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Todo fluye en el Valencia

El equipo de Nuno se coloca líder tras golear con facilidad al Córdoba en Mestalla

Gayá celebra su gol ante el Córdoba.
Gayá celebra su gol ante el Córdoba. kai fösterling (EFE)

Todos fluyen en el Valencia, los titulares y los suplentes, los chicos y los veteranos, los de casa y los de fuera, gracias a ese entrenador semidesconocido, Nuno, que ha sabido, con una mezcla de cariño e inteligencia táctica, ponerlos en órbita a todos. El Valencia juega con variedad de recursos -en corto o en largo, en vertical o en horizontal-, pero siempre dominando la escena para ascender a la primera plaza de la Liga, sin que el Córdoba le pusiera anoche ningún obstáculo.

Podría pensarse que Paco Alcácer es un oportunista. Uno de esos pícaros que recoge los desperdicios de la defensa en el área y los deposita en el marco. Esa definición se quedaría muy corta. Alcácer firma goles de bandera. El del lunes pasado en el Coliseo fue inverosímil: convirtió un 'tackle' en un disparo cruzado a gol; el de anoche en Mestalla resultó de una plasticidad académica: cabeceó el esférico al primer palo y lo envió enroscado al segundo, justo donde nunca podría llegar el portero, ningún portero. El centro desde la derecha de Feghouli, potente y también combado, bien valía ese cabezazo. Es el cuarto tanto de Alcácer en cinco jornadas y, mientras se espera el aterrizaje de Negredo, el valenciano ha adquirido velocidad de crucero.

VALENCIA, 3 - CÓRDOBA, 0

Valencia: Alves; Cancelo, Mustafi, Otamendi, Gayá (Orbán, m. 53); Parejo, Javi Fuego, André Gomes; Feghouli (Roberto, m. 76), Alcácer y Pablo Piatti (Carles Gil, m. 49). No utilizados: Yoel, Barragán, Filipe Augusto, Zuculini.

Córdoba: Juan Carlos; Gunino, Bouzón, Íñigo López, Crespo; Garai (Matos, m. 51), Gómez; Borja García (Fidel, m. 69), Rossi, Fede Vico (Havenaar, m. 60); y Ghilas. No utilizados: Saizar, Pantic, Luso, Patrick Ekeng.

Goles: 1-0. M. 22. Alcácer. 2-0. M. 26. Gayá. 3-0. M. 73. Feghouli.

Árbitro: Iñaki Vicandi Garrido. Amonestó a Javi Fuego, Bouzón, Crespo y Fidel.

Mestalla, unos 50.000 espectadores.

La jugada de Feghouli había arrancado en un servicio raso y profundo del lateral derecho Cancelo, otro joven recién presentado a la causa de Nuno. En el otro lateral vuela Gayà sin adivinarse límite. Anoche marcó de un zurdazo muy seco tras acudir a un rechazo de la zaga cordobesa después de una internada del incansable André Gomes.

El Valencia no había necesitado controlar por completo el encuentro para abrir esa brecha. Le bastó con un par de latigazos. El Córdoba intentó entrar en calor a través de un disparo lejano de Rossi repelido por la estirada de Diego Alves. Nada más.

El exceso de energía de Otamendi le jugó un par de malas pasadas en el arranque del segundo tiempo, queriendo llegar con el balón donde no debía. André Gomes le tapó las grietas con coberturas. El mediocentro portugués, de 21 años, ocupa cada vez más campo y despliega un mayor repertorio: corre, brega, choca, pasa, regatea y remata. Todo con un corpachón que engaña, más rápido y coordinado de lo que podría pensarse a simple vista. En este segundo acto se sintió muy cómodo el centro del campo del Valencia, el trío tan bien avenido (Javi Fuego, Parejo y Gomes) adornado esta vez por el fino Carles Gil para ofrecerles más apoyos. El volante zurdo de la cantera, tras un año cedido en el Elche, asistió en diagonal a la carrera de Feghouli, que cruzó a gol como mandan los cánones. Carles Gil se unió a la fiesta de un líder en el que se sienten importantes todos.

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