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Argentina golea en una noche fría

El equipo de Sabella se engrasa (3-0) ante una débil Trinidad y Tobago en El Monumental

Alejandro Rebossio
Messi, rodeado por tres rivales.
Messi, rodeado por tres rivales.MARCOS BRINDICCI (REUTERS)

En un noche fría del otoño austral, el estadio Monumental del barrio porteño de Núñez despidió a la selección argentina antes de ir a Brasil 2014 con poco entusiasmo. No es que los hinchas no se ilusionen con ganar la Copa del Mundo después de 24 años de sequía, pero el 3-0 de este miércoles frente a Trinidad y Tobago pareció más un entrenamiento que un partido amistoso. Los goles fueron anotados por Rodrigo Palacio, Javier Mascherano y Maxi Rodríguez. El delantero del Inter, que jugó en lugar de Gonzalo Higuaín, con una molestia en el tobillo, y brilló más que ninguno en el equipo, con una velocidad que desentonaba con la del juego, asistió a Maxi en el tercer tanto, pero debió retirarse del campo por un esguince que, según le dijeron los médicos, carece de gravedad.

ARGENTINA, 3 - TRINIDAD Y TOBAGO, 0

Argentina: Romero; Campagnaro, Fede Fernández, Demichelis (m.46, Basanta), Rojo; Gago (m.46, Biglia),  Mascherano (m.55, Álvarez), Di María (m.62, Enzo Pérez); Messi, Palacio (m.75, Augusto Fernández) y Lavezzi (m.74, Maxi Rodríguez).

Trinidad y Tobago: Williams; Hoyte, Marshall, Bateau, Mitchell (m.70, George); Boucaud (m.70, Hoyte), Hyland, Guerra (m.59, Molino), Jones (m.86, Winchester); Peltier y Jones (m.75, Plaza).

Goles: 1-0, m.45: Palacio. 2-0, m.50: Mascherano. 3-0, m.64: Maxi Rodríguez.

Árbitro: El uruguayo Daniel Fedorczuk amonestó a Boucaud, Hyland y Mitchell.

31.000 espectadores en El Monumental de Buenos Aires.

En general, el público que suele acompañar en Argentina a los partidos de la selección es más familiar y menos compuesto por las barras bravas que alientan todo el tiempo pero también asolan con su violencia. Es así que el Monumental prácticamente no se encendió en este amistoso contra un rival que estuvo lejos de clasificarse al Mundial, como lo había hecho en Alemania 2006, cuando rescató un empate contra Suecia. Apenas sonaron canciones a favor de Lionel Messi, a quien se lo vio más conectado que en sus últimos días en el Barcelona, falló varios goles, pero disparó el tiro libre en el palo que dio lugar al rebote en el que anotó su amigo Mascherano. “Que de la mano de Lionel Messi todos la vuelta vamos a dar”, se ilusionaban los hinchas argentinos, ya más convencidos que antes de que el astro blaugrana también lo es de la albiceleste. En sus anteriores mundiales, Messi no tenía un entrenador que armaba al equipo según sus gustos, como sucede con Alejandro Sabella. En 2006, José Pekerman apenas lo ponía en los segundos tiempos y lo excluyó del partido de cuartos de finales que perdió con Alemania por penaltis. En Sudáfrica 2010, Diego Maradona lo quiso hacer jugar en una posición cercana al medio campo más parecida a la que adoptaba El Pelusa que a la que está acostumbrado La Pulga.

La nostalgia por Maradona continuará en el público argentino hasta que Messi le dé el tercer título mundial a su país. “Brasileño, brasileño, que amargado se te ve, Maradona es argentino y es más grande que Pelé”, cantaban este miercoles los hinchas antes de que su selección viaje Brasil, su vecino archirrival. Claro que antes hará escala en La Plata, donde jugará el próximo sábado el último amistoso ante Eslovenia. El debut argentino en el Mundial será el próximo día 15 frente a Bosnia Herzegovina. “Volveremo a ser campeone como en el 86”, entonaba la hinchada, como en las últimas décadas. No faltaron los cantos contra Inglaterra, herencia de la Guerra de Malvinas de 1982.

Sabella alineó en la portería a Sergio Romero, que desde mayo pasado ha dejado de ser titular en el Mónaco, a quien quería darle minutos de juego, pero que casi no intervino. En la defensa Hugo Campagnaro, que reemplazó a Pablo Zabaleta, con una molestia en un tobillo, y que interrumpió uno de los pocos ataques de Trinidad y Tobago; Federico Fernández; Martín Demichelis, que a último momento fue convocado a la selección por su correcta temporada en el Manchester City y que también jugó bien, pero se retiró con un traumatismo aparentemente leve; y Marcos Rojo. La zaga apenas debió intervenir, pero en algunas de las pocas veces que lo hizo sembró algunas de las dudas de los últimos años de la selección argentina. En el medio de campo, Fernando Gago, otro que viene con poco juego en Boca Juniors por una lesión en abril pasado, pero que pareció entenderse bien con Messi; Mascherano y Ángel Di María. Arriba: Messi, Palacio y Ezequiel Lavezzi, que sustituyó a otro con molestias, Sergio Agüero, y que erró varios goles. En el segundo tiempo, Sabella probó a Maxi, Enzo Pérez, Ricky Álvarez y Augusto Fernández.

“El amistoso sirve porque ellos se cerraron atrás, que es lo que va a ocurrir en los primeros partidos del Mundial . Manejamos la pelota y controlamos bien los contraataques", rescató Messi tras el partido. También se refirió a la supuesta pelea entre él y Sabella por haber excluido esta semana de los 23 seleccionados a su amigo Éver Banega, también oriundo de Rosario: “Fue duro, son compañeros que estuvieron en todo el proceso. Tengo mucha amistad con Ever, lo quiero mucho y fue muy duro. Pero es decisión del entrenador y ahora somos los que estamos”.

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