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MUNDIAL DE BALONCESTO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Primeras impresiones

Sin llegar a conclusiones definitivas, cuatro días y tres partidos por equipo han dejado ya algunas pistas de lo que puede deparar este Mundial

El americano DeMarcus machaca la canasta turca.
El americano DeMarcus machaca la canasta turca.EFE

Sin llegar a conclusiones definitivas, cuatro días y tres partidos por equipo han dejado ya algunas pistas de lo que puede deparar este Mundial. La primera es que la bicefalia del torneo está totalmente fundamentada. Lo que el papel presumía y los análisis anunciaban, la cancha lo ha confirmado. España y Estados Unidos están jugando un Mundial aparte, dominando partidos, mirándose de reojo aunque lo nieguen y mostrando un arsenal que en condiciones normales resulta inalcanzable para el resto. A España le ha bastado su exhibición con Brasil para confirmar la excelente disposición y estado de forma para recuperar el título ganado en Japón. Con Pau superlativo, los mecanismos engrasados, la ilusión indisimulada y un montón de años jugando juntos, el equipo español transmite las mejores sensaciones. Los norteamericanos, apuros aparte con Turquía que solventaron de manera expeditiva, se están dando unos buenos paseos por Bilbao. Si ya eran favoritos antes de comenzar, una vez puesta la pelota en juego lo parecen aún más. Con Davis, todo un talentazo, sustentando el juego interior y dando libertad, cuerda y galones a Rose, Harden y Curry, siguen su puesta a punto a la espera de adversarios que le exijan más, si es que los encuentra en su camino hacia la final de Madrid,

Los norteamericanos se están dando unos buenos paseos por Bilbao"

A esta sensación de superioridad contribuye también la observación de sus posibles rivales. El segundo vagón, los aspirantes a tirar por tierra la final anunciada, llámese Brasil, Francia, Serbia, Argentina o Lituania (perdió ante Australia) lejos de mostrarse sólidos, viven entre sustos y vaivenes. Cada uno con sus problemas, ya sean de talento, edad, ausencias, poderío físico, funcionamiento colectivo o carácter competitivo, todos han sufrido más de lo deseable para ser tomados en serio como alternativa al poder establecido. Seguro que estarán en los cruces, pero salvo Brasil, que parece tener más argumentos que los que mostró ante España, el resto puede despeñarse en cualquier momento. Quedan por contrastar Grecia y Eslovenia, a las que falta por ver ante un rival de consideración.

En el capítulo de las decepciones hay que señalar a Puerto Rico"

En el capítulo de las decepciones hay que señalar a Puerto Rico, que se está pegando un buen batacazo, de igual manera que la mayor sorpresa hasta ahora es Senegal, un equipo al que merece la pena observar por el entusiasmo y alegría que transmiten y el buen hacer de Dieng, jugador de los Timberwolves y que con otro rol mucho más importante que en Minnesota, está demostrando unas habilidades que van más allá de las tareas de intendencia. Mencionar también a otro equipo que está compitiendo con gallardía a pesar de llevar su casillero a cero. Filipinas ha hecho sudar a Croacia, Grecia y Argentina con un juego bien agradecido. Sin duda el grupo de Sevilla se está llevando la palma en cuanto a igualdad y emoción. A titulo individual, está siendo un Mundial de hombres altos, donde están destacando los hermanos Gasol, Anthony Davis, Scola, Dieng, el filipino Blatche, o el dominicano García. En definitiva, son las primeras impresiones de un torneo que cada día que pasa apunta con mayor fundamento a que aquellos que antes del inicio pensamos que iban a estar en la final de Madrid, sean los mismos que finalmente la disputen.

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