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“Douglas ha estado al nivel de todos”

El técnico Luis Enrique defendió al lateral brasileño, que firmó un debut gris con el Barça y hoy no se ha entrenado con el grupo por fiebre

Douglas trata de controlar el balón ante Torres.
Douglas trata de controlar el balón ante Torres.MARIANO POZO (DIARIO AS)

Anónimo para la gran mayoría, Douglas fue el último en llegar, carrilero más que lateral, genética brasileña. Pero el efecto Douglas, que ayer debutó de azulgrana, fue opuesto al de Alves. Procedente de São Paulo, Doglas —así se pronuncia, según el jugador— fue un descubrimiento de la secretaría técnica del Barça, que le seguía desde hace cuatro años. Cuentan que convenció por su capacidad ofensiva, precisamente la faceta en la que menos se prodigó en La Rosaleda, cuando contó sus incorporaciones ofensivas por ataques de pánico. “Ha faltado equilibrio. No sólo buscábamos atacar por un lado”, señaló el técnico Luis Enrique, consciente de que Alba se disparó por su costado; “pero Douglas ha estado al nivel de sus compañeros”. Una certeza, toda vez que el Barcelona chutó 10 veces y ninguna de ellas fue a puerta: la mitad fuera; la otra mitad en los defensas rivales.

Faltó de todo en La Rosaleda, pero entre otras muchas cosas, se notó la falta de profundidad por la banda derecha. Ocurre que con Alves sobre el césped, Alba queda más pendiente del cierre que de la carrera. Así, sumaba 4,5 centros por partido (18 en cuatro) por los 10,7 (32 en tres) del brasileño. Pero con Douglas fue otra historia porque cuando pasó del medio campo, el lateral se frenó, miró a su espalda y en vez de buscar el desborde se quitó la pelota de encima (en la primera parte, por ejemplo, hizo 34 pases y solo cinco fueron hacia delante). Así que el Barcelona perdió una banda a cambio de llenar la otra con Jordi Alba, que tiene todos los automatismos aprendidos y a quien Neymar dejó tanto espacio como el que se le procuró al brasileño en la otra banda. Pero si el internacional español fue una lanzadera [ejecutó nueve centros], Douglas se quedó sistemáticamente en el andén de la estación, con cuatro intentonas de colgar el balón sin receptor alguno, dejando cojo a un equipo que renuncia a jugar con extremos, pero no a atacar por fuera.

“No era el resultado que esperábamos, pero no es malo, sino que es bueno por jugar fuera de casa”, aceptó el lateral

Douglas terminó siendo sustituido por Adriano cuando faltaba poco más de un cuarto de hora, después de ver una tarjeta amarilla por una jugada en la que se complicó él mismo al perder el esférico. “El entrenador me pidió que me fijara en Alves y Montoya porque el estilo del Barça es distinto al de Brasil”, señaló Douglas al acabar el encuentro; “aunque estoy muy contento desde el primer momento que llegué y estoy feliz por haber tenido la oportunidad de jugar”. Y abundó: “Para mí es gratificante colaborar con el equipo, pero ahora hay que seguir trabajando porque espero seguir jugando”. Ocurre que esta mañana, Douglas se quedó en la rebótica por un proceso febril, lo que le impidió entrenarse con el grupo.

En su partido, no sumó ni restó, sino que como dijo Luis Enrique rayó al nivel de sus compañeros, sin protagonismo ni picante. “Ha sido el duelo que más nos ha costado, pero por el acierto del rival”, explicó el técnico; “es un empate justo”. Aunque Douglas, aún verde en la filosofía azulgrana, añadió: “No era el resultado que esperábamos, pero no es malo, sino que es bueno por jugar fuera de casa”. Y Bravo amplió: “No es un tropiezo, pero sí una oportunidad perdida de ganar.”

Más que el empate, al Barça pareció preocuparle la falta tino en los metros finales. “No hemos tenido mucho juego”, señaló el director deportivo Zubizarreta. “No ha sido buen partido en el aspecto ofensivo”, agregó Luis Enrique. “Es que no hemos acabado las jugadas ni cuando hemos intentado dar más ritmo al balón y tampoco hemos estado finos”, ahondó Iniesta. “Bueno, es que con dos líneas rivales tan juntas, con tantos por detrás de la defensa, es complicado”, añadió Piqué. Y Luis Enrique recogió el relevo: “Esto no es un botón start que tocas y todo funciona a la primera. Los jugadores no son máquinas; no hay que buscar excusas, sino soluciones”. Piqué remató: “Lo importante es no encajar porque arriba tenemos mucha pólvora y calidad, por lo que seguro que el próximo día metemos goles”.

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