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Sin cinco sets no hay épica

La victoria de Federer demostró que la épica del tenis está en los cinco sets y que los partidos grandes favorecen a los mejores y dejan poco margen para la sorpresa

Monfils se tumba en la pista durante su partido ante Federer.
Monfils se tumba en la pista durante su partido ante Federer.AFP

La agónica victoria del suizo Roger Federer contra el francés Gael Monfils en el Abierto de Estados Unidos, remontando dos sets abajo y dos bolas de partido (4-6, 3-6, 6-4, 7-5 y 6-2) para alcanzar las semifinales, demostró dos cosas: que la épica del tenis está en los cinco sets y que los partidos grandes favorecen a los mejores y dejan poco o ningún margen para la sorpresa. Es un debate recurrente que suele recorrer los corrillos de los torneos del Grand Slam. Flushing Meadows no ha sido una excepción.

¿Por qué los cuatro torneos grandes no se disputan al mejor de tres sets durante la primera semana o hasta las semifinales, como sucede en otros torneos del circuito profesional? ¿tendrían los jugadores de la parte media y baja de la clasificación más posibilidades de sorprender a los "inhumanos", como los define David Ferrer? ¿deberían jugar las mujeres también partidos al mejor de cinco sets? Las opiniones son para todos los gustos y los datos no parecen dar la razón a nadie.

"Si cinco sets es tan buena idea, ¿por qué no jugar así el resto del año? Es como correr dos maratones seguidos. Si ganas el primero es muy difícil que ganes el segundo", comentó Martina Navratilova, poseedora de 18 títulos individuales del Grand Slam, a The New York Times.

Si cinco sets es tan buena idea, ¿por qué no jugar así el resto del año? Es como correr dos maratones seguidos" Martina Navratilova

Hasta las semifinales, en Nueva York se habían jugado 21 partidos a cinco sets de un total de 124 encuentros. Es decir, el 16,9%. Sólo dos de los cuatro favoritos se vieron afectados: Federer y Wawrinka. Cinco españoles tuvieron que disputar alguno: Robredo, Verdasco, López, Andújar y Bautista. Cinco jugadores han sobrevivido, de momento, a estar dos sets por debajo: el propio Federer, el alemán Jan Lennard Struff, el eslovaco Martin Klizan, el austriaco Dominic Thiem y el propio Robredo. En el caso del suizo, es la novena vez en su carrera que lo consigue, y la primera desde su primer partido en el Open USA del año 2000.

Los que defienden que se debería jugar al mejor de tres sets argumentan que muy pocos partidos de cinco mangas tienen como vencedor a quien no ha ganado dos de las tres primeras. Y que cuando rara vez se remonta, el partido cobra un tinte especial, muy del agrado del público. Lo explicaba bien Robredo cuando remontó ante el italiano Simone Botelli. "Fue muy duro, acabé reventado, pero salir de un 0-2 en contra excita a la gente, da emoción al partido, lo hace más interesante. Y eso lo notamos en la pista".

Marcel Granollers no le haría ascos a un cambio: "Si lo cambiaran a tres sets, por mí bien. Así no estaría cuatro horas en la pista en estos torneos. Pero es lo que hay, veo dificil que ese cambio se pueda producir. Los cinco sets benefician a los mejores, que acaban imponiendo su talento. Si se les escapa un set o dos, no pasa nada, se pueden recuperar"

Otra reflexión a favor es que para muchos tenistas veteranos, con edades superiores a los 30 años (la media de edad de los cinco primeros del ranking supera por décimas los 29 años), jugar al mejor de tres la mayor parte del cuadro les permitiría recuperarse mejor y, a la larga, prolongar sus carreras. Los tenistas compiten 11 meses al año dando la vuelta al planeta varias veces. Federer, por ejemplo, tiene 33 años y asegura que cada partido a cinco sets siempre le cobra un peaje, unos días, unos meses menos en su carrera. "A mi edad, cada minutos que pasas de más en la pista, lo acusas. No necesariamente al día siguiente, o en el siguiente torneo, pero sí al cabo de los meses", explica el suizo.

Federer celebra su victoria ante Monfils.
Federer celebra su victoria ante Monfils.AP

Fernando Verdasco tiene una opinion muy particular al respecto:

"Creo que los Grand Slam al mejor de cinco sets está bien. Lo que no está bien es que se pague tan poco a los jugadores, en comparación con lo que recauda el torneo. Este año, en el Open USA, creo que los jugadores se van a llevar 38 millones de los 300 que recauda la organización. El tenis es un deporte global, comparable al golf y a otros en los que el reparto es mejor".

En el bando contrario, las principales razones apelan a cuestiones emocionales: la épica. ¿Recordaríamos partidos míticos de Jimbo Connors, John McEnroe, Rafael Nadal, Pete Sampras y tantos y tantos campeones sin el sudor de los cinco sets? El Federer-Nadal de la final de Wimbledon de 2008, el Bjorg-McEnroe de la final de Londres de 1980, el Lendl-McEnroe de la final de Roland Garros de 1984... ¿estarían en el Olimpo del tenis sin haberse jugado a cinco sets?

Las cinco mangas otorgan a los Grand Slam unas dificultades que los hacen únicos, eso no lo discute nadie. David Brewer , director del Abierto de Estados Unidos, cree que la diferencia entre los partidos de los hombres y los de las mujeres responde a una tradición anterior a la era Open que conviene mantener. "Ver a dos jugadores yendo al límite en partidos de horas es uno de los mejores espectáculos posibles", afirma. "Veo bien lo de los cinco sets con la muerte súbita en el quinto, para no hacerlo interminable. Eso sí, da más opciones a los grandes, que se pueden recuperar de un mal arranque y acabar imponiendo su juego", señala Roberto Bautista.

