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Holanda vuelve al aula con Van Gaal

El renacer de la ‘oranje’ pasa por el magisterio de un técnico capaz de triunfar por sistema, insensible al ruido y las presiones

Ramon Besa
Van Gaal, durante el entrenamiento de Holanda
Van Gaal, durante el entrenamiento de HolandaKOEN VAN WEEL (EFE)

El color naranja ha perdido fuerza incluso en Amsterdam. Hubo un tiempo en que se sabía del inicio de un campeonato de selecciones por la exhibición de los desacomplejados y pintados hinchas de Holanda. No es de momento el caso de Brasil. Ya solo falta que algún equipo incorpore la zamarra oranje para que Holanda quede desnuda y sea irreconocible después que sus adversarios hayan evolucionado el estilo de Rinus Michels y Johan Cruyff hasta alcanzar la victoria como pasó con España en Johanesburgo. Incluso Chile, tercer equipo del grupo B, parece futbolísticamente más holandés que Holanda por la influencia que tuvo el paso de un técnico como Marcelo Bielsa. “El know-how [saber cómo] que hizo único al fútbol holandés es ahora propiedad del mundo”, sentencia un periodista tan reconocido como Simon Kuper.

Ya no se cuestiona la apuesta por el doble pivote ni la renuncia a los extremos

Holanda se destiñe en la calle al tiempo que pierde identidad en la cancha y se divierte en Ipanema. Muy desacomplejados y despreocupados después de un exigente entrenamiento matinal protagonizado por Robben, peleado siempre con sus marcadores, especialmente con el defensa Martins Indy, los futbolistas jugaron el lunes a las palas y al voleibol en la playa, como si fueran brasileños, y se dieron un baño que a punto estuvo de acabar malamente por culpa de un kitesurf cuyo cometa de tracción casi alcanzó a Van Persie y Janmaat.

Patada de De Jong a Xabi Alonso en la final de 2010
Patada de De Jong a Xabi Alonso en la final de 2010Daniel Ochoa de Olza (AP)

“Me pasó a dos dedos de la cabeza”, confesó el delantero del Manchester United. Van Persie y Robben, dos treintañeros, son con Sneijder, los líderes de un grupo muy escolar comandado por el maestro de escuela perfecto, Louis Van Gaal, un técnico con fecha de caducidad porque el próximo curso entrenará al United, como confirmaron los diablos rojos el pasado 19 de mayo, para enderezar el rumbo de un equipo que con la pizarra de David Moyes firmó sus peores resultados en las últimas décadas y quedó fuera de las plazas europeas.

Se procura olvidar la final de Johanesburgo, la patada de De Jong, el fallo de Robben...

Especialmente táctico, riguroso y reiterativo en el juego de posición, Van Gaal tiene un plan para cada partido del Mundial, y muy bien podría ser que en el estreno este viernes contra España dispusiera de una defensa de cinco, un planteamiento que ya ha utilizado en los últimos amistosos y del que no se tenían noticias en Holanda desde un amistoso contra España en 2001. “Yo soy el que toma las decisiones y mi trabajo es sacar el máximo rendimiento del equipo”, ha argumentado el seleccionador holandés. “Es un sistema contra el que se hace difícil jugar”, añadió, consciente por otra parte, de la debilidad histórica de la defensa, el punto débil de Holanda, agravado últimamente por la juventud de sus zagueros y también por la falta de competitividad de la Liga. Van Gaal siempre tuvo obsesión por el sistema, también en el Barça.

Acusado a veces de fabricar autómatas, el seleccionador holandés siempre aspiró a que cualquier movimiento táctico se pueda entrenar a fin de que un equipo con menos calidad individual pueda derrotar a un rival con futbolistas de un nivel superior. “Si no se ejecuta bien la táctica estarás muerto, porque entonces resuelven los mejores jugadores", ha explicado en una entrevista al diario Algemeen Dagblad. “Seguramente sería mejor para Holanda que me quedara después de la Copa del Mundo”, agregó, “pero el fútbol de mi país ya no es prioritario incluso para mí”. Así que antes de dejar su puesto a Guus Hiddink —que vivirá su segunda etapa como seleccionador holandés tras dirigir a la oranje entre 1994 y 1998—, Van Gaal intentará convencer a sus livianos muchachos de que pueden ser protagonistas si se esmeran en el campo de prácticas y ayudan a que los delanteros marquen las diferencias en Brasil.

