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La jaula de Messi

El sistema de ayudas diseñado por Simeone ha dejado a La Pulga sin marcar en los cuatro partidos en los que se ha medido al Atlético y ha rebajado a la mitad sus remates

Ladislao J. Moñino
Messi y Filipe en el encuentro de ida de los cuartos de final.
Messi y Filipe en el encuentro de ida de los cuartos de final. Vicens Gimenez

Cuando los jugadores del Atlético hablan del Barcelona centran su discurso táctico en impedir el juego por dentro, en correr mucho y en el día que pueda tener Leo Messi. No se fían los futbolistas de Simeone de La Pulga, aunque en los cuatro partidos que han disputado esta temporada le hayan reducido a niveles mínimos en incidencia en el juego colectivo e individual. Messi no ha marcado y ha desequilibrado poco, pero en el plantel de Atlético goza del respeto propio del mejor jugador del mundo. Aunque parezca dormido, melancólico o pase por los partidos como si el juego no tuviera nada que ver con él. “El clásico lo decidió y parecía que no estaba”, asegura Filipe Luis. Nadie en el Atlético es ajeno a la idea de que un día inspirado de Messi puede privarles de disputar las semifinales. “En cualquier momento aparece y marca la diferencia. Hay que estar muy compactos y correr mucho”, apunta Diego Ribas.

Jose Manuel Pinto y Messi durante el encuentro.
Jose Manuel Pinto y Messi durante el encuentro.DANI POZO (AFP)

No hay lugar que Messi ocupe en el campo en el que Simeone no tenga preparado un plan para contrarrestarle, siempre con ayudas entre todas las líneas. “No hacemos una marca especial. Messi no ha tenido tantas oportunidades por el extraordinario trabajo de todo el equipo. Lo que hay que hacer es estar es muy concentrados”, asegura Gabi, al que también, como a Tiago, le toca su parte cuando Messi se centra en la mediapunta. Ahí, en el último partido, lo enjaulaban entre los dos capitanes, Godín y Miranda. Si se retrasaba, uno de los delanteros les ayudaba. Cuando Gabi habla de concentración, en realidad se refiere a que todo el Atlético sigue con el rabillo del ojo los movimientos de La Pulga. Si es preciso se avisan unos a otros de hacia dónde va.

Acorralado en el centro, cuando se desplazó a la banda, como mínimo le cerraron entre el lateral, uno de los centrocampistas de banda y uno de los mediocentros. Por si acaso, un central estaba listo para ir al cruce. “La virtud de este equipo es el trabajo grupal, no hay marcas individuales”, abunda el argentino Sosa.

Parte del plan consiste en que Messi no pueda tener situaciones de uno contra uno. Incluso cuando Leo merodeó la frontal del área un tanto escorado lo encajonaban entre Juanfran y Arda o Filipe y Koke. “Nuestra táctica era que no jugara entre líneas”, aseguraba el lateral brasileño al término del partido del partido de ida en el Camp Nou. En el sistema de Simeone hay una herencia clara de la defensa zonal de Arrigo Sacchi, que ofrecía las bandas al rival para luego ahogarle allí. El técnico suele insistir a sus jugadores en que cualquier centro desde la banda siempre será más defendible que un pase filtrado. En esto último incide sobremanera con Juanfran y Filipe Luis, a los que recomienda que se olviden de lo que pueda suceder a sus espaldas cuando tienen que cerrar hacia el centro. “Cualquier balón que logren pasar entre el lateral y el central nos hace mucho daño”, admite Filipe Luis. El gol de Neymar en la ida llegó por esa vía.

El resultado de ese sistema de ayudas es la reducción de Messi a números en los que no se le reconoce. En los cuatro partidos tuvo brotes del aislamiento que le embarga y le desconecta del juego porque no se siente cómodo tan rodeado de jugadores dispuestos a no dejarle expresarse. Entre los dos enfrentamientos de la Supercopa sumó tres remates, cuando promedia cerca de seis por partido. En el último partido estuvo un tanto más activo con cinco remates, pero el plan de Simeone, ayudado con cinco faltas, logró convertirle en un elemento periférico. Salvo en la acción en la que burló a Miranda y asistió a Iniesta en la ocasión que Godín evitó con un cruce providencial, Messi fue reducido. En otros, como en el de la ida de la Supercopa o en el de Liga, en el que solo jugó 45 minutos, su marcaje no fue castigado con falta alguna.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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