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Ricciardo vuelve a derrotar a los Mercedes

Un toque de Rosberg a Hamilton apea al británico y relega al alemán al segundo puesto Alonso, séptimo tras la sanción a Magnussen, concluye por primera vez por detrás de Raikkonen, cuarto, superado por el Williams de Bottas, tercero

Ricciardo celebra su triunfo en Spa.
Ricciardo celebra su triunfo en Spa.Tom Gandolfini (AFP)

Daniel Ricciardo volvió a conseguirlo. Hasta el momento, él es el único piloto que ha conseguido superar a los Mercedes y ganar carreras en este Mundial. En Bélgica, el australiano de 25 años sumó su tercera victoria, tras haberse impuesto en Canadá y en Hungría. La hegemonía de los monoplazas plateados empieza a estar entredicho. Pero más por los problemas internos entre sus dos pilotos que por las prestaciones de las escuderías rivales. A pesar de que Red Bull se les va acercando, Mercedes sigue teniendo los mejores coches del paddock. Y el Mundial sigue siendo cosa de dos: Rosberg y Hamilton. Ahora, la ventaja del alemán sobre el británico es ya de 29 puntos.

Entre los grandes especialistas de la fórmula 1 circula la leyenda de que este año Mercedes solo puede perder las carreras por fallos mecánicos o por incidencias entre sus dos pilotos. La lucha entre Nico Rosberg y Lewis Hamilton es a muerte. Forman parte del mismo equipo pero ni son compañeros, ni mucho menos amigos. En cuanto ambos bajan su visera, comienza para los dos una batalla campal en pos de los puntos que les aseguren el liderato del Mundial. Son los dos únicos candidatos, porque sus demás rivales están a años luz tanto a nivel de puntos como, sobre todo, de prestaciones de sus monoplazas. En Spa Francorchamps, considerado uno de los mejores circuitos del mundo, Rosberg comprometió el doblete de los bólidos plateados, al tocar en la primera vuelta a Hamilton cuando intentaba adelantarle para colocarse primero.

Nada salió a derechas. El coche no se ponía en marcha en la salida. Y cuando te ponen una penalización ya todo va al revés” Fernando Alonso

El alerón delantero del alemán tocó el neumático trasero izquierdo de Hamilton y lo reventó. Rosberg dejó allí una parte de su alerón, pero continuó su carrera sin excesivos problemas, mientras que el británico fue frenando en la hierba hasta constatar que había pinchado una rueda y tuvo que concluir su vuelta a baja velocidad hasta llegar a su taller. Salió de allí el último y con unas expectativas muy pobres para defender su suerte. Su carrera estaba arruinada, mientras que Rosberg se las pintaba de rositas para poder ampliar su ventaja en la clasificación.

Sin embargo, las cosas se le complicaron también a Rosberg. Su victoria parecía incuestionable cuando Hamilton desapareció del panorama. Pero su alerón delantero estaba tocado y ello le obligó a entrar en el taller en la octava vuelta. Le cambiaron todo el frontal de su coche y le pusieron neumáticos duros. Y allí perdió parte de sus opciones, porque sus gomas le frenaron en relación con sus rivales. Y se vio claramente superado por un Ricciardo que había adelantado sin pensárselo dos veces a su compañero, Vettel, y se había encaramado hasta el liderato ya en la novena vuelta.

Fernando Alonso, por su parte, se situó en cuarta posición en la salida y se vio tercero cuando Hamilton sufrió el pinchazo. Sin embargo, fue penalizado con una parada (cinco segundos) en el taller porque su coche se paró en el momento de la salida de la vuelta de formación y sus mecánicos tardaron más de 15 segundos en ponerlo en marcha. Allí perdió sus opciones de podio, porque su Ferrari mantuvo un buen ritmo de carrera y lo demostró mientras pudo luchar por las primeras posiciones. La sanción le costó concluir por primera vez por detrás de su compañero de equipo, Kimi Raikkonen. El finlandés fue cuarto, mientras que Alonso acabó octavo, tras un final apasionante con Button del que salió perdedor. Posteriormente, una sanción de la FIA de 20 segundos de penalización al piloto danés Kevin Magnussen, (por considerar que no dejó suficiente espacio con el español cuando éste intentaba adelantarle), hizo que el asturiano finalmente escalara a la séptima posición.

La maniobra de Rosberg le valió una pitada sonora cuando subió al segundo peldaño del podio

“Nada salió a derechas. El coche no se ponía en marcha en la salida. Y cuando te ponen una penalización ya todo va al revés”, señaló Alonso. “El KERS no funcionaba al principio, 160 CV menos, la carrera fue dura. En las últimas vueltas intentábamos adelantar, casi sin neumáticos. Algunas maniobras fueron fuera de los límites, pero cuando luchas por la séptima posición todo importa poco. Lo que está claro es que si no hubiera habido sanción, habría estado luchando por el podio”.

Ricciardo aprovechó bien su oportunidad. Desde el liderato fue ampliando su ventaja sobre sus perseguidores y llegó a disponer de casi 20 segundos sobre Rosberg cuando se corría la 36ª vuelta. Debía pasar todavía por su taller a cambiar neumáticos por última vez. Pero aquello no fue problema. Salió del pit lane líder y Rosberg no pudo alcanzarle. Para Ricciardo fue el tercer triunfo del año y otra demostración de poderío porque superó de largo al cuatro veces campeón mundial y compañero de equipo, Sebastian Vettel, quinto. Para Rosberg, el segundo puesto le valió para aumentar notablemente su ventaja sobre Hamilton, que tuvo que abandonar al final (39ª vuelta) por un problema mecánico cuando andaba en la 16ª posición. Pero su maniobra le valió una pitada sonora cuando subió al segundo peldaño del podio.

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