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Boris Diaw, en busca del tiempo perdido

El capitán francés, tras ganar el Eurobasket y el anillo de la NBA con 32 años, apela a "un partido perfecto" para superar a España

Robert Álvarez
Boris Diaw durante el partido contra Croacia.
Boris Diaw durante el partido contra Croacia.Uly Martín

Boris Diaw es otro desde hace un año, un tiempo en el que ha ganado un Eurobasket y el anillo de campeón de la NBA con los Spurs. "Tardé mucho tiempo en triunfar y todavía voy con un poco de retraso. Estos éxitos me motivan sobre todo para ganar más títulos", dice el capitán de la selección francesa, decidido, a sus 32 años, a prolongar en el Mundial su tardío ciclo victorioso. En su camino se interpone España, contra la que se enfrenta de nuevo mañana en los cuartos de final.

Los éxitos, el entorno en que los ha conseguido y el cambio de mentalidad, le hacen ser visto de una forma diferente, como un líder capaz de darle otra dimensión al juego. La traumática derrota en la final de la NBA de 2013 contra Miami le invitó a reflexionar sobre su estilo. "Me confirmó en la idea de que debía estar más presente, tener mayor impacto en el juego y ser un poco más egoísta, más decisivo en ataque", confiesa.

Hijo de Issa Diaw, abogado y excampeón de salto de altura de Senegal, y de Elizabeth Riffiod, 247 veces internacional y una de las mejores jugadoras en la historia del baloncesto francés, la carrera de Boris es paralela a la de Tony Parker. "Seguimos siendo los dos colegas del fondo de la clase en el INSEP. No nos vemos como dos superestrellas", mantiene. El INSEP es un centro de alto rendimiento en el que se han forjado muchísimos de los deportistas de élite franceses. Diaw y Parker brillaron muy pronto, entraron en el radar de la federación francesa y obtuvieron el título en el Europeo júnior de 2000 junto a Turiaf, Pietrus y Diawara, entre otros. Elegido por Atlanta en el draft de 2003, Diaw recorrió un periplo de dos años en Atlanta, tres en Phoenix y tres y medio en Charlotte, donde rescindió su contrato tras sus enfrentamientos con el entrenador Paul Silas, que le recriminó por su falta de compromiso. En 2012 fichó por los Spurs de su amigo Tony Parker.

Tardé mucho tiempo en triunfar y todavía voy con un poco de retraso"

"Es un jugador total. Puede hacer muchas cosas en los dos lados de la cancha. Es un excelente defensor y, además, nos ofrece una variedad en el juego ofensivo con su visión y su sentido del pase", describe el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, en torno a la figura de un discípulo que responde a la definición de all around player [jugador de toda la cancha]. "Juega como un segundo base", sentencia Parker.

El reconocimiento de la excelencia de Diaw es unánime. Pero no siempre fue así. Él mismo reconoce: "Hubo un tiempo en que me faltaba agresividad, cuando no se producía una buena lectura del juego, me dormía, me faltaba adrenalina". En algunas etapas le ha perjudicado un sobrepeso que ahora ya no se le aprecia. Su ídolo fue Magic Johnson. Se nota en un estilo que empezó a pulir desde pequeñito, aleccionado por su madre. Mide 2,03 metros, posee un tremendo poderío físico y un talento, inteligencia y habilidad que le han permitido jugar en todas las posiciones.

En 2006, con los Suns de Phoenix y al lado de Nash, Marion y Stoudemire, dio por fin un salto significativo en su carrera, brilló en todos los aspectos del juego, con unos promedios de 13,3 puntos, 6,9 rebotes y 6,2 asistencias, y fue elegido como el jugador con mayor progresión en la NBA. Perjudicado por las lesiones, no logró reactivar su carrera en la NBA hasta que fue reclutado por los Spurs. Rápidamente adquirió importancia en los esquemas del equipo tejano, en el que es muy apreciado el perfil de su juego y donde se integró a la perfección. Su talento resultó decisivo en las últimas finales. Tras la derrota en el segundo partido ante Miami, Popovich lo incluyó en el quinteto titular en lugar del brasileño Splitter, y, a partir de ahí, los Spurs arrasaron.

Hubo un tiempo en que me faltaba agresividad, adrenalina, me dormía"

La ausencia de Parker en el Mundial ha reforzado el liderazgo de Diaw en la selección. "Intentaremos jugar el partido perfecto porque es lo que hace falta para batir a España", remacha. Por si hacía falta una prueba de la exigencia que supone enfrentarse a los españoles, el equipo francés ya lo experimentó con su derrota en la fase de grupos, en Granada, donde perdió ante el anfitrión por 88-64.

Diaw es un líder también fuera de la cancha, el hombre que designó la federación francesa para defender su candidatura a organizar el Eurobasket del año próximo. La FIBA retiró en junio la organización del campeonato a Ucrania debido a la situación política y las condiciones de seguridad reinantes en el país ucranio. Ayer, decidió en Madrid que la primera fase del Europeo empezará el 5 de septiembre y se celebrará en Zagreb (Croacia), Berlín (Alemania), Riga (Letonia) y Montpellier (Francia).

La fase final se celebrará en el estadio Pierre Mauroy de Lille, con capacidad para 27.000 espectadores. "De la misma forma que la generación española se beneficia hoy de una Copa del Mundo en casa, nuestra generación de jugadores merecía defender su título europeo en casa", afirmó el seleccionador francés, Vincent Collet. Se refería a ese grupo de jugadores liderado por Parker, Batum y Diaw, decididos a seguir el camino de la generación de oro española, con la que han establecido una extraordinaria rivalidad.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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