Hay más dudas sobre la competitividad holandesa que respecto al método Van Gaal. “Hay calidad, pero los jugadores son demasiado jóvenes para exigirles victorias”, ha proclamado Johan Cruyff, al que últimamente se ha visto más en el estadio del Ajax que en el del Camp Nou. El equipo de Frank De Boer le dio una auténtica lección al Barcelona en la Champions —(2-1) en el Amsterdam Arena en la quinta jornada de la fase de grupos— y ya se sabe de la capacidad de Van Gaal para armar excelentes equipos con nuevas figuras: ya pasó en el Ajax de Kluivert, después en el Barcelona con Xavi, Puyol y Víctor Valdés, y más tarde en un Bayern Múnich rejuvenecido con Müller, Badstuber o Schweinsteiger.

Ausentes ahora por lesión Strootman y Van der Vaart, se impone el sentido de equipo, a veces destruido por los egos y las disputas tribales de los jugadores en función de su club de procedencia y origen.

Ahora ya no se cuentan conflictos raciales, ni se cuestiona que se haya prescindido de la figura del 4 en favor del doble pivote, de la misma manera que no parece pecado quitar a los extremos por los carrileros y se procura olvidar la final de Johanesburgo de hace cuatro años en la que la patada de De Jong a Xabi Alonso se mezcló con las paradas de Iker Casillas contra Robben. Ya no está en el banquillo Marwijk, ni Van Basten, y el juego de posición y combinación ha menguado tanto como la excitación oranje en la Copa del Mundo. Ahora manda Van Gaal.

La federación ‘oranje’ pide la salida de Blatter

R. B.

La Federación holandesa de fútbol (KNVB) no solo ha solucionado su futuro a corto plazo sino que pretende tener influencia también en la dirección de la FIFA.

Así, ya se sabe que Guus Hiddink será el sucesor de Louis Van Gaal tras el Mundial de Brasil después que el actual seleccionador se haya comprometido para la próxima temporada con el Manchester United. Hiddink, extécnico de Madrid, Valencia y Chelsea, y exseleccionador de Corea del Sur, Australia, Rusia y Turquía, ya dirigió a Holanda de 1995 a 1998, año en que cayó eliminada por penaltis contra Brasil en las semifinales del Mundial de Francia. Hiddink contará seguramente con la ayuda de Danny Blind, quien podría ser precisamente el seleccionador a partir de 2018.

Al presidente de la federación holandesa, Michael van Praag, le ocupan ahora temas más directivos en Brasil. Ayer invitó al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de 78 años, a no presentarse a la reelección y asumir la culpa por la creciente mala reputación del máximo organismo mundial.

“La imagen de la FIFA ha sido manchada por todo lo que ha sucedido en los últimos años”, afirmó Van Praag. “Hay muy pocas personas que aún se la toman con seriedad y, se vea como se vea, el responsable en última instancia es Blatter”. Y remató: “Si uno está en un cargo durante 16 años, llega un momento en que debe preguntarse si todavía ayuda al buen funcionamiento y gestión de la institución (...) No es nada personal, pero si se observa la reputación de la FIFA durante los últimos siete u ocho años, se le ha relacionado con todo tipo de corrupción y todo tipo de redes de favores entre viejos amigos. No creo que siga siendo el hombre apropiado”.

A pesar de que con anterioridad había asegurado que no continuaría en el cargo, que se elegirá en 2015, Blatter insinúa ahora que quiere continuar cuatro años más, y dejar el puesto cuando tenga 83 años. Blatter afronta estos días en Brasil un Congreso muy delicado por las acusaciones de corrupción en la elección de la sede del Mundial 2022, que recayó en Qatar, al que rodea también la polémica sobre las condiciones laborales en las que trabajan los operarios encargados de construir los estadios y las infraestructuras que permitan la celebración de la Copa.

Quizá el secreto del renacer holandés está en un buen magisterio, y ya se sabe de la capacidad de persuasión del actual seleccionador, un técnico especialmente aplicado, capaz de triunfar por sistema, insensible a las presiones, al ruido y al silencio, siempre en el aula, hoy más universal que Holanda.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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