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Córner a córner

Miranda da la victoria al Atlético en Almería con el sexto gol a balón parado del campeón

Ladislao J. Moñino
Los jugadores del Atlético celebran el gol Miranda.
Los jugadores del Atlético celebran el gol Miranda.EFE

Córner a córner o falta a falta el Atlético ha cimentado gran parte de sus éxitos desde la llegada de Diego Pablo Simeone. Córner a córner o falta a falta este curso el campeón se mantiene arriba en la tabla. Está en plena búsqueda de un patrón de juego, sobre todo ofensivo, pero no pierde esa seña de identidad tan rentable.

En este inicio de campeonato, el plantel rojiblanco echa de menos a Diego Costa, su verticalidad y el desgaste que generaba en las defensas contrarias. También ha sentido añoranza por una solidez defensiva que era incuestionable, pero lo del balón parado no lo olvida. La estrategia va camino de convertirse en una constante vital de este equipo. Esa destreza le oxigena y le permite muchas veces estar por encima del juego. Puede jugar bien, mal o regular, pero siempre le quedará el laboratorio para poder imponerse en el marcador. Anoche fue Miranda el que ganó el partido. Otra vez la misma jugada, que por estudiada y vista por los contrarios no consiguen defenderla. La pelota tensa de Koke al primer palo y el central brasileño que se anticipa autoritario para girar el cuello y convertirse en el máximo goleador de su equipo con tres tantos.

ALMERÍA, 0-ATLÉTICO, 1

Almería: Rubén; Ximo Navarro, Trujillo, Mauro dos Santos, Mané; Verza, Fran Vélez (Soriano, m. 63), Azeez; Wellington Silva (Edgar, m. 73), Zongo; y Hemed (Thievy, m. 63). No utilizados: Julián; Míchel, Soriano, Quique, Teerasil

Atlético: Moyá, Juanfran, Miranda, Godín Juanfran; Arda (Gabi, m. 83) Mario (Saúl, m. 46), Tiago, Koke; Raúl García; y Griezmann (Cerci, m. 67). No utilizados: Oblak; Ansaldi, Giménez y Raúl Jiménez.

Gol: 0-1. M. 58. Miranda, de cabeza, a saque de esquina botado por Koke.

Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Godín, Arda, Siqueira, Miranda, Jonathan. Mauro dos Santos y Zongo.

Unos 10.000 espectadores en el estadio de los Juegos Mediterrráneos.

No se recuerda a un equipo con ese grado de eficacia en el fútbol de laboratorio. El Atlético del doblete del 96 hizo 37 tantos de 75, casi el 50% de efectividad. El de esta campaña lleva siete goles en Liga y seis han sido a balón parado. El trabajo es exhaustivo durante la semana y el rendimiento, brutal en los cinco partidos que van de campeonato. Últimamente podría decirse que el fútbol es un deporte de once contra once en el que casi siempre gana el Atlético de córner.

Se encontraron los futbolistas de Simeone con un Almería rácano. Demasiado pendiente de defender y con poca vista puesta en el ataque. Cedió el balón a la espera de que el invento de Simeone de hacer jugar a Griezmann como referencia desembocara en una posesión insulsa. No es como más cómodo se encuentra el campeón, pero cada vez tiene mejor asumido ese protagonismo con la pelota que le conceden los contrarios. Aún le falta algo de clarividencia, pero el volumen de juego con niveles de posesión más alto de lo que acostumbraba le da para generar ocasiones o saques de esquina, que en su caso viene a ser lo mismo. En el primero que tuvo, Godín entró con todo y Rubén sacó su remate sobre la línea de gol. Lleva tres partidos el Atlético en los que se le han frenado los porteros. En Atenas fue Roberto, ante el Celta, Sergio y anoche Rubén se lució ante Tiago, Raúl García, Arda y Cerci, que entró para tratar de matar el partido.

De todos los cambios que hizo Simeone hubo uno que varió el encuentro y le agitó. Determinó Simeone sentar a Mario Suárez en el descanso y dio entrada a Saúl. Hay un baile de mediocentros en el equipo en estos inicios de temporada que no era muy habitual. Gabi toca banquillo como nunca y Mario ya fue sentado en Atenas, cuando el equipo perdía, para también dar entrada a Saúl. Solo Tiago ha tenido un rendimiento regular y notable en cada partido que ha participado.

El cuadro de Simeone busca un nuevo patrón ofensivo, pero no olvida la estrategia

Saúl parte como el cuarto mediocentro, pero el chico, una vez más, enseñó esa personalidad con la que ha demandado minutos bajo la advertencia de cambiar de aires. Tiene un físico privilegiado y un sentido muy dinámico del juego. Ocupa mucho campo, construye y llega desde la segunda línea en la misma jugada si es necesario. Con esas prestaciones está tratando de derribar la puerta. Anoche le dio un patadón con su despliegue y la incidencia que tuvo en el juego.

Ya había terminado el Atlético el primer tiempo muy dominador, pero la entrada de Saúl le dio profundidad y una velocidad más a la salida del balón. Con su entrada, Raúl García ejerció de referencia y Griezmann cayó más a los costados para tratar de romper en diagonal. Con el partido dominado, cerca de la hora de juego, el Almería cedió ese córner que le condenó como antes había condenado a multitud de defensas y porteros. La secuencia es fulminante. Koke-Miranda; gol. Córner a córner...

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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