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Nadal desafina ante Klizan

El eslovaco, break abajo en el segundo y el tercer set, remonta 6-7, 6-4 y 6-3 ante el español

J. J. MATEO
Nadal, durante el partido contra Klizan.
Nadal, durante el partido contra Klizan.ChinaFotoPress (ChinaFotoPress via Getty Images)

Martin Klizan termina golpeándose el pecho como un orangután, celebrando que acaba de eliminar 6-7, 6-4 y 6-3 a Rafael Nadal en cuartos del torneo de Pekín. El número 56 del mundo, que superó break de desventaja en la segunda y la tercera manga (2-4 y 2-3), firmó un encuentro brillante, pleno de agresividad y convencimiento, pero sobre todo marcado por las dificultades del español para interpretar el juego frente a otro tenista zurdo (37 errores no forzados). El mallorquín, que disputaba su primer torneo después de tres meses de baja por una lesión en la muñeca derecha, se apuntó la primera manga desde el corazón, cuando ya sus dudas estratégicas le habían colocado en una posición límite (el eslovaco sacó por el parcial, que él ganó en el tie-break). Perder el set inaugural, sin embargo, acabó convirtiéndose en una espuela para Klizan, que de ganador en ganador remontó un partido que tenía más que perdido: sus tiros abrieron las defensas del español como un cuchillo caliente la mantequilla.

Al español le falta ritmo de piernas y claridad de ideas, pero el general del juego no está resentido

A Nadal, que tuvo bola para 5-2 en la segunda manga, se le atragantó el duelo de zurdos. Animado por los precedentes, en los que siempre había puesto en dificultades al número dos mundial, el eslovaco compitió con el convencimiento que le faltó a los rivales de las rondas previas y le arrebató al español el dictado del encuentro. Se discutió según los términos de Klizan, porque el campeón de 14 grandes no vio por dónde meterle mano. Jugando su derecha cruzada, que es donde normalmente hace daño, Nadal no celebró ningún beneficio, porque en lugar del revés con el que suele encontrarse percutió contra otro drive de zurdo. Eso le impidió abrir hueco al lado opuesto, que es donde suele rematar la jugada tras orillar a los rivales y abrir un océano de distancia. Klizan disparó demasiado rápido para el español, casi siempre descolocado.

Nadal intentó encontrar soluciones yéndose hacia adelante para asaltar la red, y por momentos conquistó un jugoso botín de volea en volea. Su rival, sin embargo, pronto le negó también esa opción de estacazo en estacazo, librando su suerte al todo o nada, como si no hubiera mañana, y en consecuencia impidiéndole a Nadal un armado de jugada que le permitiera irse hacia arriba. El mallorquín acabó desarbolado.

Klizan celebra su triunfo ante Nadal.
Klizan celebra su triunfo ante Nadal.JASON LEE (REUTERS)

Que el número dos mundial cediera un encuentro en el que disfrutó de break de ventaja en dos de los sets que perdió no se pude explicar solo desde sus debilidades. Klizan cantó bingo desde el riesgo extremo, acunado por la rápida pista y la fe conquistada en las rondas previas, que le vieron superar la fase de clasificación y sobrevivir a un encuentro que ya tenía perdido, con cuatro puntos de partido en contra. El español dejó Pekín con un balance positivo de su primer torneo después de tres meses de parón por una lesión en la muñeca derecha: le falta ritmo de piernas y claridad de ideas, pero el general del juego no está resentido y parece listo para cuando el cuerpo le permita intentar imponer su velocidad de crucero.

Así, Klizan llegó hasta las semifinales, donde le espera Berdych. Al otro lado del cuadro, Novak Djokovic se enfrentará a Andy Murray.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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