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La caída del funámbulo Barça

Después de un curso accidentado, los azulgrana se precipitan al vacío tras las derrotas ante Atlético y Granada en una semana

Ramon Besa
Martino, antes de una rueda de prensa
Martino, antes de una rueda de prensaDANI POZO (AFP)

El Barça empezó la temporada con la consecución de la Supercopa y aspira a que se acabe con al menos el título de Copa del Rey. La Champions ya es imposible y la Liga se le ha puesto muy difícil después de la derrota de Granada. Tampoco hay demasiados motivos para el optimismo con vistas a la final del miércoles en Mestalla. Los azulgrana sostienen, sin embargo, que han ganado los dos partidos que han jugado contra el Madrid. Les anima la capacidad de competir en el cuerpo a cuerpo, cuando la victoria es una cuestión de supervivencia, sabedores los jugadores de que su continuidad está precisamente en peligro con vistas a la temporada 2014-2015.

La junta argumenta que se acabaron los paños calientes después de dos años de vida contemplativa y de culto a un grupo que ha pleiteado por los títulos desde 2003. “Hay que actuar como empresarios y hacer un ERE”, argumentan fuentes del consejo. La plantilla desconfía de los directivos y el técnico ha dejado de ser un interlocutor válido, superado por los acontecimientos. La sensación es que Martino no hará nada para continuar y la directiva tampoco hará nada para que se quede, una situación que refleja la indefinición. ¿Qué entrenador le conviene al Barça? ¿Cuántos jugadores hay que fichar?

Martino se ha convertido en el saco de los golpes después de la impotencia mostrada desde el banquillo para reactivar al equipo en los dos últimos partidos, ambos perdidos por 1-0. No marcó el Barça en el Calderón ni en Los Cármenes. Aunque merecieron mejor suerte que en jornadas anteriores —remataron 26 veces, nueve entre los tres palos de Karnezis— nunca se adivinó por su fútbol que los azulgrana se jugaban la Liga. Tampoco se percibió que les iba el año ante el Atlético. Al Barcelona le ha faltado últimamente finura y puntería, alma y pasión, ambición y liderazgo.

A la espera de la final de Copa y de la Liga, la directiva hará cambios en todos los estamentos

El desorden fue manifiesto en la alineación y en el campo del Granada. Lesionados los centrales, Martino prefirió tres mediocentros (Mascherano, Busquets y Song) a un zaguero del filial y cuando tomó el gol —ha empezado perdiendo en 16 partidos— no le importó seguir con Xavi en el banquillo y quitar a Busquets a cambio de utilizar un 4-2-4, que tenía a Cesc e Iniesta en el doble pivote, a Messi como enganche y tres delanteros: Alexis, Neymar y Pedro. No es fácil explicar el protagonismo de Song después de jugar dos minutos en los últimos cuatro partidos; ni la situación de Montoya, titular después de 10 encuentros de ausencia; y la insistencia en Cesc, 12 partidos sin marcar, tan inocuo el sábado como Messi.

El 10 ha completado 18 partidos consecutivos, con suerte distinta, normalmente de la posición de falso 9, a veces de 7. No siempre encuentra el sitio, como si no hubiera jugado nunca en el Barcelona, enjaulado por Simeone. Anda desnortado Messi y por extensión el Barça, que ha ido descontando puntos —llegó a tener +5 respecto del Madrid— y perdiendo identidad, desnaturalizado desde aquella sensacional estrena con el Levante. No hubo más presión, menguó el juego de posición y posesión y el fútbol se dejó de organizar alrededor del balón.</CF>

Martino no supo reactivar al equipo en los dos últimos partidos, ambos perdidos por 1-0

Ha ido cediendo el Barça hasta protagonizar un desplome monumental en pocos días, en el momento decisivo: solo ha marcado cinco goles en los últimos cinco partidos —Granada, Betis, Espanyol y el doble choque con el Atlético—, y tres han sido de penalti —uno después del rechace—, uno en propia puerta y otro de Neymar. No se ha corregido, le ha faltado mentalidad ganadora y ha perdido fe, entregado a la rutina. No se sabe qué hará Martino en Mestalla —ayer fue jornada de fiesta, aunque se entrenaron Neymar, Mascherano e Iniesta— porque la fórmula de los cuatro medios no funcionó en la Champions.

Las dos derrotas seguidas han servido para hacer inventario de un curso que comenzó con la recaída de Vilanova: la planificación ha sido deficiente, no acaba de integrarse Martino, entregado al plantel; y hay confusión sobre el juego, circunstancia que hipoteca la remodelación del equipo. “Exageramos tanto la manera de jugar con Guardiola y Vilanova que fuimos esclavos del estilo”, afirmó Piqué a La Gazzetta dello Sport. El alcance de la renovación o revolución se sabrá en función de la lista de altas y bajas, ahora congelada por la sanción de la FIFA. “Habrá cambios en todos los estamentos del club”, anuncian desde la junta. “Para volver a ganar hay que saber por qué se pierde. Hay que aguardar a la final de Copa y también al final de Liga”.

Habrá que ver la reacción de la afición en Mestalla. El desafecto se agranda y se viven ya acontecimientos reprobables como los insultos de unos radicales a la llegada del equipo de Granada que pedían explicaciones a los capitanes. Hoy hablará Puyol. Y Piqué, baja en las dos últimas derrotas, forzará para estar en Mestalla.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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