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Márquez no deja ni las migajas

El español es el primero desde Agostini en hacer pleno en las tres primeras carreras del año

Nadia Tronchoni
Marc Márquez lidera la carrera en el Gran Premio de Argentina
Marc Márquez lidera la carrera en el Gran Premio de ArgentinaNatacha Pisarenko (ap)

No esconde nada su sonrisa. Es así: un tipo feliz, un chaval afortunado, familiar, bromista. Ni siquiera esconde la picardía con la que ataca a sus rivales también fuera de la pista, como hizo tras ver fracasar a Lorenzo en Austin —“mi salida ha sido buena, pero la de Jorge ha sido mejor”, dijo—. La puñetería también le nace natural, como asoman sus dientes, sin avisar. Como deslumbra su talento. Pillo y veloz, despreocupado, lo tiene todo. Este domingo, en Argentina, volvió a retar a los mitos. Nadie desde Valentino Rossi en 2001 había ganado las tres carreras inaugurales del Mundial; nadie desde Giacomo Agostini en 1971 había hecho pleno de poles y de victorias al inicio del curso. Hasta que llegó Márquez y en su segundo año, en defensa del título con mayor historia del motociclismo, se empecinó en no dejar nada a sus rivales. Ni las migajas.

Márquez sigue batiendo récords, escribiendo el presente de MotoGP, al más puro estilo Alí: vuela como una mariposa, pica como una avispa: dulce con el gas, guerrero en las curvas. Firma la sentencia final con la muñeca derecha. Como hizo en Termas de Río Hondo, con un ritmo endiablado que se guardaba en la manga. No empezó bien el de Honda, pero poco le importa: sabe que su velocidad le colocará tarde o temprano donde le corresponde. Fueron las primeras vueltas una delicia para el aficionado, una locura para los pilotos, que intentaban hacerse un hueco entre tanta moto en un trazado ancho que ofreció imágenes espectaculares.

Podía ser mucho más rápido, pero solo quería asegurar una picadura mortal antes de lanzarse

Salió lanzado Lorenzo, desde la segunda posición y parecieron seguirle Pedrosa y Márquez. Todo entraba dentro de la lógica hasta que una vuelta después el pelotón alcanzó la penúltima curva: un buen puñado de pilotos quiso seguir la rueda de Lorenzo, en cabeza, y se armó una buena: las Ducati de Iannone y Dovizioso aprovecharon para meterse enfrente, también Bradl y Rossi. Y las dos hondas quedaron relegadas a la sexta y la séptima plaza. Luego vendría el adelantamiento doble de Márquez, a Iannone y Rossi. Y así con interiores de vértigo se colocó tras el colín de Lorenzo, de nuevo fino, pura mantequilla el mallorquín, concentrado, sin cometer errores.

Fue el de Yamaha el que terminaría guiándole hacia el triunfo. Tras el esfuerzo inicial y visto que el asfalto no estaba para virguerías, prefirió Márquez conservar tanto como fuera posible sus neumáticos y aguardar a rueda de su rival: ya tendría tiempo de adelantarle. Aquello les permitió escaparse y abrir una brecha con el resto. Un resto liderado finalmente por Pedrosa, a quien le costó más que a su compañero de equipo recuperarse del desbarajuste inicial, pero que subió al podio por paciencia y ritmo.

Mientras tanto, Márquez calculaba dónde picar a Lorenzo. Eligió la curva cinco, al final de la contrarrecta, en subida, con plena inclinación. Un interior de lujo y un golpe de muñeca que alejó inmediatamente al de Yamaha y le arrebató el derecho a réplica. En una vuelta le sacó seis décimas; en dos, 1,4 segundos. No en vano se había escondido casi siete décimas en la manga del mono. Podía ser mucho más rápido de lo que lo había sido. Solo quería asegurar una picadura mortal antes de lanzarse a por el triunfo.

A Lorenzo, tan poco acertado en las dos carreras iniciales, le quedaría por recibir un último ataque, el de Pedrosa, que escala posiciones del mismo modo que sigue sumando puntos, en silencio. Y ya suma tres podios. Las conclusiones fueron más que positivas en Yamaha. El primer podio de la temporada bien lo vale: “Decían que no era el mismo, pero he mantenido la concentración, me he centrado en trabajar y entrenarme mucho, en mantenerme fuerte; no estoy en mi mejor momento, pero seguiré luchando”, dijo. Un aviso para navegantes.

“Intento tenerlo todo bajo control”

Se lo pasó bomba Márquez en los primeros giros. Todo era un caos, con un montón de trazadas posibles, con un puñado de motos asomando con la rueda delantera. “Pero ha sido divertido, así se nos han pasado más rápidas las primeras vueltas”, decía él, campeón del mundo y líder del mundial con tres victorias en tres carreras. Pasados aquellos compases iniciales pudo poner en marcha su plan: aguantar en segunda posición, cuidar las gomas y atacar al final. Es más, adelantó la maniobra final con Lorenzo porque vio que Pedrosa se le estaba acercando demasiado. Manejó la carrera a su antojo. Dice que es cuestión de acumular carreras: “Me siento más libre en la moto. Y estoy más calmado. Intento tenerlo todo bajo control. Con experiencia es todo más fácil. Ahora puedo planificar la carrera, hacer diferentes estrategias, y trabajar desde el primer día en la moto, no en adaptarme a la pista”.

También cuenta a su favor que Honda escuchara sus indicaciones en invierno. Ganado el título y recuperado a su equipo de mecánicos en Moto2, Márquez dio pistas a los ingenieros de Honda para tener una moto a su gusto: “La han adaptado a mi estilo, me ayuda a derrapar a la entrada de las curvas”, explica. Si el año pasado se emparentó con tipos como Spencer y Kenny Roberts, en este inicio de temporada sigue igualando récords, esta vez de Agostini y Rossi.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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