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Nishikori y Cilic revientan Nueva York

El japonés y el croata jugarán la final tras eliminar a Djokovic y Federer Han tenido que pasar 38 finales de los cuatro torneos grandes para que ninguno de los contendientes se llame Nadal, Federer o Djokovic

Kei Nishikori en el partido contra Novak Djokovic.
Kei Nishikori en el partido contra Novak Djokovic. MATTHEW STOCKMAN (AFP)

La rebelión de la clase media del tenis en el Abierto de Estados Unidos dejó el sábado una final inédita y dos víctimas ilustres en la cuneta. El japonés Kei Nishikori, de 24 años, y el croata Marin Cilic, de 25, disputarán el título de Nueva York el lunes. Dos debutantes en las semifinales dinamitaron Flushing Meadows. Eliminaron al serbio Novak Djokovic, de 27 años y número uno, y al suizo Roger Federer, de 33, respectivamente, dos nombres que acumulan 24 títulos del Grand Slam, y provocaron una auténtica conmoción en los más alto del tenis mundial.

El éxito de Nishikori y Cilic dinamitó las estadísticas, dejando algún detalle para el exotismo, como que el japonés sea el primer asiático que juega la final de un Grand Slam. Han tenido que pasar 38 finales de los cuatro torneos mayores para que ninguno de los contendientes se llame Nadal, Federer o Djokovic, y 12 años, desde Roland Garros en 2002 (Ferrero-Costa), para que los finalistas no estén entre los 10 primeros del ranking mundial.

Ha sido la mejor actuación de mi carrera. La final va a ser sensacional” Marin Cilic

Nishikori, que venía de jugar dos partidos a cinco sets en las eliminatorias anteriores ante el suizo Stan Wawrinka y el canadiense Milos Raonic, superó el terrorífico calor reinante, la sofocante humedad y la fortaleza de Djokovic para dar el campanazo, hasta ahora, de su carrera, con un marcador de 6-4, 1-6, 7-6 y 6-3. Cilic no necesitó tanto. Echó a estacazos a Federer, el hombre de los 17 títulos del Grand Slam, del Artur Ashe Stadium. El brazo del croata machacó una y otra vez a su rival para resolver el encuentro a la velocidad de la luz (1 hora y 45 minutos) y con un marcador poco habitual con el suizo (6-3, 6-4 y 6-4). “Ha sido la mejor actuación de mi carrera. La final va a ser sensacional”, declaró Cilic. La final constituye para Cilic, además, una suerte de redención tras la "pesadilla" de cuatro meses de sanción por dopaje que sufrió el pasado año. Cilic fue suspendido por un positivo con una sustancia estimulante prohibida cuando disfrutaba de un momento ascendente de su carrera. Siempre defendió su inocencia.

Nishikori tiene como entrenador a otro tenista de ojos rasgados ganador de un Grand Slam, el estadounidense Michael Chang (Roland Garros), quien sin duda ha aportado a su pupilo una capacidad de sufrimiento impresionante. No solo por los cinco sets de partidos anteriores, o los cuatro de ayer, sino también porque el japonés arrastra en el tobillo derecho una herida producto de una intervención quirúrgica reciente para extraerle un quiste. Y enfrente tenía a Djokovic, que ayer disputaba su octava semifinal seguida en Nueva York en su intento por alcanzar su quinta final consecutiva y la sexta en total. Sin embargo, el serbio tiene en Nueva York mal fario, ya que solo ha ganado el torneo en una ocasión (2011). Djkovic ayer no fue Djokovic.

Federer, en un instante del partido ante Cilic.
Federer, en un instante del partido ante Cilic.JULIAN FINNEY (AFP)

Cilic también tiene otro entrenador ilustre: su compatriota Goran Ivanisevic, ganador de Wimbledon en 2001, al que recuerda por la fuerza de sus golpes. Ayer, contra Federer, Cilic llegó a encadenar hasta tres aces seguidos en momentos decisivos del cuarto set, cuando el público todavía esperaba una reacción del suizo, como sucedió con el francés Monfils. Federer desperdicia así una de las últimas oportunidades de sumar su título 18 del Grand Slam. Ante Cilic todo parecía a favor, ya que le había ganado en las cinco ocasiones en que se habían enfrentado anteriormente. “Me ha sorprendido. Cilic ha hecho una transición impresionante en su juego. Estoy decepcionado. Realmente quería ganar este torneo”, manifestó el suizo. Las semifinales han reunido al conjunto de técnicos más galardonado de la historia. Entre Stefan Edberg (Federer), Boris Becker (Djokovic), Michael Chang (Nishikori) y el propio Ivanisevic suman 14 títulos individuales del Grand Slam.

En su semifinal, el tenista japonés jugó con un aplomo impresionante. En apenas 39 minutos logró el primer set, que Djokovic igualó con autoridad en los 31 minutos siguientes (6-1). El partido parecía encaminado a un victoria del serbio, pero el tie break del tercer set le destrozó. Ahí, su rival apenas necesitó de su insistente revés, una pesadilla para su rival, o de su potente derecha para encarrilar el partido. Djokovic, desconocido, entregó la manga, y al final el partido, sin fuerzas, desnortado, sin capacidad para protestar. El cuarto set apenas tuvo historia. Quedaba por ver la fortaleza mental de Nishikori ante el desafío de rematar la hazaña. No falló. Rompió el servicio de Djokovic en el primer juego y remató con otra ruptura en el noveno, cuando el serbio ya solo buscaba una sombra bajo la que guarecerse.

Las condiciones eran las mismas para los dos, así que no tengo excusa. Ha sido el mejor" Novak Djokovic

“Las condiciones eran las mismas para los dos, así que no tengo excusa. Incluso llevaba más horas de partido que yo. Hoy ha sido el mejor”, declaró Djokovic tras el partido. Efectivamente, antes de la semifinal, Nishikori sumaba 13 horas y 34 minutos en las pistas, por 10 horas y 5 minutos el serbio. En distancia recorrida en la cancha, también el japonés cargaba con una marca superior: 9,7 kilómetros en cinco partidos, por 9,1 de su rival.

El número uno destacó la derecha de su rival y, sobre todo, su revés a dos manos, con el que le machacó ayer. “Es uno de los mejores golpes de revés del circuito. Muy agresivo”, comentó. Djokovic, que comparte patrocinador con Nishikori (Uniqlo). Por ello, el serbio comentó el impacto que ha tenido el partido para Japón: “Sin duda tiene una significación enorme. Es un gran país, con casi 100 millones de personas. Esto dará un gran impulso al tenis allí. Nishikori ha estado progresando estos dos años, pero llegar a una final del Grand Slam es algo muy distinto”.

Desde 1918, con Ichiya Kumagae, ningún otros japonés había alcanzado las semifinales del Open de Estados Unidos. Desde entonces, sólo otro compatriota, Jiro Satoh, había logrado semejante hazaña en el Grand Slam (en Wimbledon, Roland Garros y Australia en la década de los 30). Ahora, el nombre a aprender es Nishikori. De momento ya está entre los 10 mejores. Cilic está dispuesto a amargarle el momento. Fuerza le sobra. El lunes se sabrá si Japón o Croacia conquistan Flushing Meadows.

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