, me acordé de cosas que me habían pasado antes… He demostrado que sigo a buen nivel y que en cualquier semana puedo ganar.

P. En el pasado Masters, Tiger Woods no se retiró pese a un dropaje ilegal. Usted dijo que el golf “no es de tramposos y mentirosos, como el fútbol”, sino que debe ser otra cosa. ¿El qué?

Los valores a veces se pierden un poco. Ayudar al golf no es solo ganar grandes

R. El fútbol es de intentar engañar. Y a mí me han inculcado que el golf es ser lo más caballeroso posible, respetar el deporte al máximo y saber que en algunos años el golf seguirá ahí y yo, Tiger, Phil [Mickelson], Ernie [Els]… no estaremos. Toda esa buena imagen que el golf siempre ha tenido hay que seguir trabajándola. Desafortunadamente han pasado cosas en los últimos años que no han ayudado y es una lástima. Como golfista y deportista son cosas que no me gustan ver.

P. ¿Se han perdido valores?

R. No, los valores siguen estando ahí, pero hay veces que se olvidan. Parece que ahora se enfoque más en ganarlo todo, el dinero… y no es eso. No es lo único que importa. Ayudar al golf no se consigue solo ganando grandes.

P. ¿Tiger no fue un ejemplo de lo que debe ser el número uno?

R. Eso depende de cada uno. Yo ya lo dije, me hubiera sentido incómodo siguiendo jugando, aunque me hubieran dejado. Él no lo vio así, le dieron la posibilidad y siguió. Lo importante es estar contento y totalmente calmado con la decisión que has tomado. Yo no hubiera podido tomar esa decisión. Él sí. De retirarse, hubiera tenido un impacto inmenso, pero no se hizo.

No odio a Augusta. Si lo odiara, no iría. Pero le he cogido un poco más de rabia

P. ¿Su relación con él?

R. Bien, normal y corriente.

P. Después de sus desencuentros con Augusta, Greg Norman decía que él amaba al Masters, pero que el amor no era correspondido. ¿Usted se siente así?

R. Yo no odio Augusta. Si lo odiara, no iría a jugar. Augusta es diferente a otros grandes porque siempre es el mismo campo, la bola te vuelve a botar de la forma que no crees y le he cogido un poquito más de rabia por eso. Los botes buenos nos parecen normales y solo vemos los malos.

P. ¿Se ha imaginado ganando un grande en concreto?

R. El British siempre ha sido el que más me ha llamado.

P. Como madridista, ¿Ancelotti o Mourinho?

R. Como global, me gusta más Ancelotti. Este Madrid es más compacto, toca más, tiene más armas. Antes era la contra, ahora pueden correr o tocar. El último año de Mou pasaron demasiadas cosas negativas. Eso no ayudó.

Shell Houston Open (circuito estadounidense): 1. Matt Jones (Aust), 273 golpes, 15 bajo par (ganador en el desempate). 2. Matt Kuchar (EEUU), 273. 3. Sergio García, 275. 7. Rory McIlroy (N.Irl), 280. 43. Ángel Cabrera (Arg), 288.

NH Collection Open (circuito europeo; Sotogrande): 1. M. Crespi (Italia), 278 golpes, 10 bajo par. 2. Jordi García Pinto, 280. 6. Adrián Otaegui, 282. 20. Carlos del Moral, 287. 35. Eduardo de la Riva, 290. 47. Jorge Campillo, 292.

Kraft Nabisco Championship (circuito femenino): 1. L. Thompson (EEUU), 274 golpes, 14 bajo par. 2. Michelle Wie (EEUU), 277. 6. Azahara Muñoz, 284. 61. Carlota Ciganda, 298.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_