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El gran desafío de Mireia

La española busca el oro de 800 libre y 200 estilos en 10 minutos

Barcelona -
Belmonte, antes de competir en una prueba.
Belmonte, antes de competir en una prueba.TOBIAS SCHWARZ (AFP)

Mireia Belmonte se ha entrenado 15 semanas en altura con jornadas de diez horas al límite en Sierra Nevada. Se la veía correr por la calzada de arena que va de la estación de esquí al pico Veleta. Es la deportista española con más seguridad mental, resistencia al dolor y fuerza física porque se entrena más que ninguna.

Mireia, de 23 años, representa la cultura del esfuerzo. En diciembre batió dos récords del mundo después de un viaje en autobús de nueve horas con las piernas acurrucadas desde Eindhoven a Berlín.

En la capital alemana, Belmonte quiere consagrarse hoy como la reina de Europa de natación. El Velódromo berlinés espera su grandeza deportiva. Mireia ha tomado la decisión de nadar como si no hubiera mañana las finales del 800 metros libre (18.07 horas, Teledeporte) y del 200 metros estilos (18.18 horas). Diez minutos para guardar en el libro de la historia del deporte en España. Incluso nadará la final del 4 x 200 (19.38 horas) si se encuentra bien. Mireia es la favorita para conquistar el oro en los 800 libres y parte con la segunda mejor marca en el 200 metros estilos, sólo por detrás de la Dama de Hierro, la húngara Katinka Hosszu. “Es normal que Mireia haga buenas marcas en pruebas de fondo después de una concentración en altura. Pero es un entrenamiento que no se notará en otras pruebas como los 200 estilos”, admitía su entrenador, Fred Vergnoux.

Las mujeres están dejando el pabellón muy alto en la capital alemana. La jovencísima Fátima Gallardo, 17 años, quedó ayer sexta en la final de los 100 metros libre, la primera española que lo logra en los últimos 20 años y la única en bajar de los 55 segundos (54,85).

A Gallardo la llaman “la niña silenciosa”, sólo habla para usar el móvil y necesita estar cerca de su familia: “Me quedo en Extremadura un año más. Tenía decidido venir al CAR, pero lo hablé con mis padres y hemos decidido que lo mejor es que me quede cerca de ellos. Soy extremadamente tímida. Me cuesta hablar hasta con la gente del equipo”.

Jessica Vall, de 26 años, licenciada en Biomedicina y becaria del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas en Barcelona, fue ayer cuarta en la final de los 100 metros braza, a sólo 15 décimas de las medallas.

Las nadadoras españolas consiguen los retos que se proponen. Ya suman siete. Hoy le toca a Mireia.

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