El español Feliciano López coincide, pero con matices: "Los Grand Slam tiene ese valor especial por los cinco sets. Con tres sets sin duda habría más sorpresas. Pero partidos épicos solo se pueden ver con cinco sets. El Grand Slam tiene que tener algo distinto, especial. Eso sí, se podrían buscar formulas para evitar el cansancio excesivo. Que la final se juegue a cinco sets, como en algunos torneos del circuito, y el resto de las rondas al mejor de tres, por ejemplo. Se podría plantear algo así para hacerlo más llevadero, porque es cierto que a veces resulta excesivo".

Frente al "no me importa, me da igual" del sonriente japonés Kei Nishikori", el dominicano Víctor Estrella Burgos tiene una opinion más firme, tal vez por su condición de debutante en el cuadro principal de Flushing Meadows tras su recién estrenada condición de top 100: "Sería un cambio demasiado brusco. No lo haría. Para eso los Grand Slam se juegan sólo cuatro veces al año. Son especiales. ¿Para qué cambiar? En un día te puedes recuperar. Lo ideal será jugar ocho Grand Slam al año".

A mi edad, cada minutos que pasas de más en la pista, lo acusas. No necesariamente al día siguiente, o en el siguiente torneo, pero sí al cabo de los meses" Roger Federer

El debate en el lado de las mujeres es distinto. Las hay, muy pocas, que reclaman el mismo número de sets que los hombres. Consideran que aceptar la diferencia sin debatirla no tiene justficación. Y recuerdan que situaciones que ahora parecen absolutamente normales en su momento no lo eran. Así, recuerdan que los partidos de maxima audiencia en horario nocturno del Open de Estados Unidos era terreno acotado para los hombres hasta hace cuatro años, o que la cuantía de los premios del Grand Slam también se ha igualado recientemente.

La número uno mundial, Serena Williams, miembro del consejo de jugadoras de la WTA, asegura que ha propuesto en varias ocasiones que se implante el juego al mejor de cinco. "Queremos y tenemos la fuerza para hacerlo", afirma. Sin embargo, la suya es una opinion muy aislada, que no está entre los planes de los organizadores del circuito femenino. David Brewer, el director de Nueva York, asegura que nunca ha recibido una petición formal en ese sentido. "¿Cinco sets? No ni hablar", dijo a EL PAÍS con los ojos como platos la serbia Ana Ivanovic. "Mejor que los chicos jueguen al mejor de tres sets", añadió con ironía la española Garbiñe Muguruza. "Nosotras no tenemos la fortaleza de los chicos", corrobora su compañera de dobles, Carla Suárez.

"Pocas cosas hay tan dramáticas en el deporte como un buen partido de cinco sets", corrobora Chris Wadmaier, de la United States Tennis Association. Entonces, se preguntan las mujeres, ¿por qué no darles a ellas la oportunidad de ofrecer a los aficionados tan gran espectáculo? Una de las razones es que si hombres y mujeres jugaran al mejor de cinco sets los torneos del Grand Slam serían de tres semanas, algo que parece excesivo. "Todo cambiaría, pero creo que sería aburrido ver cinco sets a la chicas", comentó la estadounidense Vania King. Y para demostrar que no está en contra de dar espectáculo, se puso a cantar en la sala de prensa.

Wozniacki y Serena Williams jugarán la final

La tenista danesa Caroline Wozniacki, décima favorita, alcanzó por segunda vez la final del Abierto de Estados Unidos, al vencer por 7-6 (1), 4-3 y retirada a la china Shuai Peng, número 40 del mundo, que intentó agarrarse a la pista entre calambres y dolores en el hombro derecho. La disputará frente a Serena Williams, que conquistón el billete para la final tras ganar a la rusa Makarova (6-1 y 6-3).

Nada fácil lo tuvo Wozniacki, que encontró una roca en su rival hasta que tuvo que despedirse lesionada. Peng recibió tratamiento médico en la enfermería durante más de 20 minutos, volvió a salir al campo y no pudo concluir el octavo juego en el que tuvo dos pelotas de "break".

Después de una devolución con golpe de derecha, se agarró de nuevo el hombro y poco a poco se dejó caer al suelo para ser asistida de nuevo por la fisioterapeuta del torneo y al final tener que subirla en una silla de ruedas y sacarla del campo ante la ovación que recibió del público y el gesto de Wozniacki, que se acercó para consolarla. La danesa jugará la final contra la ganadora del partido entre Venus Williams, primera cabeza de serie, y Ekaterina Makarova, decimoséptima favorita.

El partido, que duró dos horas y cuatro minutos, dejó a Wozniacki con 75 puntos ganados por 65 de Peng, en lo que fue el séptimo enfrentamiento entres ambas con ventaja de 6-1 para la tenista danesa que ha ganado los últimos seis duelos. Wozniacki, superó en todas las facetas del juego a Peng, menos en las 10 dobles faltas que cometió por tres de su rival, y en las subidas a la red que la tenista china ganó 12 puntos de 15 oportunidades por 11 de 15 de la danesa.

"No me ha gustado la manera en que mi rival tuvo que dejar el partido", declaró Wozniacki. "Le deseo que se recuperé rápidamente y no tenga mayor problema", abundó.

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