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“Ojalá Vicente vuelva como de Sudáfrica”

Xabier Azkargorta, seleccionador de Bolivia cree que su equipo "quiere mostrarse" y el de España está compuesto "por grandes figuras que forman un conjunto de verdad"

Azkargorta, entrenador de la selección de Bolivia, fotografiado en el estadio Sánhez Pizjuan.
Azkargorta, entrenador de la selección de Bolivia, fotografiado en el estadio Sánhez Pizjuan.alejandro ruesga

En su día fue el técnico más joven dirigiendo en Primera División, al firmar por el Espanyol en 1983 con 29 años. Hoy, a los 60, su inconfundible bigote peina canas y hace décadas que el mercado español pareció condenarle al ostracismo: su último equipo fue el Tenerife en 1990 y tuvo un paso fugaz por la dirección deportiva de un convulso Valencia en el verano de 2008. Pero ahora atraviesa por un apasionante momento profesional en Bolivia. Xabier Azkargorta charla con EL PAÍS justo antes de entrenar con la selección boliviana en Sevilla "para que no se nos borre la raya de las nalgas después de tantas horas de viaje sentados".

Se ilusiona por jugar ante España, a la que ve "con muchas ganas de reafirmarse, porque es un grupo de grandes figuras que conforman un equipo de verdad y con un estilo saludablemente innegociable desde Luis Aragonés". Afirma el técnico vasco que su selección "es un equipo bien organizado, con gente joven que quiere mostrarse y aspira a ser importante al menos en el panorama sudamericano. Ahora que todo está globalizado por internet, un gol en Maracaná o una buena actuación ante los campeones del mundo supone para el jugador boliviano mostrarse en el escaparate". En los últimos meses el trabajo se le acumula. En marzo dejó la selección y aceptó la oferta de entrenar al Bolivar, el club más popular del país, tras un acuerdo con la Federación Boliviana, que le pidió que comandara al combinado nacional en los amistosos ante España y Grecia. El Bolivar no se opuso.

España tiene muchas ganas de reafirmarse, porque es un grupo de grandes figuras que conforman un equipo de verdad y con un estilo saludablemente innegociable desde Luis Aragonés"

Su futuro como seleccionador parece depender de unas cercanas elecciones a la presidencia de la federación. La Bolivia de Azkargorta, a la que dirige desde 2012, fracasó en su intento de clasificarse para el Mundial. Pero desde el banquillo del Bolívar ha obrado lo que se considera un milagro: colarse en las semifinales de la Copa Libertadores, en las que se medirá en julio al argentino San Lorenzo. "Nos tocó debutar en Maracaná y ante el Flamengo. Empatamos a dos, y desde entonces no hemos perdido ningún partido en Libertadores. Eliminamos al León mexicano y en cuartos al Lanús argentino. Y siempre obteniendo buenos resultados fuera".

El rendimiento a domicilio del Bolivar ayuda a mitigar prejuicios sobre el verdadero potencial de los equipos que juegan en altura como locales. Argentinos y brasileños mantienen un miedo atávico a jugar en La Paz, a 3.600 metros de altitud, y eso molesta mucho al seleccionador: "Parece que tenemos que estar dando explicaciones permanentemente. Nosotros jugamos en cualquier lugar. Son ellos los que tienen problemas en jugar en algún lugar. Se juega donde se vive y como se vive. Veremos cómo les sienta a algunas selecciones jugar en Recife a más de 30 grados con un 80% de humedad". Una polémica sin fin. Azkargorta prefiere hablar de lo contento y orgulloso que está en Bolivia: "El buen papel en Libertadores ha hecho remover un poquito las emociones de la gente, en un momento en el que hay un gran deseo de volver a aparecer en el panorama internacional". Fue el primer seleccionador en clasificar a Bolivia para un mundial, el de EEUU 94 (en 1930 y 1950 Bolivia acudió invitada). Y recuerda con amargura la derrota ante España en Chicago por 3 a 1. "Con empate a cero nuestro delantero Ramallo mandó un disparo al poste. España abrió el marcador con un penalti de risa que transformó Guardiola. Fue un piscinazo de Felipe Miñambres. Una vergüenza por parte de un árbitro costarricense. Lo que hicimos en el 94 no se puede borrar, pero hay que exigirse y progresar. Cuando has hecho algo grande y vuelves al mismo escenario parece que ese aval te obliga a demostrar más cosas que otros".

"El Bigotón” dirige la selección de forma interina tras aceptar la oferta del Bolivar

Desde el 94 Bolivia no ha vuelto a un Mundial con ningún seleccionador. El actual nació en Azpeitia, Guipuzkoa, tiene novia boliviana y está completamente integrado en un país del que sostiene que "va mejorando económicamente, y el principal objetivo de que la gente viva mejor se empieza a cumplir".

Azkargorta expuso ante el presidente de la nación, Evo Morales, un ambicioso proyecto de reformas para el fútbol local, que contemplaba el desarrollo de las escuelas de base, la formación de técnicos a distancia y otros planes que "comienzan a avanzar muy despacio. Queda mucho trabajo por hacer. Tengo una buena relación con el presidente, un hincha de Bolivar. Pero hace tiempo que no hablamos. De hecho me sorprendió esa noticia de que tiene la intención de jugar unos partidos en el próximo torneo profesional con el club Sport Boys". En su segunda etapa en la selección el técnico ha inyectado sangre joven. El deseo de que el fútbol boliviano progrese acerca hoy al Bigotón a la casa del Sevilla, al que dirigió en la Liga 87/88. Otros técnicos españoles sí dilataron su carrera en su propio país. Como un salmantino al que hoy el vasco tendrá como rival y del que se deshace en elogios: "Ojalá Vicente vuelva de Brasil como volvió de Sudáfrica".

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