_
_
_
_
_

Sabonis: “No hay líderes como los de antes”

La leyenda del baloncesto lituano habla sobre el cambio en el juego y el compromiso hoy de los jugadores con sus países

Juan Morenilla
Sabonis, durante el Mundial.
Sabonis, durante el Mundial.ÁNGEL MEDINA G. (EFE)

Cuesta encontrar a Arvydas Sabonis (Kaunas, 1964) pese a que es imposible que pase desapercibido. El mítico exjugador, hoy presidente de la federación lituana, pasea sus 2,21m por el hotel de su selección en Madrid. En diciembre cumplirá 50 años. Con la URSS fue oro europeo, mundial y olímpico. Con Lituania brilló menos, pero lo sintió más, como en aquel bronce de Barcelona 92. Este sábado no pudo celebrar otro podio. Sus herederos cayeron por el tercer puesto contra Francia: 93-95.

Pregunta. ¿Qué le ha parecido el juego en el Mundial?

Respuesta. Bueno, y si hay alguna sorpresa, mejor. Es bueno para el deporte. España jugó muy bien en la fase de grupos contra Francia, Brasil y Serbia. Nadie esperaba que perdiera así. Francia me sorprendió. Jugó muy sólido.

P. ¿Qué cree que le pasó a España?

R. Todos decíamos que tenía que estar en la final contra Estados Unidos. Con esos jugadores… Eso demuestra que por tener a los mejores no vas a ganar seguro. Tener tres días sin partido entre los octavos y los cuartos no les hizo nada bien. Tres días sin hacer nada te rompe el ritmo. Y luego está la prensa. Vosotros estáis tocando los huevos un día y otro y otro, cada día más antes del partido contra Francia, hablando de la final. Y el jugador acaba pensando: “Es verdad, ¿dónde está la final? La tenemos que jugar ya”. Son muchas cosas en lugar de pensar en el partido. Tampoco creo que haya sido bueno que jugaran otra vez contra el mismo rival. Le habían ganado fácil unos días antes y psicológicamente eso pudo afectar.

Los jugadores tienen hoy más compromisos que ir con su país, contratos, otros intereses...

P. ¿Ve que el juego ha cambiado mucho?

R. El baloncesto, el juego en sí, es el mismo. El cambio es que ahora se les pide a los jugadores que hagan más cosas. Por ejemplo a los pívots. Ya no son solo jugadores para estar debajo de la canasta. Han de salir y tirar de fuera. El problema es que no hay muchos pívots que sepan hacer estas cosas. ¿Un pívot que tira triples? Será muy bueno, pero hay pocos.

P. ¿Y la mentalidad de los jugadores?

R. Eso sí ha cambiado. Antes había más líderes, estaba muy establecido quién mandaba e iba a acabar con 20 puntos. Ahora ya no hay los líderes de antes, no hay líderes tan claros. Un día es uno, otro día otro… va cambiando.

P. Hay jugadores que renuncian a ir a Mundiales o Europeos con sus selecciones. ¿Se ha perdido algo del sentimiento de jugar por tu país?

R. Puede ser. Hoy los jugadores tienen más compromisos fuera de su selección, contratos más grandes que les obligan. Muchos piensan en la NBA, en sus carreras. Antes todo era más fácil. Jugabas por tu país y lo dabas todo. Era un sentimiento diferente, no había tantos intereses de otras cosas.

P. ¿Qué sentía usted?

R. Algo especial dentro de mí, porque la mitad de mi vida jugué para otro equipo porque por el mío no podía [en referencia a la URSS, a la que renunció en 1990, y a Lituania, con la que se estrenó en los Juegos de 1992]. Y cuando llegó ese momento fue algo increíble.

P. ¿Qué recuerda de los partidos ante Yugoslavia?

A Estados Unidos hay que ganarles a veces para enseñarles respeto

R. Que eran especiales porque los árbitros les ayudaban en todo. Nosotros teníamos que ganar siempre porque la segunda plaza era un fracaso.

P. ¿Le gusta cómo juega Estados Unidos?

R. Siempre juega así, no es nada nuevo. Pero a esta selección de Estados Unidos se le puede ganar. Si Lituania estuviera con todos los jugadores buenos, Francia con todos o España si no llega a fallar, a un partido se puede luchar contra ellos.

P. ¿Le gusta la NBA?

R. A veces la miro, pero no mucho, si tengo tiempo. Me pilla más lejos. Veo algún partido de playoff. Veo más la Euroliga.

P. ¿Respetan ahora más los estadounidenses al resto?

R. Sí. A Estados Unidos hay que ganarles a veces para enseñarles respeto. Ahora respetan a los demás porque se dieron cuenta de que podían perder. Pero si están otra vez ganando mucho tiempo, otra vez lo perderán. Hasta que vuelvan a perder y lo recuperen…

P. ¿Cómo recuerda la semifinal de Barcelona 92 entre Lituania y Estados Unidos?

R. Recuerdo que estábamos jugando contra nuestros ídolos. Eso era de verdad un dream team y el nombre se tuvo que acabar con ellos. Los siguientes se debieron llamar de otra manera, no dream team II o III. Solo ha habido uno, el auténtico. Jugaban al baloncesto… ¡eran la ostia! Jugábamos contra ellos y les hacíamos fotos. Yo se las hacía a Karnisovas posando con ellos.

P. ¿Su ídolo?

R. Larry Bird, siempre.

P. ¿Cómo valora el papel de Lituania?

R. Somos un país pequeño, no tenemos mucho. Estar entre los mejores del mundo ya está bien. El baloncesto es el deporte número uno. Después del Europeo que celebramos en 2011, hubo un 30% más de niños que se apuntaron en las escuelas. El baloncesto es nuestro honor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_