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Categórica como Marc Gasol

La contundencia y los recursos de España desfiguran a una correosa Francia (88-64)

Robert Álvarez
Marc Gasol protege el balón ante Lauvergne.
Marc Gasol protege el balón ante Lauvergne.Jorge Zapata (EFE)

La selección española mantuvo la velocidad supersónica con la que se ha tomado el Mundial ante una aplicada y correosa Francia. Pasan los equipos, los días, los rivales de todos los colores y el equipo español mantiene las constantes con un juego abrumador. Cada encuentro es una fiesta en el Pabellón de Granada. El de Francia resultó incluso más gratificante para la eufórica y entregada afición y también para la escuadra de Orenga, que encontró más resistencia y dificultades pero resolvió con parecida solvencia.

El marcador se paró en 24 puntos de diferencia. Un trecho enorme, casi dos mundos entre un equipo y otro, el francés, valeroso, respondón, agresivo incluso en algunas acciones en que se las tuvieron tiesas. Pero finalmente resignado ante la variedad de recursos y el talento que se le echó encima. Cuando no fue Ricky el que lo llevó de cabeza, fue Marc Gasol quien se impuso con una autoridad tan intimidatoria como su estampa, y cuando no Navarro, o Llull, o Calderón, que pese a su mal porcentaje en el tiro, fue clave al amarrar a Diot y acabar de cortarle las alas al ataque francés.

ESPAÑA, 88 - FRANCIA, 64

España: Ricky Rubio (4), Navarro (14), Rudy Fernández (8), Pau Gasol (15), Marc Gasol (17) -equipo inicial-; Sergio Rodríguez (2), Calderón (2), Felipe Reyes (2), Claver (2), Llull (10), Ibaka (10) y Abrines (2).

Francia: Heurtel (6), Gelabale (4), Batum (11), Diaw (3), Lauvergne (8) -equipo inicial-; Diot (11), Kahudi (0), Jackson (5), Fournier (9), Pietrus (3), Gobert (4) y Tillie (0).

Parciales: 22-19, 22-15, 21-16 y 23-14.

Árbitros: Cerebuch (Italia), Latiseus (Letonia) y Vázquez (Puerto Rico). Señalaron una falta técnica Marc Gasol.

Pabellón Municipal de los Deportes de Granada. Unos 8.800 espectadores.

La nueva entrega del incesante combate contra Francia resultó espléndida, por la intensidad del juego y porque el equipo español, más exigido que en ocasiones precedentes, siempre se sacó ases de la manga. Ante el último equipo que lo rasguñó, en las semifinales del Eurobasket de Eslovenia hace un año, España cuajó otra actuación concluyente, categórica, que inevitablemente provocó que el cuadro francés echara de menos a su estrella ausente. Tony Parker aprovechó hace un año la ocasión de su vida y doblegó en la prórroga de la semifinal del Europeo a un equipo español privado de tres de los pívots ante los que tuvieron que batirse sus compañeros esta vez.

Francia se ha aferrado en este Mundial a Diaw y Batum al tiempo que otorgaba papeles de primer orden a varios jugadores que no habían rubricado sus actuaciones juveniles en la selección absoluta, caso de Jackson, Diot, Lauvergne o Gobert. Había dado buena pinta el equipo de Vincent Collet en las tres jornadas anteriores. Y la ratificó durante muchos minutos de la primera parte ante España en los que se mantuvo a flote.

Ricky Rubio agitó las riendas con nervio y un acierto en todos los aspectos de su estadística, puntos al principio -luego volvió a fallar en el aspecto débil de su juego-, rebotes, asistencias, robos de balón y un ritmo insostenible para su par, Heurtel, y machacante para Francia. Aun así, el campeón europeo dejó bien clarito nada más empezar que pretendía vender cara su piel. Se hizo de noche en su primer ataque, cedió la primera canasta en una penetración de Ricky, que acto seguido se anotó el primero de sus robos.

La selección, más exigida que otras veces, siempre se sacó ases de la manga

Pero Francia respondió con una defensa que también le hizo agotar a España los 24 segundos de posesión y acto seguido Diaw anotó un triple. Esos primeros detalles destaparon el tono atrevido y respondón con que encararon el encuentro 'Les Bleus'. La respuesta de seleccionador Vincent Collet tras el primer acelerón español a lomos de Ricky, 11-3 en poco más de tres minutos y medio, evidenció que Francia tenía un plan y cuenta con jugadores capaces de llevarlo a cabo. Entró Diot para darle la réplica a Ricky y anotó siete puntos consecutivos. Eso más un triple de Batum igualó el primer cuarto, pero con solo siete décimas para cerrar el acto, Navarro contestó con otro triple sobre la bocina.

'Les Bleus' trabajaron el partido a fondo y no se conformaron con darle cuerda a Batum

Francia trabajó el partido a fondo. No se conformó con darle cuerda a Batum y a sobrevivir de la decisión y el acierto de Diot en ataque. Trabajó a fondo para encontrar también algunos desajustes defensivos en la pareja interior que formó Ibaka primero con Marc Gasol y después con Pau. Fueron unos pocos puntos los que aportaron Gobert y Lauvergne, pero imprescindibles para dar un respiro a sus compañeros y dar un mínimo equilibrio al juego de su equipo. El trabajo defensivo de Pietrus dejó a cero a Ibaka en sus diez primeros minutos en la cancha.

La irrupción de Llull, los triples de Navarro, Rudy, el magnífico trabajo defensivo de Calderón, la recuperación de Ibaka en el segundo tiempo, la constancia de Pau Gasol y la supremacía su hermano Marc ante la batería de pívots franceses sentenció la contienda y otro concluyente triunfo de la selección española.

Evidenció algunos defectos como su discreto porcentaje en los triples, pero nada le impidió mostrarse una vez más implacable.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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