_
_
_
_
_

Ibai las pone a la cabeza

Aduriz e Iturraspe marcan con la testa sendos centros a balón parado del Athletic

Ibai Gómez, ante Xumetra, a la izquierda, en San Mamés.
Ibai Gómez, ante Xumetra, a la izquierda, en San Mamés.JUAN MANUEL SERRANO (GETTY IMAGES)

Hay jugadores que se definen por una cualidad que sobresale del conjunto de características que engloban a un futbolista. Ibai Gómez se distingue por su pie derecho, por su golpeo pulcro, dulce, eficaz. Ibai pone el esférico donde le dicta su cerebro. Ante el Levante dos centros suyos, ambos a balón parado, uno de córner y otro de falta lateral, cada uno por un costado, fueron a parar a la cabeza de Aduriz e Iturraspe. Sendos remates acabaron en gol y terminaron con un Levante indefinido, mal defendiendo y peor atacando, sin finura y agresividad.

Desatascó el partido Aduriz. Dos temporadas atrás, con 31 años, regresó el delantero criado en Lezama al Athletic, a su casa, tras su paso por Mallorca y Valencia. Su papel predestinado era de secundario, por detrás de Llorente. La no renovación del riojano propició el papel principal a Aduriz hasta convertirse en jugador vital para el Athletic. Lo fue con Bielsa y lo es con Valverde. El héroe ante el Nápoles abrió un partido que cerró Iturraspe, su segundo gol en Primera en su sexta temporada.

El Levante de las últimas temporadas siempre ha resultado un equipo áspero e incómodo. Ante el Villarreal, en el estreno liguero, no lo fue. Recriminó Mendilibar la falta de intensidad de los suyos, la seña de identidad de los granota desde su regreso a Primera cinco años atrás. Se le torció el gesto al técnico vizcaíno cuando a los cinco minutos perdió a Nikos por una lesión muscular. Al defensor griego lo sustituyó Iván López, canterano que la temporada pasada fue cedido al Girona y debutaba en Primera. En el banquillo se quedó Diop. El senegalés quiere salir del Ciutat de València hacia Atenas donde le espera el Olimpiacos.

El Athletic jugaba contra el Levante y contra sí mismo. Rebajar la euforia y aumentar tensión era la consigna a transmitir por Valverde a sus jugadores. Apenas retocó la alineación que dispuso ante el Nápoles. San José, convocado por Del Bosque e Ibai Gómez, sustituyeron a Gurpegui y Susaeta. Al Athletic no le hizo falta dejarse la piel en el césped para lograr una victoria sin discusión. Administró el esférico y el espacio hasta anular a un Levante plano.

Solo respiró el Levante la primera media hora. Con cierta organización contuvo a un Athletic más rígido de lo que acostumbra a ser. Hasta que llegó el gol de Aduriz, quién si no, para marcar de cabeza, cómo no. Aprovechó el ariete guipuzcoano un saque de esquina botado por Ibai Gómez como si lo hubiese servido con la mano y a dos palmos. Un regalo para los rematadores como Aduriz, bendecido esta vez por el despiste de los centrales del Levante que no atendieron al desmarque al primer palo del ariete.

No necesitó más el Athletic para ponerse en ventaja. Creció paso a paso en ánimo hasta conseguir poner el partido a su favor. Sin más remedio, al Levante le tocó dar un paso adelante, mostrar si tiene recursos ofensivos. Se acercó al área de Iraizoz con algún que otro arrebato, falto de criterio y frescura. Se venció definitivamente al inicio de la segunda mitad con el centro de Ibai a la cabeza de Iturraspe. Muniain completó el paseo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_