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“Este grupo único necesita de vosotros”

El técnico Luis Enrique reclama el apoyo de la afición ante los posibles malos días

Jordi Quixano
Luis Enrique se dirige a la afición.
Luis Enrique se dirige a la afición. Emilio Morenatti (AP)

Deslucida y un tanto insípida, quizá porque el estadio mostraba trozos de esqueleto, la presentación del nuevo Barça en sociedad no fue para tirar cohetes, solo reverberada por las irrupciones de los tres puntas llamados a definir el curso: Neymar, Messi y Luis Suárez. Tampoco los discursos fueron grandilocuentes, sino que se tiró de precaución y ruegos, toda vez que Luis Enrique solicitó apoyo en los malos momentos que puedan llegar. Otra historia fue el escueto discurso de Xavi, que de buenas a primeras ejerció de capitán para disgusto directivo.

Convocados por el speaker del Camp Nou, desfilaron primero por el estadio los ayudantes del cuerpo técnico. Tras ellos, se dieron el paseillo los futbolistas, cada uno a su manera: flemático Ter Stegen; dicharachero Alves; bamboleante Neymar y su peinado estrambótico; parsimonioso Xavi; y despreocupado y sonriente Song, a quien ya le han invitado a buscarse equipo. “¡Y ahora!”, bramó el altavoz; “¡una gran ovación para Luis Suárez!”. Le correspondió la hinchada, que entonó su nombre y apellido a coro, un anticipo de la expectativa que genera el máximo goleador de la pasada Premier, que costó 81 millones y que está vetado hasta el 26 de octubre por la FIFA por morder a Chiellini en el Mundial.

El discurso de Xavi, que se acordó del utilero despedido Corbella, debió de molestar a la directiva

El Camp Nou, sin embargo, se entregó una vez más a su druida. “¡Messi, Messi, Messi!”, cantó el estadio, como si quisiera aclarar que la tímida pita del último duelo del curso anterior, cuando perdieron la Liga, era agua de borrajas. Xavi, sin embargo, no olvidó el pasado. “Dar las gracias a los que nos han dejado este año, en especial a quienes llevaban muchos años en el club, como Chema Corbella [utilero despedido tras 32 cursos de servicio en el primer equipo, sin una explicación al respecto], Valdés y Puyol”, proclamó el 6, que también dio la bienvenida a Luis Enrique. “Nos dejaremos el alma para conseguir éxitos”, añadió.

Recogió el testigo el entrenador. “Es un verdadero placer volver a pisar este césped”, se arrancó, al tiempo que pidió ayuda como ya hiciera por la mañana en la convención de peñas: “Este grupo de jugadores único necesitará de vosotros cuando las cosas no salgan como queremos”. Aunque luego remató: “Queremos que al final de la temporada os sintáis orgullosos de nosotros. Lucharemos por ello”.

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