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Unidad y tristeza en la hora de la derrota para Uruguay

El país sudamericano cierra filas con su equipo y entrenador y el reconocimiento de que Colombia jugó mejor fue unánime

Una madre y su hijo miran la derrota uruguaya en Montevideo.
Una madre y su hijo miran la derrota uruguaya en Montevideo.M. C. (AP)

Tardaron menos de media en hora en decidir que “ahora van con América” y cerraron filas entorno a su equipo y su entrenador. Enorme respeto en la derrota, no hubo críticas ni reproches a los jugadores de La Celeste, pero como el duelo será largo, en los próximos días saldrá algún resquemor hacia un esquema de juego demasiado dependiente del delantero Luís Suárez. El reconocimiento de que Colombia jugó mejor fue unánime.

“Nos vamos con la cabeza en alto” fue la frase más reproducida por la prensa, el bálsamo en la herida que quiso poner el capitán Diego Godín desde Brasil. La victoria contra Colombia se vivía como un imperativo para vengar la dura sanción de la FIFA contra Suárez porque de otro modo los uruguayos se habrían dado por satisfechos sobreviviendo al “grupo de la muerte” y ganando a Italia e Inglaterra.

“Un asco Señora”, dijo en la Explanada de la Intendencia (ayuntamiento) de Montevideo, entorno a una pantalla gigante, el aficionado Alejandro Pereira. Difícil obtener más declaraciones porque la derrota se encajó con silencio.

“Pasamos la primera fase y el resto fue culpa de la FIFA” dijo Miguel Angel Delgado en un puesto de tortas fritas, especialidad local que mezcla harina, agua y grasa, muchas veces cubierta con dulce de leche.

Terminó el Mundial de La Celeste en una noche cerrada y a los uruguayos sólo les queda el invierno por delante

Terminó el Mundial de La Celeste en una noche cerrada y a los uruguayos sólo les queda el invierno por delante. Y las elecciones. En una pizzería Cuca, Sonia y Esther no tienen muchas ganas de hablar pero dicen que mañana se sentirán mejor y que el lunes vuelve la campaña electoral para las presidenciales de octubre.

Después de varios días de tensión por el caso Suárez empezó a asomar el humor rioplatense: “faltan ocho partidos para que vuelva Suárez”, desfiló por Twitter, e interrogado sobre si el delantero lo llamó para alentarlo, el entrenador Oscar Washington Tabárez respondió desde Brasil: “si hubo mensajes no me llegó porque creo que Luís no tiene mi teléfono”.

Cuando Uruguay perdió ante Costa Rica y se temía un fiasco total un periodista escribió: “perder un partido lo pierde cualquiera, pero perder la condición de potencia futbolística en 90 minutos sólo está al alcance de unos pocos elegidos”.

La garra charrúa, ese no querer perder y luchar hasta el último minuto, no fue suficiente para quedarse en Brasil. Con la salida de Uruguay el Mundial pierde parte de su mística, el fantasma del 50 se desvanece, el Maracanazo no se repetirá.

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