El Tour, desde dentro
Por primera vez, cuatro corredores graban caídas, pinchazos y frenazos que sacuden a diario el pelotón por medio de unas cámaras ultraligeras El resultado fue espectacular en la etapa del pavés el miércoles
La carrera vista como nunca antes. Esprinters que se dan codazos a pocos metros de la meta, gregarios que se abrazan a toda velocidad en medio de la multitud y líderes que se van al suelo tras perder el equilibrio en el pavés... Desde el inicio del Tour de Francia el pasado sábado, la organización de la carrera ha realizado una serie de nuevos vídeos que reflejan día tras día los sobresaltos narrativos de cada etapa en la mayor prueba ciclista del planeta y que, rara vez salen en la pantalla en directo. La proeza tecnológica se debe a unas cámaras ultraligeras que llevan en su bicicleta cuatro corredores anónimos de dos equipos distintos cuya elección va rotando cada día. Los organizadores de la ronda gala han autorizado por primera vez que se grabase desde dentro el ambiente y la tensión de un pelotón de casi 200 corredores.
En el vídeo de la quinta etapa por ejemplo, la de los adoquines en la que sobresalió Vincenzo Nibali y en la que se hundió Alberto Contador, se puede apreciar la fuerza del diluvio que golpeó a los ciclistas durante las seis horas de la carrera, el peligro de las rotundas previas a los tramos adoquinados, los innumerables charcos que escoltaron la progresión de los corredores y más trampas que convirtieron la etapa en una jornada de leyenda y los ciclistas en verdaderos héroes.
La organización del Tour informa en su página web de que, en esta ocasión, fueron corredores de los conjuntos Trek, el equipo de Fabian Cancellara, y Cannondale, el de Peter Sagan, los que captaron estos momentos emocionantes e inéditos sin desvelar sin embargo sus nombres. El Tour pretende así preservar la privacidad de los corredores y no dar ningún detalle de carácter estratégico a los los directores deportivos de equipos rivales cuando aún faltan 15 etapas por recorrer.
Pese a su relativo éxito en la web, el concepto innovador dio lugar a una polémica días antes de que se iniciara el Tour de Francia entre los organizadores y los medios televisivos tradicionales. Las cadenas de televisión empujaron para que las imágenes fueran emitidas en directo, agregando de esta forma un nuevo canal a la panoplia de medios de grabación que van desplegando durante las tres semanas de carrera, pero los promotores del acontecimiento deportivo lo rechazaron por motivos de derechos. El Tour ha decidido, en acuerdo con la Federación Internacional de ciclismo (la UCI), editar y difundir durante toda la prueba las imágenes en un único soporte, su página web, y en sus canales, su página de Facebook, su cuenta de Twitter y su perfil en Dailymotion.
Otros deportes, como la Fórmula 1, también han experimentado con cámaras subjetivas
Los vídeos, que cuentan con una duración de dos a tres minutos, están puestos al alcance de cualquier internauta gracias a un sistema operativo de lo más moderno y que fue probado por primera vez en el mes de mayo pasado durante la Vuelta a California. De hecho, fue la marca Shimano, especialista en pedales y palanca de cambios para bicicleta, y co-patrocinador del conjunto Giant-Shimano de Marcel Kittel, que llevó la iniciativa a la mirada del mundo por medio de dos pequeñas cámaras ultraligeras que había adaptado previamente a la máquina del velocista alemán John Degenkolb, bajo el manillar y su sillín, en la prueba californiena.
El portal BikeRadar, en un artículo recogido por la página web de referencia estadounidense cyclingnews.com, afirma que la sociedad Shimano ha dotado del sistema a los equipos Lampre-Merida, Orica-GreenEdge y Giant-Shimano, mientras la empresa Garmin ha reproducido la tecnología en los equipos que apoya en este Tour, como el conjunto Cannondale y el Garmin-Sharp.
Ninguna cifra sobre el coste generado por las cámaras subjetivas se ha filtrado desde el inicio de la ronda gala. Lo seguro, es que las marcas implicadas en este nuevo aporte tecnológico y narrativo aprovecharán del escaparate descomunal del Tour de Francia para promocionar sus actividades. El ciclismo sigue así los pasos de otros deportes, como el motociclismo o la Fórmula 1, que ya han aportado este tipo de imágenes a su dramaturgía.
