_
_
_
_
_

Sancho Lyttle, la fiera silenciosa

La pívot de origen caribeño lidera a España, que se juega este viernes ante China (15.15, Tdp) el pase a las semifinales del Mundial

Faustino Sáez
Sancho Lyttle, ante Érika de Souza, en el España-Brasil.
Sancho Lyttle, ante Érika de Souza, en el España-Brasil.feb

Un grupo grácil, apasionado y voraz liderado por una fiera silenciosa que huye del divismo mezclando clase y abnegación. Así es la España que peleará este viernes ante China (15.15, Tdp) por ganarse la que sería la segunda semifinal mundialista de su historia. Un torbellino encabezado por Sancho Lyttle, la jugadora más eficiente del campeonato, la máxima anotadora (17 puntos por partido) y la máxima reboteadora (13). La pieza que el baloncesto femenino español buscó durante años para romper con su herencia genética y completar su exitoso puzzle.

“Cuando fuimos a disputar el Mundial de Brasil en 2006 nos dimos cuenta de que la frontera de cuartos era insalvable por nuestras carencias físicas. Competíamos muy bien, pero nuestra debilidad por dentro nos condenaba siempre ante las rusas o las australianas. Era frustrante”, explica Ángel Palmi, director deportivo de la federación, que, a partir de ese campeonato, encabezó la búsqueda de la piedra angular sobre la que cimentar las ambiciones mundialistas de un equipo que para entonces ya sumaba tres bronces y una plata en Europeos. La joya estaba en Ibiza.

Nacionalizada en 2010, ha ganado el bronce en el pasado Mundial y el oro europeo en 2013

Sancho Lyttle nació en Kingstown, San Vicente y las Granadinas, en 1983, se afincó en España en 2006, y obtuvo la nacionalidad española por carta de naturaleza en junio de 2010, cuando jugaba en la WNBA en las filas del Atlanta Dream. Su primer equipo en la Liga fue Club Bàsquet Puig d’en Valls. Llegó a la pequeña localidad ibicenca de Santa Eulària en la temporada 2006-2007 procedente del Houston Comets con un contrato de cinco millones de las antiguas pesetas; un desembolso que antepuso las expectativas a la adaptación y a punto estuvo de costarla el puesto antes de concluir la primera vuelta del campeonato “por falta de rendimiento”, como anunció el club.

Sancho Lyttle gana un rebote ante la República Checa
Sancho Lyttle gana un rebote ante la República Checafeb

Sin embargo, pronto se puso en órbita y su excelso rendimiento la llevó al pujante Perfumerías Avenida de Salamanca en 2009. Para entonces la FEB ya acumulaba informes sobre la pívot de 1,93m, versátil y talentosa. “Fueron dos años de seguimiento y contactos y, finalmente, su compromiso hizo que confluyeran nuestra necesidad con su ambición de poder disputar unos Juegos o unos Mundiales. Cuando iba a la WNBA competía con las mejores, pero luego los torneos internacionales los veía por la tele”. El reto para Sancho suponía un desafío físico.

Desde hace ocho años, la caribeña compagina la temporada europea, de octubre a mayo; con la estadounidense, de mayo a septiembre. Y desde hace cuatro veranos su compromiso con la selección española la deja sin el que era su único hueco de descanso en el calendario. En su debut con España en el Mundial de 2010 en la República Checa, Lyttle se perdió por lesión la semifinal disputada ante Estados Unidos, pero apuró su presencia contra Bielorrusia en la lucha por el bronce, a la que no faltó pese a sus fuertes dolores de espalda. Fue la primera medalla mundialista de la historia para España. “Es incansable. Tiene la ventaja de que es un portento físico y de que comenzó tarde a jugar al baloncesto profesional”, continúa Palmi. “Viene porque está integradísima y la gusta competir con este grupo. No hay contratos con ella. Aquí nadie viene a ganar dinero y ella incluso ha venido perdiendo dinero”, cuenta refrendando su capacidad de sacrificio. “El impacto de su llegada al equipo es equiparable a la de Wayne Brabender en la selección masculina a finales de los 60”.

En 2011, jugó lesionada el partido en el que España quedó fuera del Europeo y de los Juegos de Londres. Pero se resarció a lo grande de aquella decepción en 2013 con el oro en el Eurobasket de Francia, donde fue elegida MVP del campeonato en el que lideró la lista de puntos por partido (18,3) y rebotes (11,1).

“Tácticamente es como Pau y su impacto, como el de Brabender en los sesenta en la selección masculina”, dicen en la FEB

Con la retirada de Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar, el grupo la percibe como la “hermana mayor”. Con sus compañeras si se arranca a hablar en castellano, pero en público aún la vence la timidez. “Podría ser la jefa total, pero es discreta y prudente. Nunca ha levantado la voz y su producción silenciosa en la pista es espectacular. Nos ha dado lo que nos faltaba”, analiza Elisa Aguilar, capitana de las campeonas de Europa. No ha estado presente en ninguna de las celebraciones del equipo porque tiene tan milimetrado su calendario que cada día de retraso en su reincorporación a la liga estadounidense la penaliza. Es la clave de bóveda de la pizarra de Mondelo. “Tácticamente es una fiera. Tiene un radar. Su capacidad analítica es como la de Pau Gasol. Tiene una memoria fotográfica prodigiosa y su juego de anticipación viene porque memoriza muchos de los movimientos de las rivales”, completa Palmi. Llegó al Mundial con solo cuatro entrenamientos con el grupo, pero le sobra talento. De ella más que nadie depende que España selle este viernes ante China su licencia para soñar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_