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El enigma Kroos

El mediocentro actúa como una máquina de precisión y refleja el indescifrable estilo alemán

Ramon Besa
Kroos lucha por un balón en el partido ante Argelia de octavos.
Kroos lucha por un balón en el partido ante Argelia de octavos.afp

Alemania es una selección difícil de descifrar en la Copa 2014. La única certeza es que mantiene su genética ganadora y acude segura al encuentro de la anfitriona Brasil. Quizá no sea una casualidad que su futbolista símbolo sea igual de misterioso por más que ya se le vincule con el Madrid para 2015. Aunque tampoco resulta fácil definir a Toni Kroos, se podría convenir que es tan pulcro como inexpresivo: se sabe que no fallará un pase (acertó en el 84% de sus 450 toques, el tercero del torneo), que hará más kilómetros que sus compañeros (11,7 contra Portugal) y que moverá al equipo como un reloj suizo, pero difícilmente será portada del Bild. Un asunto propio de los volantes que funcionan como una máquina de precisión y como tales están más interesados en la estadística que en el relato, en la racionalidad que en la emotividad, sea en el Bayern Múnich o en la Mannschaft. Su apodo más conocido incide sobre su personalidad: El Francotirador. El enigma Kroos es el enigma Alemania.

Ayuda a entender su carácter que naciera en Greifswald, al nordeste de Alemania. Kroos jugó en uno de los históricos de la RDA, el Hansa Rostock, en el que trabajaba como técnico su padre, antes de ser reclutado a los 16 años por el Bayern Múnich. Fue designado el mejor jugador del Europeo sub-17 de 2006 y consiguió el Balón de Oro de la misma categoría en el Mundial de Corea después de marcar cinco goles en seis partidos. Kroos no encajó en el Bayern, después de ser el más joven en debutar con 17 años, hasta que coincidió de nuevo con Jupp Heynckes. Ambos se conocieron en el Bayer Leverkusen, club al que el centrocampista fue cedido en 2009 (nueve goles y 12 asistencias en 33 partidos), para reencontrarse en Múnich en 2011.

Beckenbauer profetizó que sería el nuevo Ballack y Guardiola ve en él el sello Barça

Una lesión en la eliminatoria de los cuartos de final de la Champions contra la Juve interrumpió su progresión y propició la explosión de Robben, hasta entonces el jugador número 12 del equipo, decisivo después en la conquista del trofeo de 2013. Tampoco le ayudó su sorprendente alineación en la semifinal de la Eurocopa 2012 cuando Alemania fue abatida por la Italia de Balotelli, un partido que todavía pesa en la memoria colectiva alemana y duele especialmente a Joachim Löw, que apostó por cuatro cambios en la alineación habitual, y uno era el de Kroos, que jugó por Müller. Ahora, ya no hay dudas sobre su titularidad en la selección, en la que debutó en 2010 (49 veces internacional, cinco goles), ni tampoco en el Bayern.

Pep Guardiola le adora porque ve en Kroos al medio centro propio de la fábrica Barça más que al media punta clásico también en la Bundesliga. Muy a menudo recuerda incluso a Pirlo. Los técnicos presentes en la Copa coinciden en admirar el primer control de Kroos, siempre orientado y en movimiento, porque elimina al contrario y le permite golpear al balón de manera fina y exacta, en corto y en largo, sobre todo con la derecha, también con la zurda. Le gusta jugar a pierna cambiada, en el costado izquierdo, para perfilarse con su derecha y filtrar mejor el pase interior y poner sus excelentes cambios de orientación para el extremo o el lateral, prueba de su calidad y talento. Muy resistente, acaso le falta rapidez, aceleración para profundizar, lo que le lleva a eludir el uno contra uno.

El Bayern ha tardado demasiado en descubrir su importancia. Las negociaciones para renovarle no han fructificado y se sabe que ha mantenido conversaciones con el Manchester United y últimamente el Madrid. Kroos se siente más valorado fuera de Alemania, económica y mediáticamente. El Bild le otorga una ficha de 4,5 millones de euros, la del 15º jugador mejor pagado, muy por debajo de las cantidades que cobran el propio Götze, Müller o Lahm, Robben, Schweinsteiger y Ribéry (entre 8 y 12 millones).

"Hay que atarle como sea. No encontrarán a ningún otro como él para el puesto que ocupa. No es espectacular, pero es enormemente importante. Es el centrocampista moderno perfecto", dice Effenberg

"Hay que atarle como sea. No encontrarán a ningún otro como él para el puesto que ocupa. No es espectacular, pero es enormemente importante. Es el centrocampista moderno perfecto", repite un exfutbolista como Effenberg, que le considera el jugador ideal para formar la columna vertebral del equipo y heredar el rol de Schweinsteiger como el jugador prototipo del Bayern. Ya nadie le reprocha ahora en Múnich que se negara a tirar uno de los penaltis contra el Chelsea después de fallar en la tanda ante el Madrid. Kroos no atiende ni responde, puede que porque siempre se le situó más cercano a los internacionales del Borussia Dortmund que del propio Bayern.

Kroos tendría la cabeza fuera de Múnich. No es sencillo saber qué piensa el futbolista nacido cerca del Báltico y vinculado a Heynckes, impenetrable y amante del póquer y cuyo concepto de la identidad tendría que ver a ojos de sus críticos con El Hombre sin atributos, el libro de Robert Musil, acorde también con el carácter indefinido y pragmático de la actual Alemania. Padre desde agosto y hermano de Felix, jugador del Werder Bremen, Toni va camino de cumplir la profecía de Franz Beckenbauer, quien pronosticó hace cinco años que sería el futuro Michael Ballack, el último jugador que precisamente no pudo retener el Bayern en 2006 y fichó por el Chelsea.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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