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El motor azul de La Roja

El mediocentro Marcelo Díaz marca el punto diferencial con el equipo chileno de 2010

Marcelo Diaz abraza a su compañero Alexis.Foto: atlas | Vídeo: FELIPE TRUEBA

Hace cuatro años siguió los partidos de Chile en el Mundial de Sudáfrica de asado en asado, con los amigos. Ellos bebían cerveza y él, gaseosas. Ni por la imaginación se le pasaba que cuatro años después iba a ser uno de los hombres básicos en el esquema del argentino Jorge Sampaoli. De hecho, cuando Claudio Borghi le llamó por vez primera para la selección chilena, a finales de 2011, ni se lo creía. “¿Yo? ¿Está seguro?”, dicen que le respondió al emisario de la federación que le comunicó la decisión del exseleccionador, del hombre que reemplazó a Marcelo Bielsa al frente de La Roja. Pero ahí está Marcelo Díaz (Padre Hurtado, Chile; 26 años), ese al que llaman Care’pato —el cara de pato, por razones obvias—, convertido en piedra angular del equipo que se interpone entre España y el deseo de seguir vivos en un Mundial.

Dentro de las pocas dudas que manejan los técnicos españoles, está si Sampaoli alineará una línea de cuatro o de cinco defensas —“o una de cinco disfrazada”, apuntan los analistas hispanos—. Resulta que el técnico chileno utilizó con frecuencia a dos carrileros y tres centrales en la fase de clasificación para el Mundial, aunque en las últimas fechas había probado el 4-3-1-2. Pero el varapalo de España ante Holanda, donde Van Gaal recurrió a los cinco zagueros, podría hacer que Sampaoli recuperara la alineación clásica. Otra duda que tiene Del Bosque es si finalmente Vidal llegará para el encuentro, toda vez que ayer no se ejercitó con su selección, quizá renqueante de la operación de peroné a la que sometió hace apenas 40 días.

“Es el menos conocido por nombre, pero es un jugador clave”, cuentan desde la selección

Aunque en el grupo de la selección española son conscientes de que la intención no variará mucho, que el modelo será casi un calco de lo que fue en el pasado Mundial o en los dos amistosos que desde entonces les han enfrentado en suelo suizo. Así, entienden en el cuerpo técnico que les presionarán muy arriba, con valentía. “Chile es Chile, lo fue y lo es. Presión alta, agresivos e intensos y un buen nivel competitivo”, sostiene Antolín Gonzalo, analista de la selección española. Y en ese dibujo, tan parecido al de Bielsa, en ese concepto, tan propio del legado del rosarino, comparece Marcelo Díaz para ponerle un hecho diferencial.

Siempre jugó de mediocentro y como tal alcanzó el primer equipo de la U, los azules de la Universidad de Chile. Relegado por lento y chaparro, lo cambiaron de puesto al lateral derecho y lo enviaron a préstamo a La Serena, un equipo menor. Allí, dio un paso adelante y empezó a jugar de 10. Luego, volvió a la Universidad, siempre sin lugar en el equipo titular, hasta que un golpe de suerte —el mediocampista central titular se fue— le cambió la vida. Sampaoli, entrenador entonces de la U, le dio la titularidad en su viejo lugar sobre el césped y logró convencerle, siempre con el toque como bandera y la distribución como expresión.

Del Bosque tiene la duda de si Chile saldrá con una línea de cuatro o cinco zagueros

Con Bielsa, Díaz seguramente no hubiera jugado en ese puesto dentro del 4-3-3 por ser un medio pesado, sin contacto físico ni fuerza. Pero fue la clave de la Universidad multicampeón de Sampaoli. Mediocampista con gran interpretación para el pase y el juego asociado, es capaz de asumir una marca personal y sabe moverse ante ese reto con agresividad. Al tiempo, si Chile tiene más quietud y mayor cantidad de pases con respecto a la de 2010, es gracias a Díaz.

“Es un jugador muy interesante, es el primero que se ofrece en el inicio con los centrales abiertos para dar la salida en la construcción”, sostiene el analista Gonzalo; “además, es protagonista en las jugadas a balón parado, en la continuidad del juego y, seguramente, es quizás el menos conocido de los jugadores chilenos por nombre. Pero es un jugador clave, básico para el juego que intenta impulsar Chile con el balón”.

Care’pato barre la zona como escoba en el medio campo por delante de los centrales y empuja al equipo arriba. Conocido también como el Motorcito Azul por los colores de la U, tipo divertido en el grupo, con capacidad de liderazgo en el campo pero tímido en el vestuario, hizo célebre una frase que ha repetido sistemáticamente a los cámaras de televisión en muchas ocasiones: “Dejáte de grabar”.

Lo que no dejó nunca es de correr y de buscar el balón, para recuperarlo o para jugarlo. Y eso, como siempre, es lo que pretende hacer contra España.

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