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“Queremos ganar jugando nuestro baloncesto”

El técnico del Madrid defiende el estilo de su equipo antes de medirse al Maccabi, que contará con el masivo respaldo de aficionados: "Estamos preparados como si fuera Tel Aviv"

F. S.
Llull, Laso, Blatt y Blu posan con el trofeo.
Llull, Laso, Blatt y Blu posan con el trofeo.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

La primera Copa de Europa del Madrid, el club más laureado del continente con ocho títulos, llegó un 10 de mayo de 1964 ante el Spartak de Brno, con Joaquín Hernández en el banquillo en la que era la tercera final consecutiva para los blancos; después llegaron las cuatro coronas de Pedro Ferrándiz (1965, 67, 68 y 74); y más tarde las dos de Lolo Sáinz, la segunda de ellas lograda el 27 de marzo de 1980 ante el Maccabi de Aroesti, Berkowitz, Silver, Perry y Williams. En total, siete títulos en 12 finales durante las dos décadas más exitosas de la historia del Madrid. Desde entonces y hasta este domingo, tres finales en 34 años, con la conquista de Zaragoza en 1995, con Sabonis de tótem y Obradovic en el banquillo, como último éxito en la máxima competición continental. 50 años después de la Primera, el Madrid busca la Novena en Milán.

Si te sientes el favorito ante el Maccabi lo tienes mal y cometes un error"

“Estamos en la rueda de prensa que soñamos desde el principio de la temporada”, señaló Laso en la conferencia de presentación de la final donde, acompañado por Sergio Llull, se encontraron con el técnico del Maccabi, David Blatt, y uno de los capitanes del equipo israelí, David Blu. “Después de muchos entrenamientos, muchos viajes, muchos partidos y muchos golpes hemos llegado hasta aquí y ahora hay que pelear por el título en el partido definitivo. Estamos ante un clásico de la Copa de Europa que ha dado enfrentamientos legendarios con jugadores míticos”, prosiguió el entrenador madridista que hizo una emocionada defensa del estilo de su equipo.

“Somos felices jugando al baloncesto como lo hacemos. Quiero que mis jugadores sean felices y lo que intento trasmitirles es que tienen que proyectar esa felicidad en la pista. Queremos ganar jugando nuestro baloncesto, pero siempre hay alguien al otro lado de la mesa intentando frenar tu juego y ante eso hay que competir”, señaló. “El baloncesto son detalles. Si te sientes el favorito ante el Maccabi lo tienes mal y cometes un error. Sabemos que será un partido durísimo ante un equipo que tiene muchas alternativas y soluciones, y que siempre nos lo ha puesto muy complicado”, prolongó. “Nos divertimos mucho en la pista y no nos hemos parado a pensar cómo sería si jugáramos de otra forma. Es el juego que nos ha traído hasta aquí y el que nos ha hecho ganar muchos partidos. Hemos demostrado que respondemos en los días importantes y sabemos jugar este tipo de partidos”, añadió Llull.

Somos humildes y estamos seguros de que necesitaremos explotar todos nuestros recursos para ganar este título"

“En las finales de la Euroliga es donde se escribe la historia. Estamos felices por estar en el partido más importante y por enfrentarnos al equipo que ha sido más fuerte de esta temporada”, contó David Baltt, que bromeó con la superioridad de su rival en la semifinal. “Estamos aquí los cuatro mejores equipos de Europa y debería estar asustado después de ver cómo ganaron al Barça por 40 puntos, pero solamente diré que estoy preocupado”, dijo entre las risas de la concurrencia. “Ante el CSKA tuvimos que trabajar mucho para ganarnos esta oportunidad. El baloncesto es un deporte muy bello porque te permite vivir distintas situaciones en un mismo partido. Remontar así fue una experiencia que no vamos a olvidar en nuestra vida. Pero somos humildes, reconocemos nuestras limitaciones y estamos seguros de que necesitaremos explotar todos nuestros recursos para ganar este título. Es un desafío. Vamos a estar respaldados por muchísimos aficionados y queremos jugar ya”, cerró.

“Estamos listos para jugar como si fuera Tel Aviv”, dijo Laso ante la masiva presencia de aficionados del Maccabi, unos 9.000 por los 1.500 del Madrid “La grada va a ser amarilla, pero sabemos que vamos a tener el apoyo de nuestra afición y al final somos cinco contra cinco en la pista y es ahí donde vamos a intentar ser mejores. Tuvimos una oportunidad y no la pudimos aprovechar y ahora estamos otra vez ante la posibilidad de alcanzar el título”, remató Llull.

Madrid acogerá la final Four de la Euroliga en 2015

Antes de la rueda de prensa de presentación de la final, la Euroliga aprovechó para anunciar oficialmente en voz de su director ejecutivo, Jordi Bertomeu, que la próxima Final Four se disputará en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.

La de 2015 será la segunda ocasión en la que Madrid acogerá la fase final de la Euroliga, después de que lo hiciera en la edición de 2008, año en el que se proclamó campeón el CSKA. En la historia del torneo pesa una maldición sobre el anfitrión. Solo en una ocasión en la última década el equipo que ejerció de anfitrión de la fase final de la Euroliga consiguió coronarse en su ciudad. Fue el Panathinaikos de Obradovic, que en 2007 levantó su cuarta Copa de Europa en Atenas tras superar en la final al CSKA.

Será la séptima ocasión que el evento se celebre en España desde que se instaurara el formato de final a cuatro. Zaragoza, donde el Real Madrid de Sabonis logró su octavo y último título hasta la fecha en 1995, la acogió en dos ocasiones, Barcelona en tres y Madrid en la mencionada de 2008.

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Sobre la firma

F. S.
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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