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Nacional conserva la fe ante San Lorenzo

El club paraguayo empata en el último minuto 1-1 en Asunción ante el argentino en la ida de la Copa LIbertadores de América

Alejandro Rebossio
Julio Santa Cruz celebra el empate ante San Lorenzo
Julio Santa Cruz celebra el empate ante San LorenzoAFP

El paraguayo Nacional y el argentino San Lorenzo traían antecedentes bien disímiles antes de la primera de la Copa Libertadores, trofeo que ninguno de los dos ha ganado nunca, pero en el campo el club argentino demostró que no es infalible y acabaron empatando 1-1 este miércoles en Asunción. El Santo, uno de los cinco clubes grandes de Argentina, demostró su superioridad durante casi todo el encuentro, se puso en ventaja con un gol de Mauto Matos a los 19 minutos del segundo tiempo, pero los anfitriones insistieron hasta el final y Julio Santa Cruz se estiró para empatar en el 47. Los hinchas del Nacional, del Barrio Obrero de la capital paraguaya, acabaron festejando un empate en casa que les mantiene la esperanza para la revancha del miércoles próximo en Buenos Aires.

La primera final de la Copa Libertadores de América, el mayor trofeo del continente, se jugó en el estadio Defensores del Chaco, la catedral del fútbol paraguayo, aunque en el juego el Cuervo parecía anfitrión ante la Academia. El Nacional, que eligió un campo con más aforo que el propio para la ocasión, dejó que los dirigidos por Eduardo Bauza avanzaran desde el inicio del partido, ganaran espacios, aunque sin la efectividad para marcar una diferencia. Los conducidos por Gustavo Morínigo, de 37 años, excentrocampista de la selección paraguaya en el Mundial 2002, apostaron a lo mejor que ha demostrado en esta copa, el contraataque rápido.

En San Lorenzo se destacaba Emmanuel Mas, que se proyectaba desde la defensa por la izquierda hasta el ataque, en combinación con el hábil Ignacio Piatti. Con su velocidad asustaba arriba Héctor Villalba, canterano de 20 años, pero él y sus compañeros Leandro Romagnoli y Matos no lograban traducir su buen juego hasta el área rival en disparos que doblegaran una férrea defensa armada por Morínigo, que como entrenador le hizo ganar a Nacional la liga paraguaya en 2013. David Mendoza, Ramón Coronel y Raúl Piris se lucían. El portero argentino de Nacional, Ignacio Don, que pronto se nacionalizará paraguayo, mostraba seguridad.

El máximo trofeo del fútbol latinoamericano se definirá la semana próxima en la revancha en Buenos Aires

En el segundo cuarto del primer tiempo la Academia comenzó a equilibrar el juego, a adelantarse al medio campo. Juan Mercier y Néstor Ortigoza, argentino hijo de paraguayo que jugó Sudáfrica 2010 con la selección de su padre, debieron destacarse en la recuperación de balones en el medio campo de San Lorenzo y se convirtieron en figuras del partido. Pero, pese a su esfuerzo, llegaron los primeros intentos del dueño de casa. A los 26 minutos, tras un tiro de esquina de Marcos Melgarejo, el defensa José Cáceres remató con suavidad a la parte superior del larguero. San Lorenzo despertó y a los 30 Piatti conectó de memoria con Mas, que pudo haber marcado si no fuese por las manos de Don y el palo.

En el segundo tiempo se repitió lo mismo que en el primero. San Lorenzo dominaba el balón, con rapidez y mucho toque preciso, pero fallaba a la hora de crear la jugada de gol. Los centros no funcionaban hasta que uno lo hizo: tras varios tiquis tacas, Villalba conectó una asistencia para que un destacado Matos la volease al segundo palo de Don y anotase el 0-1 en el minuto 19 del segundo tiempo.

Los más de 4.000 hinchas de San Lorenzo, que habían pagado 35 dólares cada uno para ocupar parte de las 36.000 plazas del Defensores del Chaco, deliraban, mientras Nacional buscaba sus propios centros, ineficaces. El público paraguayo, que había abonado entre cuatro y 15 dólares por la entrada, reaccionaba tan poco como sus atacantes Fredy Bareiro y Julio Santa Cruz, pero este último finalmente acertó en el minuto 47 tras uno de los pocos errores del defensa Santiago Gentiletti.

San Lorenzo tiene un gran equipo y no puede permitirse el lujo de dejar que se le escape la Libertadores que más fácil se le ha presentado. Pese a que perdió para las semifinales a la joven promesa Ángel Correa, que se marchó al Atlético de Madrid, ha encontrado variantes ofensivas como Gonzalo Verón, que ingresó este miércoles en el segundo tiempo. Sin embargo, esa superioridad no pudo traducirse en el resultado y deberá demostrarse en el Nuevo Gasómetro la semana próxima. Bauza ya ha ganado la Copa Libertadores de América con el único club ecuatoriano que la ha levantado, Liga Deportiva Universitaria. Ahora tiene la posibilidad de vencer con el único grande del fútbol argentino que no la conquistado, San Lorenzo. Quizás sea su pasaporte para dirigir a la selección de su país, si es que no se concreta una previsible oferta a Gerardo Martino, o a la de Paraguay. Pero Nacional también quiere su Libertadores y convertirse en el segundo equipo paraguayo en ganarla, después de Olimpia. Para eso se encomendará al contragolpe o los penaltis.

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