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14.000 turistas y hoy, todo cerrado

Los comercios de Bilbao se niegan a abrir en domingo pese a la gran afluencia de seguidores y las quejas del alcalde

J. M.
El alcalde de Bilbao, Ibon Areso, junto a varios jugadores de EEUU.
El alcalde de Bilbao, Ibon Areso, junto a varios jugadores de EEUU.EFE

En un lado humea una paella, al lado se sirven kebabs y más allá se preparan mojitos. Y sin posibilidad de descanso para los oídos tronan los altavoces con la música a tope, igual que dentro del pabellón. La zona para los aficionados en la explanada junto al gigantesco BEC (Bilbao Exhibition Center) es la demostración de que la comida (y la bebida) une a los pueblos. Finlandeses, turcos y ucranios se mezclan de una caseta a otra en este espacio de 8.000 metros cuadrados que no para de 11.00 a 23.30. El alimento se canjea por tickets, que anteriormente se han canjeado por dinero. Un ticket por un euro. Así, el plato de paella cuesta seis tickets,cinco el bocadillo de chorizo a la sidra, y dos una cerveza. También hay hamburguesas, perritos, churros y todo lo que uno pueda engullir de manera rápida. Varios carteles intentan pescar al turista anunciando platos mediterráneos y típica comida vasca. Los recién llegados se tiran de cabeza.

Se trata de hacer caja, claro. Sobre todo con los 7.000 seguidores finlandeses, los más numerosos entre los visitantes al Mundial, y con los 3.000 turcos. Aunque no todos piensan lo mismo. El alcalde de Bilbao, Ibon Areso, ha lamentado que hoy domingo los comercios permanezcan cerrados y “no se aproveche la oportunidad de hacer negocio”. Bizkaia prevé un impacto económico de unos 30 millones de euros, pero casi todas las persianas estarán hoy bajadas para los 14.000 turistas que recibe la urbe. Areso ha dicho entender una decisión sustentada en la legislación (nacional, con aplicación en la ley local), pero se queja de parecer “unos perros verdes” por la rareza de no impulsar la venta cuando la coyuntura lo permite, por mucho que sea domingo. El ayuntamiento se afana en promocionar turísticamente Bilbao, y ha hecho llamamientos a los restaurantes para poner el mantel los domingos. La hostelería no cambia el paso.

El ayuntamiento se afana en promocionar la ciudad, pero la hostelería no cambia el paso

La legislación permite abrir hasta ocho días festivos al año, pero en Bilbao el contador suele quedarse a cero. Desde la alcaldía señalan que “es una cuestión de costumbrismo”, y los comerciantes defienden que en el País Vasco no se ha abierto nunca los domingos y festivos, y que hacerlo ahora con la excusa del Mundial escribiría un precedente para cuando se reclame la apertura en otras situaciones, como fiestas navideñas o jornadas por el estilo. Argumentan además que habrá otros centros de interés, como las visitas al Guggenheim y otra oferta cultural, como para incentivar la compra, más teniendo en cuenta que el lunes es el día de descanso en el grupo C y no habrá partidos.

Los sindicatos no están dispuestos a dar su brazo a torcer. La ocupación en los hoteles y los albergues ronda el 100%, y se han vendido el 95% de las entradas. Aquí está la NBA. Hay miles de finlandeses y turistas de otros cinco países con las carteras llenas. Pero si quieren comprar, que esperen a mañana.

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Sobre la firma

J. M.
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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