_
_
_
_
_

“Vettel tiene que demostrar ahora qué tipo de campeón es”

Oriol Puigdemont
Hamilton celebra la pole en el circuito de Shangái.
Hamilton celebra la pole en el circuito de Shangái. ALY SONG (Reuters)

Desde hace un par de años, los que hace que corre para Mercedes, Lewis Hamilton (Stevenage, Inglaterra, 1985) parece mucho más sereno cuando se sienta a charlar con un periodista. Probablemente ayudará el hecho de haberse convertido en el principal aspirante a llevarse el título que en 2008 ya ganó con McLaren, después de ganar dos de las tres primeras carreras y tres de las cuatro poles que se han puesto en juego. La última, ayer, en Shanghái, donde hoy (09.00, A-3 y TV3) se disputa el Gran Premio de China, supone la 34ª de su palmarés, una cifra que le permite superar a Jim Clark y le coloca como el cuarto que más acumula, solo por detrás de Michael Schumacher (68), Ayrton Senna (65) y Sebastian Vettel (45).

Pregunta. Se dice que la rivalidad que mantiene en la pista con Nico Rosberg, su compañero de equipo, se extendía a su día a día cuando eran pequeños.

Respuesta. Hemos competido por todo. La última vez en esta pretemporada, por ver quién perdía más peso.

P. ¿Quién ganó?

R. Creo que yo. En la última carrera del año pasado pesaba más que él. Y cuando después de Navidades volvimos a la fábrica no nos queríamos decir cuánto habíamos adelgazado. Era ridículo porque lo descubrimos al meternos en el coche. Es divertido. De niños no parábamos de retarnos por cualquier tontería. Quién comía más pizza, quién se zampaba más cajas de cereales... ¡Dos cajas y media de Frosties cada uno! Por suerte, estábamos corriendo arriba y abajo todo el día y lo quemábamos rápido.

P. Por si fuera poco, viven en el mismo edificio en Mónaco. ¿Cómo lleva eso?

R. Sin problemas. Él vive algunos pisos más arriba y yo estoy esperando que alguien se vaya para mudarme a un apartamento un poco más alto, pero eso puede significar años de espera si nadie se va.

P. ¿Qué le pasa por la cabeza cuando lucha con él con tanta intensidad como la que se vivió en Bahréin?

R. En momentos como ese tienes que confiar en tu instinto. Llevo muchos años corriendo con Nico, nos tenemos respeto y sabemos cómo pilotar el uno contra el otro. Nos sentimos seguros a pesar de ir en paralelo, porque sabemos cómo darnos espacio. Bahréin estuvo muy bien. Al regresar a Europa, en casa de mi madre, recuperé los mejores momentos de la carrera y sí, fue emocionante.

P. ¿Cree que para Mercedes es más seguro tener a dos pilotos que se conocen tan bien como ustedes dos?

Desde que éramos niños, Rosberg y yo nos hemos retado por cualquier tontería”

R. No lo creo. Si en vez de Nico mi compañero fuera otro tan bueno como él, no creo que tampoco hubiera problemas. Por ejemplo, si fuera Fernando [Alonso], con el que coincidí en McLaren, también sabría cómo conduce. Cuando estás en el coche tienes que intentar conocer al máximo a tus rivales, saber hasta qué punto son agresivos, de qué forma se defienden cuando les atacas, cómo adelantan y hasta qué punto van a tomar riesgos. Lo analizas y lo guardas en tu banco de memoria.

P. ¿Qué almacena en su cerebro en referencia a Rosberg?

R. Es muy limpio, muy técnico y agresivo, pero siempre en la medida justa, y ahora es más rápido que nunca.

P. ¿Cómo llega a esta última conclusión?

R. ¿Que ahora es más rápido que nunca? Pues porque es así, y a mí me ocurre lo mismo. Es una cuestión de experiencia.

P. ¿Y cómo lo nota en usted?

R. En la vida siempre haces lo posible para crecer. Si ahora pilotara peor que antes sería tristísimo porque llevo en esto desde que tenía ocho años. Todas las experiencias por las que he pasado están allí, siguen en mi cabeza, no se han esfumado.

