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El Villarreal se pasea en Kazajistán

Cani, Giovani y Mario sentencian la eliminatoria tras golear a un inocente Astana

Baurzhan Dzolchiyev del Astana y Bruno Soriano del Villarreal.
Baurzhan Dzolchiyev del Astana y Bruno Soriano del Villarreal.STANISLAV FILIPPOV (AFP)

En una superficie sintética de última generación, en buen estado, sobre un coqueto estadio en la ciudad asiática de Astana, la capital de Kazajistán, el Villarreal exhibió su buen nombre y reconocido prestigio. En un ejercicio pragmático y aseado, sin alardes, el conjunto de Marcelino consiguió una victoria cómoda que le acerca, salvo improbable hecatombe, a la fase final de la Liga Europa, la que será la novena participación en competición continental.

Sin prisa, con paciencia, criterio y corrección, el Villarreal fue llevando el partido a su terreno hasta hacer sucumbir a un inocente conjunto de los muchos que habitan y engloban el universo UEFA. No pasó apuros el equipo amarillo en un primer momento cuando la pasión y las fuerzas del Astana equilibraban ficticiamente las fuerzas de dos conjuntos desiguales en concepto y calidad. Y en la primera ocasión que tuvo el Villarreal alcanzó el gol que atestiguaba que con poco le sería suficiente para solventar la eliminatoria que certificase el premio conseguido por la sexta plaza lograda la temporada pasada tras su regreso a Primera.

Quiso el Astana, de inicio, imprimir un ritmo alto de juego, presionando la salida del esférico del Villarreal, superior técnicamente, favorito en la eliminatoria pregonado sin modestia por Marcelino en la previa. Fue un esfuerzo baladí. Incomodó en un principio el ánimo de los kazajos, poderosos en lo físico, más rodados que los amarillos. Sentían el aliento rival en la nuca Bruno, Trigueros y Cani, los encargados de iniciar el juego, de dar criterio al despliegue castellonense, lo cual afeaba el juego de los de Marcelino, más imprecisos de lo aconsejable.

ASTANA, 0 - VILLARREAL, 3

Astana: Eric; Beysebekov, Anicic, Postnikov, Shomko; Caña, Zhukov; Dzolchiyev (Akkemetov, m. 61) Essame (Twumasi, m. 57), Foxi; y Nuserbaev (Muzhikov, m. 80). No utilizados: Loginovski; Kojasevic, Pikakin, y Kurdov.

Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel (Víctor Ruiz, m. 30), Jaume Costa; Cani, Manu Trigueros, Bruno, Cheryshev (Espinosa, m. 74); Giovani y Uche (Vietto, m. 62). No utilizados: Juan Carlos, Rukavina, Pina y Nahuel.

Goles: 0-1. M. 32. Cani. 0-2. M. 48. Giovani. 0-3. M. 84. Mario.

Árbitro: Bas Nijhuls (Holanda). Expulsó a Anicic con doble cartulina amarilla a Anicic (m. 59). Amonestó a Postinikov, Jaume Costa

Unos 25.000 espectadores en Astana Arena.

Daba cierta vidilla al Astana el robo del esférico en el centro del campo, nada que supusiera ningún susto de muerte para Asenjo, atento siempre para atajar los centros laterales del conjunto asiático que se jugaba la participación por primera vez en su corta historia (apenas cinco años de vida) en una fase final de una competición continental.

Fue menguando el fuelle del Astana con el paso de los minutos, lo que igualó el choque, sin incidencia en las áreas. Tuvo que retirarse Gabriel con problemas musculares, a la media hora. La marcha del central brasileño propició el debut con el Villarreal de Víctor Ruiz, el central cedido por el Valencia, lo que ha supuesto cierta normalización de las relaciones entre ambos clubes enquistadas desde la última etapa de Manolo Llorente en la presidencia de la entidad ché.

Con menos intensidad el Astana, sucumbió lentamente a la pausa del Villarreal. En el primer ataque en superioridad, pasada la media hora de juego, cantó bingo el conjunto de Marcelino tras una jugada por banda izquierda de Giovani, en la primera intervención del delantero mexicano. No alcanzaron el centro ni Cheryshev ni Uche. Sí lo hizo, llegando desde la segunda línea Cani, que cogió el rechazo e introdujo en la red el esférico de mala manera en un remate fallido.

Con el viento a favor, se acomodó el Villarreal en el partido. Le bastaba con atemperar los arrebatos kazajos y de vez en cuando encadenar cuatro pases consecutivos. Por si quedaba poca duda de la superioridad amarilla, quedó refrendado nada más iniciarse en el segundo acto. Con Cani como director de maniobras, la arrancada como extremo izquierdo de Jaume Costa, incorporado desde el lateral, resultó letal para los locales. La llegada hasta la línea de fondo del valenciano la culminó Giovani. Con paciencia, sutileza y calidad, picó el esférico con el portero kazajo vencido. Al igual que el Astana, inferior en todos los aspectos del juego y al que no le quedó más remedio que observar y aprender del Villarreal que incrementó su renta con un tercer gol logrado al final por Mario. Salvo épica asiática, el club de Roig, con todos los honores, volverá a mostrar su buen nombre por Europa.

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