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El enigma Navarro

El estado de forma del capitán del Barcelona, que sale de una lesión, incide en el estilo de juego de un equipo que ha progresado con las alternativas de Oleson y Abrines

Robert Álvarez
Navarro, durante un entrenamiento del Barcelona.
Navarro, durante un entrenamiento del Barcelona.Andreu Dalmau (EFE)

Las constantes del Barcelona han trazado durante los últimos años la dirección marcada por los partes médicos y el estado de forma de Navarro. La cita en Milán, ante el Real Madrid, se produce en un momento de incerteza respecto a cuál puede ser el estado físico del capitán azulgrana y su papel en la Final Four.

Desde que sufrió una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, el pasado 17 de abril, en el segundo partido de los cuartos de final contra el Galatasaray, Navarro ha jugado solo 25 minutos repartidos en dos partidos de la Liga Endesa, ante el Murcia y, el pasado sábado, ante el Real Madrid.

Xavi Pascual enfatiza la importancia de Navarro, pero también relativiza su peso en el rendimiento del equipo durante los últimos meses. “Sin él ya ganamos en Estambul al Fenerbahçe un partido clave, de manera que no es nuevo. Era un momento de dudas y el equipo respondió. Hemos jugado encuentros importantes con ausencias de diversos jugadores y hemos demostrado que ninguno es imprescindible y todos son necesarios”.

El espléndido rendimiento de Navarro fue durante mucho tiempo uno de los factores más dañinos para el Real Madrid en los clásicos. En los últimos meses, sin embargo, la situación ha variado. Las lesiones han martirizado al alero azulgrana que, a punto de cumplir 34 años, afronta su octava Final Four.

El espléndido rendimiento de Navarro fue durante mucho tiempo uno de los factores más dañinos para el Real Madrid

Ya en el quinto partido de la final de la Liga Endesa, el año pasado, llegó maltrecho y solo pudo jugar ocho minutos y medio, y no logró anotar. Tras ser operado del tobillo derecho en julio de 2013, no pudo disputar esta temporada la Supercopa, que ganó el Madrid en Vitoria (83-79) y cumplió con 17 puntos en el primer partido de la Liga, que perdió claramente el Barcelona en el Palacio de los Deportes (98-84). Lo peor para el capitán azulgrana llegó en la final de la Copa del Rey, que también ganó el Madrid (77-76): solo pudo anotar tres puntos, con una horrible serie de una canasta en nueve lanzamientos. Un día después, cargó con las culpas y declaró: “Me siento bastante mal, muy responsable de lo que pasó. No jugué bien y no estuve nada acertado”.

Oleson acostumbra a ser quien ocupa la plaza de Navarro en el quinteto titular del Barcelona, cuando el de Sant Feliu está lesionado. Al mismo tiempo, Abrines ha asumido más minutos y protagonismo. “Es primordial que los demás aporten cuando uno no está bien. Así lo han hecho y eso me da mucha confianza. Intentaré llegar al partido contra el Madrid en la mejor forma posible. Mi objetivo es jugar el máximo de minutos. Siempre es más difícil cuando no estás al cien por cien, pero hay que adaptarse un poco a cómo vaya todo”, afirma el 11 azulgrana.

La victoria del Barcelona en el partido de Liga disputado el sábado en el Palau reconforta al capitán azulgrana. A pesar de que solo jugó nueve minutos y aportó tres puntos, el Barcelona venció por 86-75 y ofreció una imagen convincente. “Vamos a echar el resto. El equipo lo hace bien y está en todas las finales, pero la gente no se acuerda del que no gana. Intentaremos ganar, creo que ya toca. El equipo demostró que está con mucha más confianza que al principio de la temporada. Debemos salir con el mismo espíritu, controlar el ritmo de juego, no permitirles que corran y no cometer muchos errores. Esas pueden ser las claves”, sentencia el jugador que ganó las dos Copas de Europa con las que cuenta el Barcelona, la de 2003 en Barcelona y la de 2010 en París.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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