P. ¿Pensaría lo mismo si no tuviera un coche tan rápido como el Mercedes?

R. Si, seguro. En 2009 conducía de maravilla pero iba en un coche terrible, así que no podía demostrarlo. En la F-1, cuando llevas un monoplaza tan rápido como el nuestro y tu compañero no te aprieta, puedes pilotar dentro de tus límites, sin cometer errores y aparentemente rozas la perfección. Pero cuando tienes que acercarte al límite es cuando abres la puerta a los posibles errores, como pasarte de frenada, irte largo en una curva o algo del estilo. En Malasia, por ejemplo, en todo momento me mantuve dentro de los límites y visualmente lo hice todo perfecto. Cuando tienes a Nico pegado, como en Bahréin, existen muchas más posibilidades de pifiarla. Si en esas no fallas es cuando sientes que estás mejor que nunca.

“Rosberg y Alonso son muy distintos. Ahondar en eso no me traerá nada positivo”

P. ¿Qué aprenden el uno del otro?

R. En cada carrera aprendes algo de quien conduce un coche como el tuyo. Siempre adoptas algún detalle sobre cómo aborda alguna curva en concreto o qué marcha utiliza. Primero lo pruebas y luego analizas si es mejor hacerlo así o asá. Hay pilotos como Fernando, Nico o yo mismo, de los que vale la pena incorporar muchas cosas. Cuando coincidí con Fernando, él tenía mucha más experiencia que yo y por eso tuve que absorber todo lo que pude de él para poder estar a su nivel.

P. ¿En qué se diferencian Rosberg y Alonso?

R. No creo que ahondar mucho en ello me vaya a reportar demasiados beneficios, solo diré que tienen personalidades muy distintas y que son muy rápidos. No quiero decir cuál de los dos lo es más porque no sacaré nada positivo.

P. La cúpula de Mercedes reconoció hace algunos días que si no se hubiera producido el cambio en la reglamentación, especialmente en lo referente a los motores, la marca podría haberse planteado dejar la F-1. ¿Estaba convencido de su compromiso cuando firmó?

R. En su momento pregunté sobre sus cuáles eran sus intenciones, me dijeron que estaban seguros de permanecer aquí por lo menos seis u ocho años más.

P. ¿Qué cree que le puede haber aportado a esta escudería?

R. En cualquier ámbito, la savia nueva siempre estimula. Quiero pensar que mi llegada ha tenido efectos positivos, pero todo esto es enorme, y al margen de mi contratación también ha habido muchas otras. Me gusta creer que mi fichaje provocó emoción, pero también creo que eso ocurre en cualquier lado cuando uno viene de fuera. Hay expectación sobre cómo será, sobre cómo interactuará y este tipo de cosas. Antes estaban Michael y Nico y es verdad que ahora todo es distinto conmigo. Seguro que las charlas entre ellos eran distintas de las que tenemos Nico y yo. Michael es el piloto que siempre has visto en televisión y seguro que, de alguna forma, eso tiene que condicionarte cuando te diriges a él. Debe ser durísimo correr contra él con las mismas armas.

Cuando tienes a alguien pegado en carrera y no fallas, es cuando sientes que estás mejor que nunca"

P. ¿Qué ventaja que le proporciona su monoplaza actual?

R. Dependiendo de la pista puede ser de tres a seis décimas, pero eso cambia en función del circuito y cuando la pista está mojada ese margen se reduce a cero. Es difícil de saber pero sí, en estos momentos tenemos una ventaja que estamos intentando administrar o incluso aumentar.

P. ¿Contra qué fantasmas debe estar luchando ahora Sebastian Vettel?

R. Vettel lleva cuatro años ganándolo todo, o sea que no tiene muchos motivos para quejarse. De hecho, el Red Bull sigue siendo un gran coche que presenta algunos problemas con el motor. Estoy seguro de que van a recuperar el terreno perdido. Ahora que las cosas no le van bien es cuando tiene que demostrar el tipo de campeón que es y ejercer de líder.

P. ¿Cómo ha cambiado su relación con Niki Lauda [excampeón mundial y uno de los peces gordos de Mercedes]?

R. Es increíble cómo evolucionan las cosas. La gente que no me conoce tiene una percepción de mí muy concreta. Te ven en el cine o en un restaurante y se creen que tu vida es Hollywood. Hasta cierto punto es normal. Todos podemos hojear una revista, ver a George Clooney y pensar: “Uuaaauu”. Pero seguro que si te lo cruzas en su día a día es un tipo normal. Niki nunca había hablado demasiado bien sobre mí pero apenas nos conocíamos hasta que fiché por Mercedes. Puede que pensara que yo era mejor de lo que demostraba, no lo sé. A medida que nos fuimos acercando supongo que se dio cuenta de que no somos tan distintos. Para mí él es muy especial porque estamos hablando de una leyenda. En la F-1 no hay mucha gente tan especial como él. Es muy guay escuchar sus historias y que juegue ese papel de padrino.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_