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A Lisboa con el balón o a toda mecha

Bayern Múnich y Real Madrid se juegan un puesto en la final de Lisboa con armas muy diferentes

José Sámano
Entrenamiento del Madrid en el Allianz Arena
Entrenamiento del Madrid en el Allianz ArenaAlex Grimm (Bongarts/Getty Images)

El Real Madrid nunca está de paso por Alemania, donde han sido numerosas las veces que se ha visto como el Titanic. Los madridistas no saben a qué aferrarse: tan cierto es que en sus tres últimas Champions hizo descarrilar a un puñado de equipos germanos como que en las tres semifinales precedentes a la de hoy en Múnich recibió el azote de Pep Guardiola —entonces en el Barça—, el propio Bayern y el Borussia Dortmund. Desde luego, por estas tierras nunca hay pétalos para el Madrid. Y, seguramente, no los tendrá hoy (20.45, La 1) en su undécimo reto con el Bayern como local, con el que ha perdido nueve veces y empatado una. Los de Carlo Ancelotti llegan en ventaja, con un gol en la mochila y la portería a cero, pero no les convendrá especular con la diana de Benzema en la ida. Por mucho que el cuadro muniqués pareciera afeitado en ataque en su visita a Chamartín, con el eco de su gente será otra cosa.

Uno y otro pretenden llegar a la final de Lisboa del 24 de mayo por dos caminos bien diferentes. Un choque de escuelas entre dos gigantes que suman 14 Copas de Europa y 22 finales: la posesión contra el vértigo, el balón a fuego lento que de forma contracultural intenta imponer Guardiola en el viejo Bayern frente al fútbol con turbo de Cristiano, Bale y compañía, la veta que exprime Ancelotti en el Madrid. En el primer pulso, el Bayern conquistó la pelota; el Madrid, el marcador y las ocasiones.

Guardiola en la rueda de prensa previa al partido
Guardiola en la rueda de prensa previa al partidoAlex Grimm (Bongarts/Getty Images)

Guardiola hizo ayer precisamente referencia al plus de vigor ofensivo que precisa su equipo, que en la ida se quedó seco ante Casillas. Y, en ese apartado, significó a Ribèry, la gran estrella de los bávaros, muy rebajado en el primer asalto: “Le va bien enfadarse con el árbitro, los fans, con quien sea. En ese estado juega con la rabia que necesitamos”.

El técnico catalán admitió la falta de intensidad ofensiva en la ida, pero, como era previsible, no se alejará mucho del manual. “Lo único que importa en el fútbol es el balón, así que intentaremos controlar de nuevo la posesión para atacar más que el contrario”, explicó. Eso sí, al exazulgrana le obsesiona la velocidad del ataque madridista y quizá retoque ligeramente el ideario: “Ni poniendo a los defensas más rápidos del mundo les puedes frenar. Opino que los buenos equipos, cuanto más lejos estén del área mucho mejor. Podríamos cambiar la manera de jugar y echarnos atrás para que tuvieran menos espacios, pero entonces nos meterían muchos centros y provocarían muchas faltas cerca del área, donde Cristiano y Bale son muy peligrosos. He visto el partido de ida y puede que nos protejamos un poco más”.

Ancelotti en la rueda de prensa previa al partido
Ancelotti en la rueda de prensa previa al partidoMICHAEL DALDER (REUTERS)

Ancelotti, por su parte, también quiere retocar algo el tablero. “Tenemos que hacer algo distinto, porque no estamos contentos con el tímido inicio de partido que hizo mi equipo en la ida; sería muy peligroso”. El italiano enfatizó el valor del aspecto “mental” por encima de toda táctica, apartado en el que se mostró a gusto “con las transiciones rápidas”. Para ello, tras 26 días sin jugar juntos, hoy podrá contar con Cristiano y Bale, con el que dijo estar satisfecho, pero al que aún concede un margen de mejora. La presencia del galés dejaría en el banco a Isco. Xabi Alonso, Sergio Ramos, Illarramendi y el ariete local Mandzukic se perderán la final en caso ser amonestados esta noche en Múnich.

La UEFA ha programado un minuto de silencio por los fallecimientos de Tito Vilanova y Vujadin Boskov, tanto en esta semifinal como en la de mañana entre Chelsea y Atlético. Fue el serbio quien proclamara tras un bochornoso bolo veraniego del Madrid por Múnich en agosto de 1980 (9-1) que “más vale perder un partido por nueve que nueve partidos por un gol”.

Lo dicho, en Alemania bien sabe el Madrid que jamás tiene respiro. Esta vez, el Bayern, el campeón, tampoco. Su listón está en el triplete del curso pasado. Palabras mayores ante un adversario cuyo sueño no está al alcance de nadie: la Décima.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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